Espartaco
Sinopsis de la película
Espartaco era un esclavo tracio que fue vendido como gladiador a Léntulo Batiato. En Italia promovió y dirigió la rebelión de los esclavos (73-71 a.C.) contra la República romana. A medida que recorrían el país, innumerables esclavos se iban sumando a la rebelión. Espartaco intentará llegar con su ejército al sur de Italia para poner rumbo a sus hogares.
Detalles de la película
- Titulo Original: Spartacus
- Año: 1960
- Duración: 196
Opciones de descarga disponibles
Si deseas puedes conseguir una copia de esta película en formato HD y 4K. A continuación te añadimos un listado de posibilidades de descarga directa activas:
Opinión de la crítica
Película
8
44 valoraciones en total
La mítica película de Espartaco fue el gran impulso que tuvo Stanley Kubrick para convertirse en un director reconocido, a pesar de que es su película menos personal ya que no solo se incorporó al rodaje ya comenzada sino que las intervenciones de muchos miembros del equipo la hacen casi un film coral. La película sin embargo no estuvo nominada a mejor película, ni director, ni guión aunque fue más como venganza política de la Liga de actividades antiamericanas por contar con Dalton Trumbo, guionista perteneciente al Partido Comunista. Un buen montaje (a destacar la alternancia entre la arenga a sus respectivas tropas de Espartaco y Olivier), la música de Alex North, uno de los mejores compositores de todos los tiempos, es muy buena aunque quizá se abuse demasiado de ella y anuncie demasiado los contenidos que vienen a continuación.
Los aspectos técnicos son de lo mejor en especial unos vestuarios portentosos, unos decorados tan buenos que parecen reales y un color de los mejores que recuerdo.
El guión está basado en un libro de Howard Fast que empezó el guión pero fue destituido por Dalton Trumbo y este a su vez fue ninguneado en bastantes escenas escritas por un comité ejecutivo e incluso por algunos actores como Ustinov que escribió sus propios diálogos y los de Laughton. Stanley Kubrick nunca se sintió satisfecho de la película, pero más que por el resultado, magnífico por otra parte, por su egocentrismo que le hacía no reconocer el mérito de otros.
La película se convirtió en un nido de víboras y todos acabaron discutiendo con casi todos, Kirk Douglas auténtico valedor de Kubrick acabaron por no hablarse y sus relaciones nunca mejoraron. Al pobre Anthony Mann que empezó el rodaje y dirigió por cierto unas magníficas secuencias con las que arranca la película, por cierto Kubrick quiso suprimirlas cosa que desde luego no le honra ya que siempre su egolatría estaba por encima de la calidad de lo rodado. Por no hablar de las desavenencias entre Olivier-Laughton-Ustinov.
En cuanto al reparto, uno de los mejores de la historia del cine, por ejemplo Peter Ustinov consiguió el Oscar a mejor actor secundario creo sinceramente que el mejor es Laurence Olivier, que hace una interpretación soberbia y compleja mientras que Ustinov tiene más de caricatura, y de hombre malo que se vuelve bueno, algo que vende, Charles Laughton muy apropiado en su papel de senador republicano contrario a las dictaduras. La belleza de Jean Simmoms destaca sobremanera en la película aunque interpretativamente hablando actúa muy a lo británico clásico lo cual no resulta creíble en escenas de una esclava en la antigua Roma. Tony Curtis, un actor muy mal parado por los críticos no destaca en absoluto aunque eso no le quita méritos en papeles posteriores. Y Kirk Douglas a pesar de que no es su mejor interpretación está en muchas escenas estupendo.
No estamos precisamente ante la obra más personal de Kubrick pero, en cualquier caso, Spartacus es un magnífico film a años luz de muchos otros ‘peplum’ al uso. Ese plus de calidad lo despliega Stanley desde aspectos puramente técnicos ( solo ‘grandes’ como él son capaces de rodar escenas íntimas y de acción con igual maestría) hasta aspectos menos tangibles, como su cacareado lenguaje metafórico (atención a las ‘ostras’ y los ‘caracoles’) o esa extraordinaria valija intelectual que cohabita en los diálogos de la peli y que la convierte, si no en la mejor, sí en la superproducción ‘de romanos’ más inteligente de la historia del cine.
De todos es sabido que un reparto de ensueño (Kirk Douglas, Laurence Olivier, Jean Simmons, Peter Ustinov, Charles Laughton, Tony Curtis… la lista continúa), una banda sonora sensacional y una fotografía espléndida no siempre constituyen una garantía de éxito inquebrantable, sin embargo, en esta ocasión, todos esos ingredientes suman esfuerzos y consuman un peliculón como la copa de un pino. No en vano mi particular teoría sobre la ‘pedagogía de la épica’, refrendada inicialmente con la impostergable visión de Ben Hur, alcanza con Spartacus su máximo apogeo.
No haberla visto debería constituir falta grave, no apreciarla, un delito.
Superproducción histórica, es el quinto largometraje de Kubrick. Escribe el guión Dalton Trumbo, que se inspira en la novela Spartacus (1951), de Howard Fast. Se rueda en escenarios naturales de España (Colmenar Viejo, Alcalá de Henares, Guadalajara, y Navacerrada), California (Valle de la muerte, Hollywood Beach, Janss Conejo Ranch, Hearts Castle) y en platós de Universal Studios (Universal City, CA), con una inversión de 12 M de dólares. Nominado a 6 oscar, gana 4 (actor reparto, dir. artística, fotografía y vestuario). Producido por Kirk Douglas y Edward Lewis para Universal, se proyecta en sesión de preestreno el 6-X-1960 (NYC).
La acción dramática se sitúa entre los años 73 y 71 AC. Espartaco, esclavo tracio de las minas de Libia, es vendido a Léntulo Batiato (Ustinov), titular de la escuela de gladiadores de Cápua. Enamorado de Varinia (Simmons), cuando ésta es vendida al patricio Marco Licinio Craso (Olivier), encabeza una revuelta de esclavos que ansían libertad. Sus mejores amigos son Draba (Strode), gladiador etíope, y Antonino (Curtis), poeta siciliano, esclavo de Craso. Espartaco es valiente, hábil, tiene cualidades de líder y cree que todo el mundo tiene derecho a ser libre. Craso es rico, poderoso, solitario, bisexual y vanidoso. Como líder del partido patricio es senador y general. Cree que la dictadura es el mejor sistema de gobierno de Roma. Cruel y sanguinario, padece desequilibrios emocionales. Sempronio Graco (Laughton), líder del partido republicano, es enemigo de Craso, desconfía de las dictaduras y es inteligente, sutil, manipulador, intrigante, vengativo y pragmático.
El film suma acción, aventuras, biografía, drama e historia (Roma). Se basa en una novela inspirada en hechos y personajes reales, que sitúa en espacios y tiempos que no se corresponden rigurosamente con los históricos. Espartaco nació libre, fue soldado romano y posteriormente fue esclavizado. El promotor y productor de la obra fue Kirk Douglas, que quería resarcirse del hecho de no haber protagonizado Ben-Hur. La obra está concebida desde un estricto punto de vista laico, por lo que prescinde de todo tipo de referencias cristianas, abundantes en films similares de la época. Por lo demás, la obra traspira aires liberales, diferentes de los que se derivan de concepciones que inspiran otros trabajos (La caída del Imperio Romano).
El guión aporta unos diálogos fluidos y brillantes, una buena definición de caracteres y una evolución razonable de los mismos. La dirección corre a cargo de Anthony Mann durante la primera semana de rodaje, dedicada a escenas en el desierto, que se incorporan a la cinta y aparecen hacia el final. Divergencias de criterio entre Mann y Douglas, debidas al empeño de Mann de dar al personaje de Espartaco más sutilidad y menos contundencia física, dieron lugar a su despido.
Una historia que llegue al alma
Si algo tiene Espartaco es que es capaz de hacer llorar a hombres con el lagrimal más seco que la toalla de un jipi. No me preguntéis por qué. Quizás sea la música. O los diálogos. Ó los actores. Ó los magníficos forillos que impregnan la película de un tono lírico completamente inesperado.
Posiblemente sea debido a todo esto.
A la vez.
El argumento, por supuesto, poco que ver con la historia real (Espartaco nació libre y llegó a ser soldado del ejército romano, entre otras cosas).
El que quiera realidad que se ponga La 2. ¡Esto es cine!
_____________________________________________________________________________
Un reparto portentoso.
El Kirk Douglas, el más machote, un tío al que le puedes apagar una colilla en el hoyuelo de la barbilla sin que pestañee. Quien mejor que él para protagonizar (y producir) una cinta plagada de personajes con más huevos que el caballo de Espartero.
Y además Tony Curtis (el polleta), Lawrence Olivier (el maloso), Peter Ustinov(el hipócrita), Charles Laughton (el trepas) y Jean Simmons (la buenorra). Con semejante plantel ¿Es posible hacer una mala película? Posible sí, pero difícil. Muy difícil.
______________________________________________________________________________
Escenas míticas
Las conversaciones con Drava en la escuela de gladiadores, las miraditas a Varinia después de respetarla por la noche, los luchadores esperando su turno para morir, los magreos en el campo de Espartaco y la parienta en el apogeo de su libertad, la lucha a muerte Espartaco vs.Antonino para ver quien será colgado en la cruz y por supuesto…el ¡YO SOY ESPARTACO! que le pone a uno la piel de gallina y que hace llorar hasta al duro de Kirk, cosa que tiene su mérito.
Por escenas memorables tiene hasta alguna que no pudo verse en el estreno, como aquella que vinculaba a Craso y Antonino con unas ostras y unos caracoles, la carne y el pescado de la época. ¡Qué gran evolución metafórica la del ser humano!.
_______________________________________________________________________________
Una gran banda sonora
Alex North deja claro desde los créditos que estamos ante una película de romanos. Un ejemplo de cómo hacer una genialidad sin saltarse las señas de identidad del género. Portentosa esa marcha militar. Redoble de tambores, trompetas al aire… Ni un solo hueco para el descanso.
La partitura romanticona tampoco hace decaer la cinta.
_____________________________________________________________________________
Un director que te ponga
Nadie pone más que Stanley Kubrick. Esta la pillo a medias (Anthony Mann la dejó harto de la prepotencia de Douglas) y por eso nunca estuvo entre sus preferidas. Aún así consiguió hacer una obra maestra de género, la especialidad de la casa.
(spoiler por falta de espacio)
Creo que Espartaco fue la cuarta o quinta película que dirigió Stanley Kubrick. Por aquel entonces no debía ser un director consolidado y aun estaba bajo la férrea intransigencia de los productores y Kubrick no podía ser Kubrick, demostrar todo lo que llevaba dentro.
Normalmente esta situación no es en absoluto positiva, pues no permite aflorar el talento del genio, pero en mi opinión, Espartaco es la mejor película de Kubrick, me gusta mucho más que otras películas consideradas mas kubrickianas como La naranja mecánica o El resplandor . Y el tanto se lo debe anotar Kirk Douglas, el productor ejecutivo, que antes de contratar a Kubrick, puso bajo la dirección a Anthony Mann, al que despidió, además de manejar el los hilos para conseguir esta obra maestra, que pasará a la historia como la mejor película peplum de la historia del cine, hasta ahora no superada (he vuelto a verla y, por mucho que me guste Gladiator , la carga emocional que me produce Espartaco es mucho mayor).
La historia de un esclavo que se revela contra el poder de Roma para liberar a los oprimidos es excelente para llevarla a la gran pantalla, y me hace recordar al Che (permítanme la comparación), aunque si bien las pretensiones del Che eran mucho mas elevadas, pues Espartaco solo quería liberar a los esclavos de Italia y huir de la misma, para tener una vida digna más allá de las fronteras del Imperio Romano, aunque si es cierto que su sacrificio provocó el principio de la caída del sistema esclavista romano, pues a partir de entonces los grandes propietarios prefirieron el colonato al latifundio.
Las interpretaciones son fabulosas, llevadas a cabo por un grupo de actores de los mejores de la historia del cine: Kirk Douglas, Laurence Olivier, Charles Laughton, Peter Ustinov…
La duración del film (unas 3 horas) se compensan con el ritmo de la película, que alterna las escenas en Roma en las que el senado debate que hacer con Espartaco, con las del propio Espartaco arrasando todo lo que encuentra a su paso, hasta finalizar con el trágico final en Apulia.
Además la película alberga una de las mejores escenas de la historia del cine, en las que los fieles seguidores de Espartaco corean la célebre frase Yo soy Espartaco … los pelos como escarpias.
En fin, una película emocionante, trepidante y muy humana que en mi opinión está entre las 20 mejores películas de la historia.