El trío fantástico
Sinopsis de la película
Tres titiriteros deciden dejar sus miserables vidas y formar El trío fantástico , una banda en la que cada uno desarrollará sus habilidades: Echo, el ventrílocuo, se hará pasar por una vieja y amable abuela que regenta una tienda de pájaros. Tweedledee, el hombre de veinte pulgadas , se convierte en su bebé, y el forzudo Hércules es su ayudante. Muy pronto, la pajarería se convierte en el centro de una ola de delitos de increíbles dimensiones.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Unholy Three
- Año: 1925
- Duración: 86
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Opinión de la crítica
Película
7
37 valoraciones en total
Tod Browning fue un tipo peculiar. Muchas veces se utiliza su pasado, como miembro de un circo (en el que llegó a realizar funciones diversas, desde el cadáver que resucitaba después de estar enterrado, hasta cantante) para justificar sus películas. Y es cierto que el director recurre en muchas ocasiones a sus galerías de Freaks para sus películas, pero quedarnos simplemente en este fenómeno sería a todas luces injusto con la rica personalidad de Browning.
El trío fantástico fue la segunda colaboración con Lon Chaney, el hombre de las mil caras, con quien ya había colaborado en Fuera de la Ley (1920), pero de cara a su relación futura, podríamos decir sin miedo a equivocarnos que es aquí donde empieza a forjarse la leyenda. El trío fantástico es la primera película en la que Browning empieza a mostrar su singularísima personalidad, en la que deja el mundo comercial de Hollywood (The Wicked Darling 1919) para ofrecernos una película mucho más oscura y en la que el mundo de los Freaks hace acto por primera vez en su carrera, de una manera totalmente sólida. De Hecho, nada más empezar la película observamos una escena muy característica del cine de Browning, en la que vemos una feria circense, donde se encuentran nuestros personajes principales.
Ya en esta galería de Freaks, se nos muestra la deformidad (el enano interpretado por Harry Earles, que volvería a aparecer en la película de Freaks) y la separación que existe entre el mundo de los incapacitados (por la sociedad, no por ellos mismos, porque de hecho muestran una inteligencia que el mundo corriente no es capaz de mostrar) y la sociedad corriente. Degradante espectáculo moral donde la sociedad americana que se recrea ante la visión del mundo de las deformidades, los seres que por diversas razones no forman parte del estándar de la sociedad. Esto no es un invento de Browning ni un delirio de su imaginación, sino que forma parte de la sociedad americana de aquella época (incluso también de la inglesa y en menor medida del resto de Europa) que tenía una absoluta predilección por este tipo de ferias y experimentos sociológicos. No se puede elaborar una crítica de Browning sin hacer alusión a este tipo de espectáculos, porque desde luego forman parte la idiosincrasia americana.
El mundo del comerciante Barnum (uno de los empresarios más sinvergüenzas que ha dado los Estados Unidos, y ya es decir) que fue uno de los primeros en iniciar este tipo de ferias ambulantes, es pues el caldo de cultivo de las películas de Browning. ¿Buscaba el espectador de las películas de Browning asistir a una especie de película filmada de lo que se podía encontrar en las ferias de Barnum? ¿Era la curiosidad, el morbo, lo que le impulsaban a ver las películas de Lon Chaney, en las que el actor se transfiguraba totalmente para convertirse en un ser totalmente diferente?
En cualquier caso, el trío fantástico aún es reticente a mostrarnos una verdadera configuración de la deformidad. Los freaks aparecen como los protagonistas principales de la película, pero Browning físicamente tampoco los construye de una manera muy alejada a la constitución física del espectador. De hecho, Lon Chaney, que llegó a convertirse en seres totalmente surrealistas, en películas del propio Browning como La casa del horror (1927) o Más allá de Zanzíbar (1928), en las que muchas veces tenía que realizar papeles de tullidos (recordemos también el impacto de la Guerra mundial en los espectadores) en esta película su papel queda bastante reducido. Chaney es un ventriloquista en la feria y en sus disfraces la única raya que cruza es la del travestismo al tener que hacer de una aparente apacible anciana. Por otra parte, resulta ser el único personaje lleno de bondad dentro de los Freaks, cosa que choca bastante con los papeles de enfant terrible que le asignaría Browning en películas posteriores. Seguramente a Browning aún le faltaba confianza para realizar una verdadera galería del miedo.
En todo caso la película, pese a tener un guión que quizá goza de ser demasiado ingenuo (la reconciliación final del jurado es a todas luces imposible) tiene algunas secuencias de suspense que nos recuerdan perfectamente momentos del cine actual, a saber: Entra el comisarió de policía mientras Harry Earles esconde el botín en un elefante de juguete, el policía coge sin saberlo el elefante, mientras todos los personajes miran angustiados esperando que no se descubra el pastel. O la secuencia final del jucio, donde la condena a muerte parece segura para el inocente, mientras Lon Chaney se debate internamente entre confesarse o no.
http://neokunst.wordpress.com/2013/12/08/mundo-mudo-el-trio-fantastico-1925/
078/02(01/03/10) Entretenida cinta muda, que como casi todas las de la época peca de bastante candidez e inocencia, guión poco verosímil, el tiempo las ha maltratado, pero siempre quedaran sus valores antropológicos. Dirigida por uno de los realizadores más turbadores de la historia del cine, Tod Browning, al que le encantaba el mundo de los ‘monstruos humanos’ de feria, le gustaba mostrarnos que se escondía tras lo que les hacía diferentes al resto, como demostró en esta, en ‘Garras humanas’ o en la que es el icono de este tipo de films ‘La parada de monstruos’, autentica jungla de ‘seres raros’. Protagonizada por el actor fetiche del realizador, el famoso Lon Chaney, el maestro y pionero de los disfraces y del maquillaje, apodado ‘El hombre de las mil caras’, como curiosidad era hijo de padres sordomudos y por ello su gran capacidad comunicativa en la pantomima, asimismo participa el gran en todos los sentidos Victor McLaglen, oscarizado por la maravillosa ‘El delator’, actor habitual de John Ford, casi siempre teniendo como compañero a John Wayne. El argumento se centra en un trío de feriantes con diferentes habilidades, uno es ventrílocuo y líder del grupo, Echo (Lon Chaney), otro es la fuerza bruta, Herculés ( Victor McLaglen), y el tercero es Willie ‘Midget’, (Harry Earles), un hombre pequeñito que se hace pasar por bebe, estos tres junto a la pareja de Echo, Rosie O’Grady (Mae Busch), forman una banda que se dedicaba a desvalijar casas a través de una trama demasiado rebuscada. Se hizo un remake en 1.930, con Chaney también de protagonista. La cinta hace una radiografía sobre los sentimientos de culpa y el sacrificio por amor en el marco de una simplista historia criminal. Recomendable a los que gusten de cine mudo. Fuerza y honor!!!
TRIÁNGULOS:
• Triángulo compuesto por el trío fantástico:
– Echo, un ventrílocuo que se disfraza de una anciana ¿Les suena a los que han visto Muñecos infernales?).
– Hércules, el forzudo y protector. ¿Les recuerda algo a Malabar de Garras humanas? ¿Cómo se llamaba el forzudo de Freaks?
– Tweedledee, el niño hombre. ¿Les suena el personaje y el actor que interpretaba a Hans en Freaks?
• Triángulo amoroso:
– Echo.
– Rosie OGrady,
– Hector MacDonald.
• Triángulo cinematográfico:
– Melodrama.
– Thriller.
– Retrato del mundo freak.
Como todo el cine y el mundo de Tod Browning raro, raro, raro.
El trío fantástico supone otro cuento freak sobre el mundo del crimen, el amor, los celos y la redención. Un momento previo y consecuente de toda su obra. Un nuevo deleite para los que amamos sus películas. Todo un tres en uno de buen cine aunque superado por sus obras emblemáticas posteriores. En especial por una de ellas.
A pesar de la asociación, por cierto del todo normal, de Tod Browning con el cine de terror y los monstruos o por usar una palabra más adecuada que popularizó el propio Browning freaks, las películas del director de The unholy three son auténticos melodramas que escudriñan el significado del amor.
Historias de amor novedosas aún a día de hoy, porque indaga en los sentimientos del no deseado y las diferentes variantes que puede tomar al respecto. No sólo, porque también lo ofrece, es el amor entre una pareja de jóvenes que se quieren y necesitan vencer las adversidades para estar juntos, sino que es el amor del que tiene todas las de perder.
The unholy three es la primera gran obra de Tod Browning tras el aprendizaje conseguido en sus anteriores films. El uso de personajes de los bajos fondos como estafadores y carteristas se pone más interesante en esta película por utilizar personajes circenses: Lon Chaney como Echo el ventrílocuo, Victor McLaglen como Hércules y Harry Earles como Tweedledee, un enano de muy malas pulgas. A esto hay que sumar una mejora de Browning en el uso de la narración y en el ritmo del thriller. Por ejemplo el uso del periódico para explicar una elipsis anterior o las escenas de la cabaña en el bosque realizadas con mayor habilidad que las mostradas en la cabaña de White tiger, su anterior película.
Película a reivindicar dentro de la historia del cine por innovar en el género de terror, destacando su habilidad para las situaciones ingeniosas y bizarras, además de piedra angular en la filmografía de Tod Browning respecto al tratamiento de las emociones y sentimientos de los freaks.