El último exorcismo
Sinopsis de la película
Tras una carrera ayudando a los devotos a través de plegarias, el reverendo evangelista Cotton Marcus (Patrick Fabian) invita a un equipo de rodaje a que le sigan para documentar sus últimos días como exorcista en una pequeña población sureña y rural de Louisiana. Pero su fe pronto se verá puesta a prueba cuando se encuentra con Nell (Ashely Bell), una adolescente presa de posesión demoníaca que hará que Marcus se tenga que enfrentar cara a cara con el mismísimo diablo… Producida por Eli Roth, creador de la saga Hostel, el film fue nº1 de taquilla en USA.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Last Exorcism
- Año: 2010
- Duración: 87
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Opinión de la crítica
5.1
80 valoraciones en total
Pudiera parecer a simple vista que la película no tiene ningún punto de partida original o interesante, pero no es así. Pelis de exorcismos ya se habían hecho… pues sí ¿y qué?
Fuentes, ahilas. La más obvia, si me permiten, es el [REC] de Balagueró y Plaza, que, sintiéndolo por aquellos que no comprendieron lo cojonudo de la idea, tenía una idea cojonuda. También hemos tenido últimamente ejemplos de falsos documentales en clave de terror, como la extremadamente cutre Paranormal Activity, que fue un exitazo de taquilla y eso deja poso, sin duda. El último exorcismo también es un falso documental, pero mucho más interesante y elaborado.
Aunque tenga algo de refrito, también tiene valores propios:
-El planteamiento se desarrolla de manera bastante acertada, a mi entender. No puedo explicarlo mejor para no dejar spoilers, pero digamos que a lo largo de la cinta se van produciendo cambios de registro dentro de la historia. Eso de empezar viendo una peli y terminar con otra completamente distinta tiene su punto.
-Por momentos consigue plenamente su objetivo, ese de las pelis de terror: asustar, inquietar, molestar, desagradar… cada uno que lo llame como quiera.
-Aunque el prólogo se hace algo lento, el ritmo va ganando según avanza la historia que, además, está bastante bien resuelta, de un modo ágil y eficaz.
¿Para cuándo una de niño endemoniado? También pueden ser poseídos los señores con bigote, los músicos de rock, los dentistas, las profesoras de matemáticas, las azafatas de telecupón (o similares), los controladores aéreos, los alcaldes de Madrid (o similares)… No sé, digo. Tanta niña, tanta niña… ya cansa.
Igual será el último exorcismo practicado por el reverendo guaperas éste, de acuerdo, pero lo que tengo muy claro —por desgracia— es que no será el último que veamos en una gran pantalla. Y conste que cuando digo ‘por desgracia’ no lo digo porque no me gusten los exorcismos. Ni mucho menos. Lo digo porque lo que no me gustan son los exorcismos verbeneros. Los exorcismos-chapuza. Los exorcismos con los que, en lugar de cagarte de miedo, acabas pegándote un jartón de reír que te cagas. Que no es lo mismo. Y éste, concretamente, que parecía evolucionar de forma más que correcta hasta los últimos cinco minutos, pues nada, más de lo mismo: mucho giro, mucha pirotecnia y todo el trabajo anterior, a la mierda.
Una verdadera lástima, en serio, porque El último exorcismo —si exceptuamos el final— no es una mala película. En primer lugar, porque no abusa de los tópicos del género. Y, en segundo, porque su taimado retrato de la América profunda es sencillamente escalofriante. Pero, ay, ese final… Ese final lo estropea todo, amigos. Eso creo, vamos.
Cinco humeantes estrellitas, pues, para una peli que empieza a acojonar demasiado tarde y que, cuando lo consigue, va y lo remata de la forma más burda y zafia posible. Aún así, algo mejor que El rito y que La posesión de Emma Evans , por ejemplo. Lo cual —pa que nos vamos a engañar— tampoco es gran cosa. En fin…
La verdad es que cuando uno va al cine entregado a sufrir una hora y media, generalmente sufre. Pero esporádicas excepciones como esta, resultan placenteramente positivas. Convencional en cierta medida, y aparatosamente efectista, escasa originalidad y muy buenas intenciones conforman la receta de turno. Pero tiene sus buenos momentos, y traza un espectáculo más que decente, teniendo en cuenta la mediocridad del cine de terror en nuestros días. ¿Da miedo? Repito, tiene sus buenos momentos y pertenece al género cuya función primordial (casi singular) es provocarlo en el espectador. Está rodada bajo un estilo de falso documental, por ende los detractores de Rec, The Blair witch proyect y similares trabajos, ahórrense el visionado. Finaliza de la única manera que puede. Recomendable.
Otro film de terror con estilo documental intentando aportar una textura que transmita veracidad y mal rollito. Tras el taquillazo inexplicable de la mediocre Paranormal activity, pues ahora toca un exorcismo a cargo del consabido cura con crisis de fe. La premisa no es nada original, pero consigue algunos instantes inquietantes y una conclusión que revaloriza algo la apuesta, en mi opinión.
Cotton (sobresaliente Patrick Fabian) es un simpático predicador consciente de que la religión es ante todo mercadotecnia: ver al respecto la hilarante secuencia en la que demuestra que puede decir lo que quiera en misa mientras lo acompañe de un ¡Aleluya!, como una receta de pastel de plátano, y sus fieles le proclamarán igual. Él justifica su actividad como exorcista, afirmando que tan sólo da lo que le piden y sin hacer daño a nadie. Al contrario: si psicosomáticamente piensan que están poseídos y tras creerse el fraudulento ritual, se les pasa la chifladura, pues su valor terapéutico tiene, ¿no?
Así que, acompañado por un par de periodistas, se encamina a realizar su canto de cisne como exorcista a un remoto pueblo de white trash sureños, equipado de suficiente parafernalia y efectos especiales como para meterse a los paletos en el saco. Pero por primera vez en su vida, se encontrará cara a cara con una adolescente poseída por Abalam, monarca del averno, señor de las pústulas, emperador de los juanetes, vicepresidente de Endesa, y bla, bla, bla. Éste putea sin cesar a la joven con mil y una perrerías, obligándola a ejecutar una colección de contorsiones tipo pino-puente que ni los del Cirque du Soleil, para alucine y desesperación del equipo, ante lo que deberán hacer frente a la endemoniada o salir por patas.
No es nada del otro mundo, pero tiene cierto aprovechamiento del modelo documental, un juego de efectos de sonido y una ambientación bastante apañaos, con una resolución que descubre que la cosa estaba más currada de lo que parecía en principio. Total, que con cuatro duros, quien quiere, puede. Lo malo es que uno tiene la sensación de que ya le han contado bastantes veces esta historia, pero con trípodes estabilizando la imagen. Aún así, una curiosidad baratilla medianamente entretenida para ver en casa, sin más.
(Parece que algunos quedan confundidos por el final, mi interpretación en spoiler).
Me gusta ver películas de terror y de suspense, aún a sabiendas de que la mayoría de estas son pésimas y nunca se valoran como cine sino que se destierran mas bien al olvido.
Sin embargo, me gusta, porque cuando entre toda esa porqueria aparece una cinta que logra lo que buscas pasarlo mal y sentir miedo y expectación te sientes recompensado.
He leído malas críticas de esta película en su mayoría pero a mi me ha sorprendido gratamente.
Seguimos la mecánica cámara en mano de Rec, Monstruoso, El proyecto de la Bruja de Blair y tantas otras, pero no lo considero imitación ni algo repetitivo sino una forma diferente de filmar que hace que nos sintamos mas protagonistas y espectadores y así es como recomiendo verla como protagonistas de una experiencia aterradora que nadie conoce. También la recomiendo en versión original, he visto el trailer doblado y es pésimo y eso que aprecio muchísimo el doblaje en nuestro país.
El argumento sorprende y nos enseña una historia de exorcismos diferente, contada a través del reportaje que un evangelista pide que le hagan para denunciar la farsa de los exorcismos y la palabrería en temas religiosos, siendo él el primer farsante y teatrero cuya labia lo puede todo. La personalidad y cercanía que irradia este personaje hace que te identifiques mas con el y que la historia sea mas creíble. No estamos ante el cura que va a expulsar al demonio a una casa.
Una vez metidos en materia nos encontramos con Louis (Louis Herthum) que vive en una pequeña granja junto a Nell (Ashley Bell) su hija que teme que este poseída y su siniestro y poco acogedor hijo.
La interpretación de Ashley Bell, a la que ni siquiera conocía hasta ahora es simplemente espectacular, consigue asustar y dar miedo sin maquillaje ni efectos especiales, a la par que resultar encantadora.
La cinta asusta, te mantiene en tensión y cierra de la mejor forma posible con una final inesperado, original e impresionante, que por lo que he leído es lo que muchos critican, en mi opinión por no entenderlo. Lo explicare en los spoilers, por si acaso.
Me lo he pasado como un enano viéndola, me ha sorprendido gratamente y espero que ocupe con los años una posición importante dentro del cine de terror. Lo merece mas que otras.