El tren de la memoria
Sinopsis de la película
España. Años sesenta: Dos millones de españoles salen del país empujados por la necesidad. Su destino: Alemania, Francia, Suiza y los Países Bajos. La mitad son clandestinos y viajan sin contratos de trabajo. El ochenta por ciento son analfabetos. Ante ellos se levanta el muro del idioma y las costumbres diferentes. España. En la actualidad: Otros necesitados llaman a la puerta de un país próspero. Casi nadie se acuerda de la otra historia. Josefina sí. Ella recuerda su viaje en el tren de la memoria. Destino: Núremberg, Alemania.
Detalles de la película
- Titulo Original: El tren de la memoria
- Año: 2005
- Duración: 84
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Opinión de la crítica
Película
7.2
76 valoraciones en total
Muchos no recuerdan que los españoles fuimos emigrantes. Teníamos que emigrar para conseguir el pan para nuestros hijos. Tras la posguerra, el país cayó en una gran miseria, y algunos hasta tuvieron que exiliarse por ideología durante el franquismo. Ahora España es la que recibe inmigrantes. Muchos se quejan de ellos: Nos quitan el trabajo, nos quitan las becas y ayudas, algunos traen miseria y delincuencia, …pero, ¿y nosotros qué? Ellos vienen aquí debido a las malas condiciones de vida que tienen en sus países, con pocos recursos debido a que unos pocos países acaparan el 80% de los recursos del planeta. Tienen que sobrevivir y mantener a sus familias, así que no les queda otro remedio que emigrar.
Este documental es para que todos recordemos que también lo pasamos muy mal, y que nosotros debemos ayudar a aquellos más necesitados como en su día a nosotros nos dieron el pan para nuestros hijos. Favorecer la inclusión sociolaboral y educativa de todas las personas, es importante, y sobre todo repartir mejor los bienes para que no tengan necesidad de emigrar. El documental te ayuda a reflexionar, y toda la historia está bien narrada cronológicamente y nos damos cuenta de que ellos tampoco lo tuvieron fácil en Europa, sobre todo por las condiciones en las que vivían y cómo se violaban sus derechos, algo que algunos empresarios españoles suelen realizar con inmigrantes para enriquecerse aún más (dichosos capitalistas…).
Muy bien documentada, buenas entrevistas, buenas imágenes del pasado, fotografías y muy recomendable para trabajar en las aulas temas relacionados con la educación intercultural. Un 85.
En la década de los sesenta, dos millones de personas azotados por la necesidad que sufrían en la españa de Franco se vieron obligados a abandonar su pueblo natal con destino a países más prósperos como Alemania, Francia, Suiza y Holanda.
Una muestra de los protagonistas de este exilio nos cuenta lo vivido. Es una voz que se contrapone a los testimonios mostrados por el NoDo, donde se maquillaba la realidad dándole un tono folclórico y de fraternidad e integración germano-española que nunca existió.
Este documental rinde homenaje a unos hombres y mujeres que indefensos, desinformados, y hacinados en barracones insalubres fueron tomando conciencia de sus derechos y comenzaron a luchar por ellos.
Nuestra mente es selectiva, necesitamos ir eliminando información del cerebro para poder albergar nuevos datos pero, por fortuna, disponemos de libros, testimonios y, en este caso, documentales, que nos hacen ser conscientes de aquello que parece que hemos olvidado.
Y es que la historia se repite, quizá con otros matices, otros motivos, otras circunstancias, y otras personas… pero vuelve, al revés, una situación que muchos españoles vivieron en su día. Ahora España se convierte en el país de las oportunidades y como tal, le toca recibir.
El tren de la memoria nos invita a reflexionar sobre muchos aspectos que acontecieron en España no hace tanto tiempo: los motivos de la emigración, la acogida de los inmigrantes en el país receptor y sobre todo como se intenta maquillar desde el poder político una situación dura y muchas veces denigrante para las personas que la viven.
Emigrar por necesidad, por el simple hecho de sobrevivir no le gusta a nadie y mucho menos si en el país en el que aterrizas te tratan con menosprecio, como si fueras algo inferior, algo por evolucionar, algo indigno de mezclarse contigo, un número, una máquina de trabajo… La pena es que, aún y habiéndolo vivido en primera persona, mucha gente ya no se acuerda, porque a ser mejor que otro nos acostumbramos rápido.
Y es increíble como frases tan actuales como: vienen aquí a quitarnos el trabajo las dijeron en su momento también sobre nosotros. Para echar por tierra fácilmente esta frase invitaré a que se haga un análisis de los puestos de trabajos en los que vemos a más inmigrantes: construcción, hostelería, limpieza… que se puede traducir en: condiciones de trabajo duras, horarios indecentes, sueldos irrisorios… ¿Quién los quiere?
Acabo de ver este documental por televisión, y al buscarlo en la red para conseguir una copia veo que se trata de una película de hace cinco años. No sé si se estrenó en cine, pero me sorprende que así fuera, ya que parece realizada para televisión. Noto una cierta falta de ambición y de originalidad en el planteamiento estético y en la exposición de los datos, pero en cualquier caso son éstos lo importante, y lo que hacen que esta sea una película de visión obligatoria.
Al contraponer los testimonios de los protagonistas con las imágenes de la época en el Nodo, pone en evidencia el peligro de tomar este tipo de imágenes como fuentes de valor histórico. Frente a estos, y después de los documentos que sirven de prueba y testimonio, lo fundamental es tener en cuenta el de los protagonistas, que cuentan de primera mano la verdad de su experiencia. No deja de ser inquietante, por la crudeza con que esa falta de fiabilidad se manifiesta en este caso. El supuesto documental -en general- es un modo de contar la historia, de trasladar una visión que puede estar condicionada por una voluntad de tergiversación, de manera que ese conjunto de imágenes de personas reales en situaciones reales puede disponerse de forma que se trasmita un mensaje absolutamente infiel y opuesto a esa realidad. Esto, que es evidente, se comprende de golpe en esta película, que por suerte es sincera y honesta y nos habla del sufrimiento de aquellos trabajadores -mal tratados y peor pagados- que deberían preocuparnos más que los argumentos macroeconómicos bajo los que los libros de historia puedan querer sepultarlos.
Por eso, y porque pone un espejo ante nuestros ojos, y nos hace comprender cómo hemos cambiado de trinchera, y eso sí es inquietante.
En tiempos en los que al hablar de memoria histórica parece que sólo se nos ocurre pensar en la Guerra Civil es bueno acercarse a documentales como este que repasa, a través de algunos testimonios en primera persona y algunas imágenes de archivo, incluido el No-Do con la manipulación política que se hizo de todo ello, la vida de los españoles que migraron a Alemania en los años 60. Cómo fueron tratados, las dificultades de no conocer el idioma, de no relacionarse con la población autóctona, de no tener tiempo para nada que no fuera trabajar y enviar dinero a sus familias, el no sentirse ni de allí ni de aquí (cuando en muchos casos al volver al lugar de origen ese espacio social que quedó vacante al partir, ahora ya estaba ocupado) pero al mismo tiempo, en muchos casos, eso supuso también una paulatina y progresiva toma de conciencia social y política. Por ello, todos estos testimonios son un documento tan válido para explicar ese entonces como para explicar otras situaciones actuales donde parece que las tornas han cambiado y ahora somos un país de acogida.