Enséñame a querer
Sinopsis de la película
James Gannon (Clark Gable), un maduro editor de prensa se enamora de Erica Stone (Doris Day), una joven que ejerce como profesora en una escuela de periodismo. Con el fin de conquistarla, el editor no duda en matricularse, como un novato más, para que ella le dé clases.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Teachers Pet
- Año: 1958
- Duración: 120
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Opinión de la crítica
Película
6.5
58 valoraciones en total
Entrañable y muy amable película sobre el periodismo. El eje de esta comedia es el ejercicio de la profesión sin la base sólida de los estudios universitarios y el punto polémico que suscita. Estamos de acuerdo. Pero Clark Gable es un redactor jefe superchusquero con muchísimos años de experiencia…, y eso también vale, señores.
Clark Gable se gana al respetable con sus gestos y sus pasos tras Doris Day. DD sale como siempre, su mismo peinado, su falda larga de siempre, la misma cara también y de nuevo se cruza con un espabilado que, aprovechando la coyuntura, se hará pasar por otro, como cuando está con Rock Hudson. Pobre mujer, la de cortes que se lleva. El caso es que luego les gusta. Doris, es improbable que alguna vez nos crucemos en el camino, pero yo no te engañaría.
Enséñame a querer es una previsible película que marcha como la seda con algún leve pero muy válido retazo social.
Es una discusión que lleva ya bastante tiempo: Hay quienes sostienen que solo tres cosas se necesitan para ejercer debidamente un oficio: práctica, práctica y práctica. Y están también los que piensan que, estudiando, se trasciende el oficio y éste se convierte en profesión. Pero, creo yo que lo cierto se encuentra en un equilibrio entre ambas cosas y lo que se requiere para un óptimo ejercicio es conocimiento teórico-práctico no solo de… sino de lo relacionado con… todo esto adicionado a la reforzadora experiencia.
James Gannon (o Gallagher) es un empírico periodista de vieja data, despectivo con los intelectuales y con gran repulsa por las escuelas… pero su experiencia lo tiene ya como editor del periódico New York Evening Chronicle. Su frase predilecta es nada menos que ésta:Si quieres ser periodista, nunca lo aprenderás en la escuela.
Un día, las circunstancias lo llevan hasta una escuela de periodismo, pero de invitado –con su rechazo absoluto-, pasa a convertirse en alumno de la encantadora profesora Erica Stone, a quien él subestima, y descresta, queriendo demostrarle (y demostrarse) que se aprende más haciendo que estudiando. Pero, como del odio al amor no hay sino un suspiro, llega el momento en que cada uno siente que el otro es más interesante de lo que parece… y la profesora termina sintiendo que le están moviendo el piso pues, el supuesto empapelador, luce para ella como un talento malogrado que debió, desde hace mucho rato (pues ya está bastante mayorcito), haber sido periodista.
Aunque lo mejor de esta deliciosa comedia -inicialmente escrita como drama, pero modificada al encontrar rechazo en varias productoras- es, sin lugar a dudas, Hugo Pine (magnífico Gig Young), el aventajado psicólogo, prolífico escritor… y absolutamente todero, que pone nerviosos a Erica y a Gallagher, también creo que esta es la mejor actuación que le he visto a Clark Gable, por encima de Sucedió una noche, Lo que el viento se llevó o cualquiera otro de sus éxitos. La soltura, la compenetración y lo encantador del personaje que aquí representa, me deja plenamente satisfecho, al igual que Doris Day, comediante hasta la médula y nacida con la gracia en cada poro.
Con ENSEÑAME A QUERER, el director George Seaton, tiene aquí otro de esos estupendos momentos que, de tanto en tanto, sacaba de su bolsillo. Logra un certero debate sobre la escuela y el empirismo, poniendo las cosas en su preciso lugar. Demuestra que también la psicología es otra forma de brillante astucia, como la que puede aprenderse trasegando por la vida. Y de ñapa, nos ofrece unos estupendos diálogos y algunas escenas antológicas como la lección de redacción que, en clase, brinda Gallagher a la profesora… y sobre todo, la secuencia de la cena en el bar donde Gig Young, y también Gable, están como nunca antes en sus vidas.
ENSEÑAME A QUERER es de la clase de filmes que me hacen sentir que se merecían mucha, pero mucha, mejor suerte. La he pasado de maravilla.
Comedia romántica de los años cincuenta del siglo pasado, interpretada por dos grandes actores. Doris Day fue la actriz que mejor dominó el panorama de la comedia norteamericana de las Postguerra. En esta obra encarna a la protagonista de una trama más seria que la habitual en ella, mientras Clark Gable se esfuerza con suficiente éxito en la representación de un papel más ligero que los habituales en él. Los componentes de enredo que contiene la película conservan la fuerza con la que fueron concebidos, en cambio no ocurre lo mismo con los elementos cómicos, que el tiempo ha deslucido, al menos, en parte. Destaca la corrección y la precisión de los diálogos, base del buen ritmo narrativo de la película y de su capacidad de mantener el interés del espectador. Son impecables la iluminación, el vestuario, el movimento de la cámara, los contrastes del blanco y negro, el decorado de los escenarios y el movimiento de los actores. La moraleja de la obra viene a decir que la experiencia y el estudio son dos fuentes de conocimiento complementarias y no excluyentes. El estudio es el caballo y la experiencia el jinete, dice Jim Gannon hacia el final de la obra.
El rey Clark Gable una vez más no desentona en esta comedia de la post guerra. Y es que a pesar de su aspecto torvo y un tanto tosco, nos es grato ver su corpulenta figura entrar al aula para conquistar a una bella Doris Day, que en esos años era la reina de la comedia.
Quizá Gable no era un dechado en la actuación, pero el magnetismo que su presencia le daba a las escenas, es digno de admirase. Le considero un actor muy espiritual. Son de esos actores de una madera muy especial (como lo fue Bruce Lee en su genero) y que aunque pudiéramos imaginar que Gable le imploraba a Doris enséñame a actuar y ella a él enséñame a querer…
La verdad es que cuando Clark Gable pisaba el plató, esto pasaba a segundo término.
El título en castellano no le hace justicia a esta comedia con contenido. cuyo título en inglés es EL NIÑO MIMADO DE LA MAESTRA (The teachers pet). Ya van dos filmes de Doris Day que he visto donde demuestra que es una buena actriz aparte de muy guapa: ésta y el clásico de Hitccock EL HOMBRE QUE SABIA DEMASIADO. Por su parte el Rey Gable consigue una buena interpretación en la que a menudo se burla de si mismo con ganas. Me esperaba la típica comedia americana con Doris Day y me encontré con una comedia bien hecha, buenos diálogos y un buen ritmo. Película muy recomendable. Si lo que buscas es simplemente reirte a gusto con Doris Day, busca, si no la has visto, PIJAMA PARA DOS con Rock Hudson.