El último gran mago
Sinopsis de la película
Cuando Harry Houdini (Guy Pearce), el famoso mago escapista, llega a Edimburgo en su gira mundial, ofrece una gran recompensa a la persona capaz de ponerse en contacto con el espíritu de su madre recientemente fallecida. Mary (Catherine Zeta-Jones), una atractiva y misteriosa médium y parapsicóloga escocesa, acepta el desafío atraída por el dinero. Houdini hará todo lo posible por desenmascarar a la misteriosa mujer, pero no podrá evitar sentirse cada vez más atraído por ella…
Detalles de la película
- Titulo Original: Death Defying Acts
- Año: 2007
- Duración: 97
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Opinión de la crítica
Película
4.8
73 valoraciones en total
Analizaré esta película desde dos puntos de vista que a mí me habría gustado tener claros antes de haber ido a verla:
1. La película no sirve para conocer la vida del gran mago Houdini.
2. La película tampoco cumple la función de entrenimiento para la que fue concebida.
En cuanto al primer punto de vista, pasando por alto que han representado al célebre mago en una versión depilada y anabolizada (invito a los usuarios de filmaffinity que busquen imágenes del auténtico Houdini), práctica de todos conocida en el mundo del celuloide, no resulta menos chocante las licencias que se han tomado para narrar los hechos de la vida del famoso escapista. Se nota que han intentado encasquetar una historia de amor y magia (aprovechando el tirón taquillero de otras películas como The Prestige o El Ilusionista ), y qué mejor mago que Houdini, habrán pensado. Pues manos a la obra, retocamos un poco su biografía, especialmente su aburrida vida sentimental, metemos también a la turgente Zeta-Jones y voilá , ya tenemos éxito garantizado.
Bueno, pensaréis, tampoco necesitamos que una película refleje fielmente la vida de su personaje principal, cuando éste es real, para que pasemos un rato divertido. Pero en El último gran mago las cosas pasan despacio, tan lentamente que la historia no logra atraparte. Es curioso que una película de esta temática carezca de magia , pero así es. La historia de la hija de la protagonista tampoco llega a nuestros corazones, quedando como un vano intento de provocarnos la lagrimilla fácil.
De la quema se salva Guy Pearce, que realiza su labor con veracidad, dándole al personaje que encarna el carisma que le falta al resto del plantel de actores.
Tras el éxito de El Ilusionista o The Prestige parece que el subgénero de magos ha resurgido con fuerza en nuestra cartelera. Ahora le toca el turno a esta cinta, inspirada en el enigmático escapista Houidini, y con aire a clásico, pero que deja bastante de lado la intriga y sorpresa de los trucos de magia para centrarse en el drama romántico.
El visionado se hace interesante gracias a la poderosa presencia de Catherine Zeta Jones, que vuelve a la picaresca de Velma Kelly, a lucir pelo corto y marcarse algún bailecito, su hija Saoirse Ronan (nominada al Oscar este año por Expiación ) también despunta como una joven promesa. Por su parte, Guy Pearce también realiza una buena encarnación del mago, y es que, al parecer estudió bastante la vida del personaje antes de meterse en su piel, pues se dice que tenía la espinita clavada tras escapársele el papel protagonista en El Ilusionista
En resumen, una buena opción, aunque se trata de una cinta que no conecta especialmente con el público, y que no resalta en ningún aspecto especialmente, dejando pocas cosas para el recuerdo.
Lo mejor: algunos momentos entre la Zeta Jones y Guy Pearce.
Lo peor: el final es un poco aburrido.
El reciente éxito de películas en las que los trucos de magia eran los protagonistas provocaron que esta película centrada en la figura de uno de los magos más famosos de la historia, Harry Houdini, retrasara su fecha de estreno para no verse eclipsada por sus predecesoras. De cualquier modo la película también puede salir beneficiada al atraer al público que quiera ver un producto en la línea de El ilusionista o El truco final. Aunque estas dos no fueran perfectas, la primera pecaba de previsible y la segunda de enrevesada, contaban con una historia intrigante e interesante y con unas actuaciones de primera. Lamentablemente aquí no hay ni de lo uno ni de lo otro.
El último gran mago (mejor no hablar de la traducción del título) desperdicia lo que podría ser una gran historia de suspense y atracciones fatales para decantarse por el drama romántico, que podría estar bien sino fuera por la forma tan poco interesante en la que nos lo cuentan, aderezado con una obsesión por los progenitores difuntos que acaba resultando cargante. La pareja formada por Guy Pearce y Catherine Zeta-Jones no tiene química alguna, él está simplemente correcto pero no me creo para nada la evolución del personaje de ella. Por otra parte, quien espere ver trucos de magia y escapismo se decepcionará totalmente pues tan sólo son una anécdota de la cinta.
Lo mejor es sin duda alguna la actuación de la niña, Saoirse Ronan, que ya demostró el talento que tiene en la gran Expiación, pero aquí es que se come a sus compañeros de reparto con papas fritas. Y poco más que se pueda salvar, ya que aunque está bien que enfoquen el asunto de la magia de forma realista una pirueta de guión en el desenlace me hace dudar al respecto. Lo único que nos queda es una profunda decepción, pues esta vez nos han vendido el gato por liebre como hace tiempo que no lo hacían.
Es una película que engaña, fui a ver la película esperándome cualquier cosa menos un romance…
Aunque después de haber visto el truco final…, supongo que esto me ha sabido a poco.
Los primeros 30-45 minutos la película está genial, engancha, metiéndote en la historia queriendo ver al gran mago en acción, algún que otro toque de humor. Pero más tarde se convierte en algo repetitiva, sin que te esperes nada más de ella. Llega un momento que se te hace larga la película, y eso que es cortita. Buenas actuaciones en general, sobre todo la de Timothy Spall, me ha encantado y Guy Pearce también, la que no me ha convencido es Catherine, no me gusta cómo interpreta el papel, eso, o que no le pega.
No le pongo menos nota porque la película ha hecho que me interesase mucho por este mago, así que algo de interés te mete en el cuerpo.
No recomendaría esta película para verla, y menos si estás interesado en el mago (real) ya que no cuenta lo que uno de verdad quiere saber.
El último gran mago, dirigido por Gillian Armstrong y centrado en la historia de Harry Houdini, un famoso mago escapista del primer cuarto del SXX obsesionado con la idea de poder contactar con el más allá y poder hablar con su difunta madre, a la que estaba muy unido, llegando a ofrecer 10.000 dólares a quien consiga establecer contacto mediante una prueba. Este film narra cómo Houdini, correctamente interpretado por Guy Pearce, llega realizando su gira a Edimburgo, donde vive Mary, nefastamente interpretada por Catherine Zeta-Jones, una buscavidas que acompañada de su hija se gana el sustento haciendo creer a los espectadores de su función que es capaz de contactar con el más allá en medio de una serie de bailes semieróticos tan absurdos como negativos para el papel de médium. Mary no dejará escapar la oportunidad de ganar la recompensa ofrecida por Hary, a la vez que éste sentirá una repentina atracción por esta misteriosa mujer…
Decepcionante película que bajo un título que induce a pensar que nos encontraremos con trucos imposibles al estilo de El ilusionista cuando realmente es un drama romántico que se sirve una vez más del sobre explotado tópico de chico rico que se enamora de chica pobre, con la salvedad de que esta vez sus protagonistas son personas relacionadas con el mundo de la magia o el espectáculo, pero que pese a lo atractivo que pueda resultar la idea, convierten a la historia en aburrida, insustancial y carente de todo interés, hasta el punto de que te levantas de la butaca con la sensación de que no sólo se ha perdido tu tiempo, sino la oportunidad de contar la historia de Harry Houdini desde un punto de vista diferente, con el que seguro hubieran obtenido mejores resultados.
En cuanto a la interpretación, como apunté anteriormente, es nefasta. No tanto por el papel de Guy Pearce, ni por el de los secundarios Timothy Spall, un poco encasillado en un papel similar al desempeñado en Sweeney Todd o Saoirse Ronan, donde quizás esté lo mejor de la cinta. Es nefasta por culpa de la protagonista: Catherine Zeta-Jones aparte de lucir figura y demostrar que es una de las maduritas del momento, no hace nada más. En ningún momento es capaz de transmitir la sensación de médium, sus contactos con el más allá son irrisoriamente lamentables y todo lo que hace resulta artificial y forzado.
Los demás aspectos técnicos de la cinta no van mucho más allá, en definitiva… una decepcionante película enmascarada tras la atractiva leyenda del gran Houdini.