El último puente
Sinopsis de la película
Helga, una joven médica alemana que trabaja durante la Segunda Guerra Mundial en un hospital militar en los Balcanes, es secuestrada por los partisanos yugoslavos. Al principio intenta huir, pero luego comprende que no puede negarles su ayuda médica. Más adelante se desata una epidemia de tifus en el campamento de los partisanos y la necesidad de medicinas lleva a la doctora a sacarlas de contrabando del hospital militar alemán. El puente que separa los campamentos enemigos se convierte en el persistente símbolo de lo irracional de la guerra.
Detalles de la película
- Titulo Original: Die Letzte Brücke (The Last Bridge)
- Año: 1954
- Duración: 102
Opciones de descarga disponibles
Si lo deseas puedes descargar una copia de esta película en formato 4K y HD. A continuación te detallamos un listado de posibilidades de descarga directa activas:
Opinión de la crítica
6.8
96 valoraciones en total
Admirable coproducción austro-yugoslava con importante participación alemana (entre otros el director y su coprotagonista, Bernard Wiki (como Boro partisano yugoslavo) tb director de la magistral y posterior El puente.
Las tribulaciones de una doctora del ejército alemán en la Yugoslavia ocupada, Bosnia Central, secuestrada por los partisanos inmersos en una desesperada situación sanitaria que luchan denodadamente contra los invasores y los fascistas, que se van sucediendo. Así el contingente nazi en el que sirve una jovencísima María Schell viene a relevar a los italianos, que en una constante de su historia militar huyen y cambian de bando. Los ustachas, fascistas y genocidas croatas también estarán presentes durante el desarrollo espacio-temporal del filme, ya que este se mueve en las cercanías del Neretva. Con un puente como objetivo último, a salvaguardar para unos y para volar para otros y cortar el avance de los invasores.
Los personajes están tan bien dibujados en sus características personales como verosímiles y realistas resultan en el avance argumental. María Schell pasa de ser una preciosa y exultante joven enamorada a la toma de conciencia y de decisiones contra todo y todos.
El resto de personajes bascula según el bando al que pertenece,unos con matices , otros sin por su más limitada huamnidad. Si bien siempre con gran amor a los detalles geográficos e históricos, emotiva y excepcional, la anciana musulmana, Boro y su compañera partisana o el veterano doctor alemán.
Rodada en la Yugoslavia de la Postguerra, solamente nueve años después del fin de la guerra y genocidio, la película sirve tb de valiosa prueba documental sobre este país. Tanto por lo visible en el filme (especial atención merece la muy preminente huella turca en las aldeas de la zona), como por alguna frase de guion que nos dice mucho sobre la política titoista. Notable verismo y total ausencia de propaganda y de denigración antiyugoslava , lo que la convierte aún más en excepcional. Vista la contaminación posterior a manos de medios y autores occidentales que falsificaron toda la historia yugoslava para culpabilizar y facilitar la destrucción de esta nación balcánica en la guerra civil yugoslava de la década de los años noventa.
Helga Rainbeck es una enfermera alemana que, en la Mostar ocupada por los italianos en 1943, durante la segunda guerra mundial, es secuestrada por partisanos yugoslavos para curar a su doctor herido.
Con un estilo fuertemente neorrealista, gracias a la fotografía sobreexpuesta y a la expresividad seca, algo ascética, del director alemán Helmut Kautner, esta coproducción germano yugoslava, cuenta con la atractiva presencia de la actriz austríaca Maria Schell que consigue levantar, con su mera presencia, el vuelo de esta a ratos interesante a ratos plomiza descripción de la vida a salto de mata de los partisanos yugoslavos y del progresivo síndrome de Estocolmo que va embargando a la protagonista.
La película bascula entre el reportaje etnográfico y los buenos sentimientos de la postguerra, con un distanciamiento expresivo asépticamente correcto, que en ningún momento parezca sentirse a gusto un director de personajes, y no de escenarios, como Kautner, en un rodaje hecho fundamentalmente entre parajes montañosos en el que se acaba por caer en la descripción documentalista, interesante y bien narrada, pero de una gelidez expresiva algo minimalista.
A destacar el papel del director austríaco Bernard Wicki como líder de los partisanos, famoso por su obra El puente (1959) o por su participación en los episodios alemanes de la extraordinaria El día más largo (1962)