Elsa & Fred
Sinopsis de la película
Elsa y Fred es la historia de dos personas que, al final del camino, descubren que nunca es demasiado tarde para amar y hacer que los sueños se hagan realidad.
Nueva versión y adaptación hollywodense de la película argentina de 2005 del mismo nombre, dirigida por Marcos Carnevale.
Detalles de la película
- Titulo Original: Elsa & Fred (Elsa and Fred) aka
- Año: 2014
- Duración: 104
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Opinión de la crítica
Película
5.6
66 valoraciones en total
Veo en DVD Elsa & Fred , la película que, acerca de las relaciones
románticas en la tercera edad entre dos personajes radicalmente diferentes, dirige Michael Radford. En esta nueva versión hollywodense de la película argentina de 2005 del mismo nombre dirigida por Marcos Carnevale, es cierto que las actuaciones de Shirley MacLaine (una anciana rebosante de vitalismo) y de Christopher Plummer (un viudo que ha antepuesto las obligaciones al placer) son correctas y que el film logra conmoverme en dos ocasiones pero salvo eso, el realizador no consigue hacer convincente esa historia de amor que debería ser más íntima, más profunda, menos vaga y menos cómica.
Esta nueva versión (remake para los esnobs) americana de la cinta original argentina del mismo título con producción española, estrenada en el 2005, goza de los mismos aciertos y defectos que su predecesora.
El acierto es básicamente la calidad de sus protagonistas, el placer mitómano de contemplar a estas leyendas octogenarias como Maclaine y Plummer, a las que no desmerecen el gran Alexandre y China Zorrilla en una comedia amable de últimas oportunidades que no ocupará un lugar destacado en los anales del género. Y no lo hará básicamente por que el guión es de mínimos, trillado y previsible a más no poder. Un guión que funciona mejor en su premisas, cuando los personajes se encuentran y se aceptan, que el escaso desarrollo posterior y el hiperglucémico desenlace.
El polifacético Michael Radfor se limita a servir con corrección la puesta en escena para no estorbar a Plummer y Maclaine.
¡Cuánto te echo de menos, Elsa y Fred del 2005, porque tu versión americana tiene tan poco encanto, chispa y sabiduría que no sirve ni cómo guarnición de segundo plato!
Para quien no hay visto esa joya argentina, lo siento por haber accedido a ésta sin el placer de visionar antes la verdadera versión original que le da vida y que le da tantas vueltas, vueltas y vueltas que, la única sobresaliente ventaja de ésta es contar con un presupuesto desorbitado, sea el que sea, dado el desperdicio que han realizado con tan malgastado dinero y tan pobre, insulto e insustancial guión.
Para quienes hemos tenido la oportunidad de ver a los únicos e irrepetibles Fred Astaire español, un añorado, magnífico, tierno, carismático y entrañable Manuel Alexander, del que Chistopher Plummer tiene mucho que aprender y, una China Zorrilla como Ginger Roger que deslumbra simpatía, coqueteo, frescura y descaro con su sola presencia y sonrisa y a quien, una admirada -sin duda alguna-, de gran carrera profesional -no se cuestiona-, y mucho talento -probado sobredamente- Shirley Maclaine, no le hace sombra, se mire por donde se mire, al menos en cuanto a la comparación de relatos.
Y a lo mejor ese es mi fallo, no poder olvidar el constante recuerdo de su gustoso sabor mientras aún tengo en el paladar el desaborido, soso de ésta pero, es prácticamente imposible negar que no hay originalidad, salsa o atracción en Elsa y Fred del 2014 que no proceda, rememore o tienda a añorar a esa estupenda, fantástica, deslumbrante y de máxima energía y vibración sentida con emoción, sentimiento y gran pureza de pasión espontánea comedia dramática de un Marcos Carnevale que debe estar riendo viendo el fatal uso direccional que ha logrado Michael Radford con esta nueva, no mejor, ni por los siglos de los siglos, entrega de la que sigue siendo única, irrepetible e incomparable, visto lo visto.
Según se dice, la hierba en el campo del vecino siempre es más verde que en la propia, que la piruleta de tu hermana siempre es mejor que la tuya y que la empleada le ha dado el mejor pastel a la de delante pues, quédate con tu preciosa tierra de acento y carácter indiscutible, disfruta de tu sublime golosina de efervescencia pica-pica grandiosa y come lenta y dulcemente tu tarta de manzana porque hay delito, por desgracia sin castigo ni culpa por nadie reconocida aunque, culpables para castigar los hay y, no voy a caer en la condescendencia de perdonar, aprobar o aplaudir lo que está tan lejos, aturado y fuera del alcance de quien le dio vida para su creación y nacimiento.
Por favor, téngase en cuenta, como ley no escrita, evitar el tiempo de realizar versiones que no mejoren o igualen al original, por respeto a los anteriores, al público y al personal posible de la nueva remesa, ¡todos saldremos ganando!
lulupalomitasrojas.blogspot.com.es
De todos es bien sabido la costumbre de Hollywood de realizar remakes de exitosas películas no estadounidenses. A pesar de que ha sido algo habitual desde los inicios del cine, por ejemplo, podría citar el caso de Ben-Hur , uno de los filmes más laureados en los Oscar, no es más que un remake homónimo de una de las cumbres del cine mundo, llevado a cabo por su propio director Cecil B. DeMille. Esta práctica se ha incrementado en estos últimos años, habiendo una invasión de refritos que inundan las carteleras de cine, las estanterías de los vídeoclubs y las fichas de las plataformas digitales. Personalmente, nunca me ha gustado demasiado porque evidencia falta de ideas, sin embargo, hay algunos casos, como el anteriormente citado, que si el filme en cuestión se aborda desde el respeto, puede resultar una experiencia gratificante.
En esta ocasión, el veterano cineasta Michael Radford, responsable, entre otras, de la genial adaptación cinematográfica de 1984 , la clásica distopía de George Orwell, y de El cartero (y Pablo Neruda) , por la que fue nominado a los premios Oscar, es el encargado de volver a llevar a la gran pantalla esta historia, de la cual no ha cambiado apenas ni un ápice.
La premisa se centra en Fred, un hombre octogenario convencional, serio y responsable, que tras quedar viudo, se siente desconcertado y angustiado por la ausencia de su mujer. Ante este hecho, su hija lo anima a mudarse a un apartamento más pequeño. Es entonces cuando conoce a Elsa, una mujer llena de vitalidad y con una imaginación desbordante. A partir de ese momento, ella irrumpe en su vida como un torbellino dispuesta a demostrarle que el tiempo que le queda es precioso y debe disfrutarlo como le plazca.
Como decía anteriormente, su director no ha cambiado apenas ni un ápice de esta sencilla historia, incluido el sentido homenaje al gran clásico de Federico Fellini, La Dolce Vita , una de las películas más impresionantes de la historia del celuloide. A pesar de repetir prácticamente toda su premisa, cuenta con un dúo protagonista de alto octanaje, dos grandiosos intérpretes que, sin lugar a dudas, elevan la calidad de la película, como son Shirley MacLaine y Christopher Plummer. Es necesario recordar que MacLaine debutó en la gran pantalla en un filme de Alfred Hitchcock ( Pero… ¿quién mató a Harry? ), y a lo largo de su larga trayectoria ha trabajado con los directores más grandes: Billy Wilder, William Wyler, Robert Wise, Vincente Minnelli, Vittorio De Sica, Mike Nichols o Don Siegel, entre otros muchos, asimismo, ha sido cinco veces nominada a los Oscar, siendo galardonada en una ocasión (en 1983 por La fuerza del cariño ). Por otro lado, Plummer es conocido especialmente por protagonizar (junto con Julie Andrews) el clásico musical Sonrisas y lágrimas , y huelga decir también que ha trabajado con los más grandes: Sidney Lumet, Anthony Mann, Robert Mulligan, Blake Edwards o John Huston, además, recientemente ha sido galardonado con un premio Oscar (por Beginners ). Ambos forman una pareja maravillosa, deliciosa y entrañable, que justifica con creces el visionado de este remake, realizado desde el respeto, del que se puede afirmar, simple y llanamente, que funciona como un homenaje al original, protagonizado por los también grandes Manuel Alexandre y China Zorrilla.
Destaca además, su mensaje optimista, mostrando que la certeza del amor, el hacer realidad los sueños, y las ganas de vivir la vida plenamente disfrutando de las pequeñas cosas, no entiende de edades… ya lo expresa claramente el refrán: nunca es tarde, si la dicha es buena , asimismo, al igual que en el original, el precioso homenaje al clásico de Fellini La dolce vita es fantástico, con una Maclaine recordando y referenciándose a si misma como una de las grandes actrices de la historia del séptimo arte, de igual modo que el inteligente buen uso de la fotografía para engrandecer, aún más si cabe, el momento.
En definitiva, esta nueva versión de Elsa y Fred respeta la esencia del original, gracias al sustento de su impresionante pareja protagonista, con una premisa maravillosa por su sencillez y honestidad, siendo una propuesta verdaderamente reconfortante, y por supuesto, recomendable.
Particularmente, por unos u otros motivos, no he tenido la suerte de ver el film original de Marcos Carnevale del que tan bien se habla y que es objeto de este remake. Lo que sí que he podido hacer es buscar información sobre el mismo, y más que menos, la historia que presenta Michael Radford es idéntica al film original. ¡Claro! No podía ser de otra manera siendo un remake… En consecuencia, pocas o casi ninguna sorpresa encontrarán aquí los que en su momento visionaron la película del 2005, a ellos en esta película del 2014 les queda empatizar con la muy buena actuación de Christopher Plummer y Shirley MacLaine, a los demás se nos ofrece también la posibilidad de disfrutar con esta historia de amor en plena vejez.
Y es que esto es básicamente lo que ofrece este film, una emotiva y divertida visión a los últimos años en la vida de dos ancianos viudos, Elsa y Fred, que se enamoran y que deciden empezar un romance contraviniendo o desoyendo los consejos de sus familiares que les dicen cómo deben comportarse y lo que deben hacer o no hacer. A veces olvidamos que los ancianos no son niños (aunque algunos se comporten como tales) y que, en la medida que les sea posible, deben regir ellos mismos su propia vida y tratar de ser felices. En consecuencia, el film nos habla de todo esto: del amor, del envejecimiento, de la familia y también de cumplir sueños imposibles eternamente postergados.
Quizás sea una historia más o menos predecible, que remite a mil tópicos y que puede no sorprender si se ha visto el film original… pero bueno, funciona gracias a la natural actuación de Christopher Plummer y de Shirley MacLaine que han disfrutado lo suyo recuperando un rol protagonista en primera plana. Ambos intérpretes con 86 y 84 años siguen demostrando estar plenamente capacitados para poder con todo el peso de un film de 97 minutos de duración. Su actuación destaca por su naturalidad y por sus ganas de empatizar y ganarse al público (sobre todo ella) a través de estos dos agradecidos personajes de personalidades bien diferentes.
En conclusión, ‘Elsa y Fred’ es un remake que se sostiene bien por la destacada labor de sus veteranos protagonistas que se divierten haciendo cómplices a los espectadores/as de su tardío romance. Un film que ahonda en el paso de los años y en el amor, un poderoso sentimiento para que el no hay edad ni tampoco límites… como tampoco los hay para soñar con aquello que nos parece imposible, así nos lo demuestran Elsa y Fred.
-Lo mejor: Christopher Plummer y Shilery MacLaine. Algunas divertidas situaciones como la del cuadro de la difunta esposa de Fred.
-Lo peor: Se explota muy poco la relación de Fred con su nieto que podría haber dado bastante juego.
-Más en: http://www.cineycine.com