Érase una vez…
Sinopsis de la película
Antes de que Alicia se adentrase en el País de las Maravillas y de que Peter se convirtiese en Pan, ambos eran hermanos. Después de que su hermano mayor fallezca en un trágico accidente, intentan salvar a sus padres de la espiral de desesperación, hasta que finalmente se ven obligados a elegir entre su hogar y su imaginación, creando así la antesala de sus icónicos viajes al País de las Maravillsa y al de Nunca Jamás.
Detalles de la película
- Titulo Original: Come Away
- Año: 2020
- Duración: 94
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Opinión de la crítica
Película
4.2
96 valoraciones en total
Érase una vez un niño que no quería crecer, una niña soñadora y un equipo que decidió embarcarse en un proyecto revisionista de esos dos cuentos clásicos. No obstante, aunque incluso está presente Angelina Jolie, que ya ha participado en otros parecidos, el resultado queda lejos del de Maléfica.
La premisa de relacionar a Peter Pan con Alicia es medianamente insólita y el inicio de la cinta plasma de manera brillante el imaginario infantil. Las primeras escenas son muy interesantes ya que difuminan la línea que separa la realidad de la ficción. De esa manera, el espectador presencia cómo una rama de árbol puede convertirse instantáneamente en una flecha india si la está mirando un chiquillo o cómo un dibujo grabado en una mesa cobra vida.
Asimismo, la dirección de arte es también maravillosa y tanto el vestuario como la recreación de fábula en paisajes naturales ayuda a potenciar el universo de los sueños. Sin embargo, el ritmo es muy lento y, a pesar de que la estética está muy conseguida, los 94 minutos de metraje se acaban haciendo muy largos.
El mayor problema de esta producción es el limbo en el que se ha situado al intentar dotar de madurez a la trama, puesto que no es suficiente como para que resulte compleja y atractiva para adultos. Por otro lado, el exceso de seriedad y el tono deprimente le quitan la luminosidad, la ternura y el optimismo propios de los films dirigidos al público más joven.
La relación que se establece entre ambos personajes es inteligente. De hecho, se entrelazan de manera ingeniosa sus mundos, pero la abundancia de drama desluce su fantasía característica, lo que reduce el país de las maravillas y el de nunca jamás a una reacción pueril ante una tragedia. Además, la simbología se antoja poco natural: el vínculo con los elementos del relato original parece forzado, como introducir a la reina de corazones en un castillo de naipes o al hada de Peter Pan mediante una campanilla de cobre.
Érase una vez… es una película que ha querido dar una explicación realista a los sucesos entorno a dos figuras conocidas –los protagonistas de Lewis Carrol y James M. Barrie– y quizá ese ha sido su error. No se dirige a una audiencia específica y ha perdido gran parte de la magia. No obstante, si uno se olvida de la historia que conoce, puede hallar una narrativa entrañable acerca de la ilusión de soñar y la unión familiar (especialmente entre hermanos).
http://www.contraste.info
Érase Una Vez… (2020).
No tenemos por qué hacernos mayores. Nunca jamás.
La directora de El Príncipe de Egipto nos trae esta fábula dirigida a todos los públicos en la que se mezclan los supuestos orígenes de los célebres personajes de J. Matthew Barrie y Lewis Carroll -Peter Pan y Alicia.
El polvo de sueños es lo que te hace construir castillos en el cielo.
Un improbable matrimonio interracial afincado en la Inglaterrra Victoriana y formado por la bella Angelina Jolie y el actor David Oyelowo (Gringo: Se Busca Vivo o Muerto) son los padres de Peter y Alicia antes de viajar al País de Nunca Jamás y al de las Maravillas, respectivamente.
En el plantel podemos disfrutar también de dos secundarios de lujo: los octogenarios Michael Caine y Derek Jacobi (Yo, Claudio).
Lo mejor: la ambientación, el vestuario y la música sinfónica que compone la banda sonora. Algo forzado, eso sí, el querer presentar a un Peter Pan y a una Alicia lindísimos, pero mulatos.
Raúl Cabral.
Puntuación personal: 6.
https://www.filmaffinity.com/es/film543447.html
He presenciado la mayor horterada de la que creía que Hollywood era capaz, se ha superado a sí misma la meca del cine en rodar la película más disparatada, cursi y correctamente política que he visto en mucho tiempo.
Si juntar a Alicia y Peter Pan en una misma familia no era suficiente aberración, el elenco es terriblemente inadecuado, siendo esta película completa un chivo expiatorio de la corrección política que aplasta los cuentos tradicionales y les devora el alma confundiendo a las nuevas generaciones con estupideces, mezclas de personajes y matices, y cursilerías varias de las que los autores originales sentirían nauseas.
Angelina Jolie, haciendo personajes cada vez más poco creíbles, cursis y poco asequibles a su forma de ser en la gran pantalla, felina y fuerte, para provocar un aluvión de lo que se supone serán risas de encanto por las historias mezcladas, mutiladas y cambiadas y los lagrimones por el dramón de turno.
Es la película de la Navidad. Es una película mala, para qué engañarnos. Me recuerda la película de la Navidad del 2019 donde fue Cats , que en taquilla le fue fatal y el producto general una aberración.
Parecido aquí, no veo a quien puede gustarle, pues ni estos son Alicia ni Peter Pan ni Maléfica es su cándida madre. Es una película horrible, inadecuada, a destiempo y tan solo otro panfleto político más.
Hollywood ha muerto.
Mala, mala. Lamentable tener en cartelera estas películas cuando hay cine español sin estrenar. Nefasto truco sin ideas que no lleva a nada y aburre hasta a tu sombra. No la vean y ganarán salud cinéfila. Ni a los niños les gusta. Algunos aún tienen la poca vergüenza de remezclar ideas y poner una estrella al frente para que la gente elija este bodrio.
*Alicia en el País de las Desgracias
Marissa Kate Goodhill rescata a los personajes de J.M. Barrie y Lewis Carroll para un crossover inesperado en la película Érase una vez…. Con esta premisa, el relato se desarrolla en lo que daría pie a esos universos mágicos y llenos de ilusión, que el gran público ya conoce. Por lo cual, va dejando detalles totalmente explícitos de esa inspiración infantil que recorriendo las mentes de unos hipotéticos Peter Pan y Alicia de carne y hueso. Sin embargo, esa concepción original de exponer ambos cuentos en uno solo, no obtiene la importancia que debiese. Se queda dentro de lo que se considera un plano principal, pero tan abarrotado de situaciones que pretenden dar realismo, que no se condensa como debiera. De esta manera, se queda en una marabunta de dramatismo, que desluce la transición hacia lugar de ensueño.
Esas ganas de darle un registro más oscuro y más maduro es lo que provoca que no sea lo suficiente compleja como para ir dirigido a un público más adulto, ni tampoco parece tener la iluminación y ternura de un cine más infantil. En consecuencia, se queda en un limbo, donde no se halla una coherencia estilística, a pesar de los esfuerzos por darle esa emocionalidad en todo el largometraje. Desde el principio, se puede ver las intenciones lacrimógenas que se pretenden, pero no llegan a efectuarse al ser demasiado obvias. Los personajes van demasiado orientados al concepto de lo que debe verse en los cuentos, lo que hace que se note forzada toda la simbología que va apareciendo durante el film. No se ejecuta desde una fluidez más espontánea y sutil, desencadenando un efecto oportunista que disminuye el resultado.
*El origen de los cuentos
Después de su regreso a los cines con Maléfica: Maestra del mal, parece que Angelina Jolie se encuentra dispuesta a representar los cuentos populares. Sin embargo, en la película Érase una vez… no goza de la fuerza y vigorosidad que sí le otorga el film de Disney. Por un lado, esa sensibilidad y fragilidad que muestra en escena es demasiado duradera en el tiempo, con una monotonía que se palpa en el ambiente. Jolie está totalmente creíble, pero al no haber mayor registro, su trabajo acaba por parecer reiterativo. Por este motivo, a pesar de los esfuerzos de la actriz, sucumbe al melodrama trágico que arrastra el arco argumental de su personaje. Le falta frescura, dinamismo… En resumidas cuentas, se echa en falta mayor viveza y esa personalidad arrolladora, que siempre ha acompañado a la actriz.
Acompañando a la oscarizada actriz, David Oyelowo se mete en la piel de Jack Littleton. Al principio hay esa cercanía propicia, que marca un carácter interesante en su interpretación. Sin embargo, en el momento de ir más allá, su buena disposición y esa potencia derruida en escena no casan con la templanza de la escena. Por lo que, muestra la verdadera energía que debería fluir en escena, pero no se ve acompañado por la atmósfera que se respira. Luego, el elenco infantil está compuesto por Keira Chansa, Jordan A. Nash y Reece Yates. En el caso de Nash y Yates, mantienen ese jugueteo relacionado con la propia niñez, con sencillez y familiaridad. No sucede lo mismo con Chansa, que se queda constantemente en una expresión incómoda y no rompe con esa imagen en toda la película.
*Demasiada clara, demasiada oscura
El comienzo de la película Érase una vez… presenta una estética interesante, donde se entremezclan aspectos y detalles que difuminan la línea entre la realidad y la fantasía. Por lo cual, cautivan al espectador ante esa presentación hacia el mundo de los sueños y esa composición más hacia la fábula. La dirección de fotografía ha sabido explotar ese imaginario, a través de grandes planos, dando mayor fuerza a los exteriores naturales. De igual manera, la dirección artística no ha desaprovechado la oportunidad para dotar de belleza ese entorno, dándole su lugar a ese efecto más de cuento. Lo mismo sucede con las recreaciones de esas visiones más acorde al tono del film. No se puede negar, que Brenda Chapman ha sabido dirigir bien la imagen y los objetos en ella para el lucimiento del film.
Lo mismo sucede con el vestuario, el cual atina en el estilo que quiere crear y mantiene esa línea estética. Sin embargo, todo ese influjo artístico, no obtiene grandes resultados por un montaje que no sabe encontrar un ritmo menos contemplativo y con mayores grandes sobresaltos. De esta forma, se queda en una visión más lenta, por lo que el espectador siente que la acción merma en sí misma y le falta viveza. A pesar de su duración, da la sensación de ser más larga de lo que realmente es, lo que da una pista de una cadencia extremadamente calmosa. Al mismo tiempo, no sabe dar puntos de mayor explosión de energía, lo que acaba por difuminar la belleza del resto de elementos técnicos. Aun así, se valora que contenga algunos detalles con un mayor cuidado y con un producto con potencial.
*Conclusión
La película Érase una vez… mezcla dos universos de cuento, a través de una historia que busca originalidad. Sin embargo, lejos de encontrarla, se queda en un limbo entre lo extremadamente oscura para ser infantil y lo demasiado luminoso para ser para adultos. Por tanto, no acaba de hallarse a sí misma. Luego, a nivel interpretativo, no obtienen esa empatía aventurera que se espera, quedándose en una exposición menos elaborada. Al contrario de la dirección de fotografía y arte, que logran un acabado con gran belleza. A pesar de ello, se opaca por un montaje excesivamente templado. El origen de una vida de ilusión y sueños, que se desvanece en una realidad no definida.
Escrito por Diego Da Costa