Elvira, te daría mi vida pero la estoy usando
Sinopsis de la película
Una noche cualquiera, Gustavo, esposo de Elvira, sale a comprar cigarros. Nunca regresa. Elvira, de 40 años y madre de dos hijos, comienza una incansable búsqueda del amor de su vida. Las pistas la llevan a la conclusión de que su marido ha mantenido una relación en secreto. El desafortunado descubrimiento no la detendrá en su misión de encontrarlo.
Detalles de la película
- Titulo Original: Elvira, te daría mi vida pero la estoy usando
- Año: 2015
- Duración: 100
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Opinión de la crítica
Película
5.8
70 valoraciones en total
Uno de los discípulos latinoamericanos de Pedro Almodóvar a quien como Buñuel le salen replicas continuamente, en el caso del director de Elvira, te daría mi vida pero la estoy usando, Manolo Caro, se podría decir que es bastante interesante, al igual que su maestro mezcla continuamente el melodrama y el humor negro, parodiando y homenajeando el género, y a la vez adentrándonos en ese mundo femenino de mujeres en crisis sentimentales debido a la incomunicación con los hombres.
La historia cuenta la historia de Elvira, una mujer de clase media, con 2 hijos que lleva casada 12 años y a la que su marido abandona, desde ese momento entra en una crisis tanto sentimental como económica, de la que saldrá sacando rédito (económico) a sus lagrimas.
Me hubiera gustado que desarrollaran más a los personajes de Luisa y Eloy que se viera una transformación en ellas, y no fueran solo las laderas de Elvira.
Una película para un tipo de público especifico muy hipster, gay friendly, admirador de Almodóvar.
Entretenida, bien estructurada, quizás el final bastante típico, pero acorde con la propuesta.
Por tercer año consecutivo y precisamente en el mes de agosto, Caro estrena su más reciente film Elvira te daría mi vida, pero la estoy usando . La convocatoria se da mucho más discreta así como también lo es el hecho de ser la primera para cine y sin ensayos previos a través de la puesta teatral llevada a cabo con los trabajos que anteceden a la hoy comentada.
Elvira encarnada por la multifacética Cecilia Suárez, es una ama de casa dedicada al cuidado de los hijos que ha procreado con Gustavo, que una noche al no poder conciliar el sueño de uno de ellos y en el ambiente se percibe un tanto de ansiedad, éste decide ir por cigarros, salida que se prolonga por tiempo indefinido al que ella naturalmente sucumbe yendo en su búsqueda.
El rastreo de su marido se da entre situaciones lógicas y pero también un tanto inverosímiles —lo que podría dar al traste con el planteamiento inicial—, pero con flote aun cuando en la analítica del espectador se redujan y sean favorecidas por la tónica con que son narradas las vicisitudes de Elvira. La mujer se vale de tres mujeres a su alcance para lograr su objetivo, en primera instancia de la vecina, después telefónicamente de la recepcionista —compañera de Gustavo en el trabajo—, y por último de una amiga que ha emprendido su independencia con un negocio de muy buenas ganancias y que servirá hasta cierto punto a la protagonista para exorcizar la traición de su desaparecido marido.
Manolo Caro se deslinda bastante de la estructura melodramática y decide irse por la comedia dramática, con la desesperación de una mujer reacia a las creencias, convenenciera y poco hábil para afrontar sus realidades. Detalles valiosos que seguramente llamaron la atención de su actriz principal Cecilia Suárez y poder construir un personaje que cambia radical y justificadamente su imagen, además de comenzar el día con día sin antes cerrar lo que tenía abierto aunque eso implique mentir hasta las últimas consecuencias.
El director trae una película mucho más cuidada, pero deja ver algunos elementos que figuran a ser su sello, los que podrían tornarse como vicios: la incursión de españoles, en papeles sin mucho desarrollo, los llamados cameos de renombre con personajes espontáneos sin mucha aportación a la trama, la inserción del videoclip con gusto culposo, y los bosquejos de conciliación que la sociedad le debe a las minorías.
De las tres en su filmografía la más lograda.
Me gusto. De principio a fin. Aunque no lo parezca es difícil de confesar en México, donde las películas nacionales son infravaloradas y las criticas suelen venir de YouTube.
Primero, lo bueno:
Cecilia Suárez es magistral. Su Elvira no le pide nada a Carmen Maura. Suarez tiene talento en su rostro, voz y emoción.
El guión es divertido y los secretos se revelan de a poco.
Vanesa Bauche, de Amores Perros haciendo un personaje entre lo inocente y molesto.
Lo malo:
El momento musical no se siente natural e inevitable.
Los cameos de actores mexicanos conocidos, son varios e innecesarios.
Manolo Caro es discípulo de Almodovar. Para bien y Para mal.
El tercer largometraje de ficción del director teatral Manolo Caro, y cuarto en su filmografía, es el primero escrito especialmente para la gran pantalla y es también su filme más logrado y contenido. Y es también el primero en el que las referencias al cine de Pedro Almódovar no son tan visibles.
El filme es protagonizado por Cecilia Suárez, quien le da vida a la Elvira del título a quien, una noche y después de una discusión mientras su bebé llora sin cesar, abandona el marido con el viejo cuento de salir a comprar cigarrillos, lo que genera una obsesión en Elvira para encontrarlo.
Con la angustia y desesperación que esto le provoca, fija su único objetivo en hacer hasta lo imposible por descubrir a donde se ha ido, encontrando de a poco, y de maneras por demás obvias, pistas que le sugieren que su esposo (Carlos Bardem), se ha fugado con un amante unos años menor que él, a quien interpreta Luis Gerardo Méndez, actor que últimamente monopoliza todos los papeles de gay en el cine mexicano.
Así Elvira iniciará una obsesiva pesquisa, malgastando todo el poco dinero que le queda mientras encuentra ayuda en algunos personajes secundarios que aparecen con resultados diversos, como la recepcionista que interpreta la enorme actriz Mariana Treviño, de lejos lo mejor de la película, la vecina obsesivo-religiosa que interpreta Vanessa Bauche, el desaprovechado papel que toca hacer a Angélica Aragón como la madre de Elvira, así como la inconexa amistad de ésta con Eloy (Angie Cepeda), su única amiga y dueña de una funeraria a donde Elvira conseguirá un particular trabajo.
Como en todo el cine de Caro, las situaciones se van dando por casualidad, hay muchas decisiones que se antojan mero capricho, hay un número músical metido con calzador y algunas acciones de sus personajes resultan del todo incomprensibles, aun así, el resultado es positivo en comparación a sus películas anteriores, resultando su película más contenida aunque como siempre hay algunos excesos, (sobre todo en la interpretación de Suárez en una escena cerca del final), en una comedia dramática donde lo dramático tiene mayor peso específico pero el humor se percibe más genuino, en parte al trabajo de Cecilia Suárez, atinado excepto en la mencionada escena.
Sin llegar a ser una buena película, Caro da un paso adelante alejándose del acabado teatral de sus anteriores trabajos, pero lo negativo viene con el final del relato, donde Manolo Caro ajusticia y castiga a uno de sus personajes a la usanza del viejo cine nacional, en lugar de buscarle una salida más digna y acorde a los tiempos en los que vivimos, donde se busca que la sexualidad sea vista tan natural como es.
http://tantocine.com/elvira-te-daria-mi-vida-pero-la-estoy-usando-de-manolo-caro/
Los niños se ríen con las chorradas más imbéciles que sueltan los payasos en el circo. Este estado de inocencia y de risa fácil se vuelve áspero cuando llegas a adulto. Por eso, las comedias que tienen como función que el espectador reviente de risa les corresponde un papel harto difícil de realizar. Actualmente, muchas comedias se sujetan en el drama social que en muchas ocasiones de tanta tragedia te entra la risa. En este caso, las relaciones matrimoniales en la película Elvira te daría mi vida pero la estoy usando del director Manolo Caro ( solo el título ya es un tanto largo y peligroso, podía haber sido más explícito: Elvira, mándalos a todos a tomar por saco) pasan por una etapa delicada. La aparición de niños dentro de ésta genera a menudo desavenencias. El marido ( Carlos Bardem), un buen día, sin más, con la escusa de comprar una cajetilla de tabaco en la esquina se las pira de aquella casa de locos pequeños. Los niños son encantadores, pero aguantarlos noches tras noches de lloros así de pronto como que no está en sus planes. La mujer se siente incomprendida en medio del caos.
cinefiloninoindi