El sueño de una noche de verano
Sinopsis de la película
El duque Teseo ultima los preparativos de la boda de su hija Hipólita, al tiempo que aconseja a Egeo para que dé el visto bueno al matrimonio entre su hija Hermia y Demetrio. Lo que Egeo ignora es que Hermia está enamorada de Lysandra, y que la que está loca por Demetrio es Helena. En medio de tan curiosos enredos sentimentales, pululan las hadas y los duendes del bosque como Puck, que es el encargado de mezclar pociones mágicas que sirven para enamorar a los seres humanos.
Detalles de la película
- Titulo Original: A Midsummer Nights Dream
- Año: 1935
- Duración: 133
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Opinión de la crítica
Película
6.3
94 valoraciones en total
Lamentablemente no estamos ante una de las mejores incursiones de Dieterle, quizás por lo encorsetado del texto o por tener que co-dirigirla con Reinhardt pero hay algo que falla en esta película, lo cual no deja de ser extraño porque a priori parecía el mejor material para las habilidosas manos de Dieterle con el fantástico y la fantasía.
El tiempo ha dejado con las vergüenzas al aire las coreografías de las hadas y las caretas de carnaval de los elfos que curiosamente me han recordado al coro que toca en la taberna de la Guerra de las Galaxias (la original, por supuesto) pero sobre todo el mayor fallo es el ritmo cansino que lleva toda la película y eso que he visto la versión editada que no llega a las dos horas cuando en teoría el montaje del director , si es que en aquélla época existía eso, es de 133 minutos.
Al menos nos sirve para disfrutar del incombustible Cagney y nos hace padecer a un insufrible Mickey Rooney como Puck, la fotografía y el montaje ganaron sendos oscars y se quedó a las puertas de la mejor película…
En resumen se puede disfrutar como curiosidad o para disfrutar de una nueva adaptación del clásico shakesperiano pero yo me sigo quedando con obras del director como Jennie, Esmeralda, la Zíngara o El Hombre que vendió su alma (con su correspondiente homenaje en los simpson), por poner tres ejemplos.
Cine que se hizo en 1935 y que ochenta años después nos sigue asombrando. Me quito el sombrero ante William y Max, ya me lo quité hace tiempo ante Shakespeare. La creo un clásico del cine. Precursora en los efectos especiales.Buen gusto de miel vieja. Simpática, traviesa, mágica. Me recordó a Melies. Pienso que artistas posteriores como Walt Disney por ejemplo se fijaron en ella. también me acordé del bueno de Walt. ante el cual me quité el sombrero hace tiempo también. Pero esta joyita como se dice entre cinéfilos no la he conocido hasta ahora. Me invita a ver más cine de sus directores. Una sorpresa y una suerte.
Viendo esta película, uno está tentado de pensar que Shakespeare, como Verne, tenía intuiciones sobre los inventos que existirían en el futuro, y que escribió El sueño de una noche de verano sabiendo que algún día existirían unas cosas llamadas cinematógrafo y fotografía en blanco y negro que permitirían a su delirio fantasioso ser representado en todo su esplendor.
Porque viendo la representación concebida por el legendario Max Reinhardt (que triunfó en Broadway con un montaje parecido) transformada en imágenes por el ideoso Dieterle, uno siente que así es como debe disfrutarse la comedia de Shakespeare: como un juego de mágicas luces y sombras. ¿Son estrellas o son hadas esos puntos blancos que se acercan desde un cielo negro? ¿Y esta niebla que casi puedo tocar y difumina fronteras entre sueño y realidad? ¿Por qué todo parece tan evanescente como, sí, el sueño de una noche de verano? Este verdadero alud de imágenes maravillosas y trucos de cámara impresionó tanto en su época que hubo campaña para que se nominara su fotografía a los Oscars a pesar de que cuando se anunciaron las nominaciones no estaba entre las finalistas. Y ganó el Oscar, como ganó el Oscar a mejor montaje. Fotografía y montaje, pilares del lenguaje cinematográfico, al servicio de la palabra voladora de Shakespeare. Explosión de imaginación visual para la explosión de imaginación verbal del dramaturgo. Celebración de las posibilidades más lúdicas del cine para una obra que es celebración de lado más lúdico de la vida. Si El sueño de una noche… es puro placer dramático y verbal, esta transposición al cine es puro placer cinematográfico y visual.
Y sí, de su magnífico casting, que permitió el despegue de la carrera de más de uno de sus actores, como la de la entonces casi desconocida Olivia de Havilland (aquí más ligera, divertida y cálida que nunca), me gusta hasta el desaforado Mickey Rooney.
No soy muy de Shakespeare y esta historia creo que no me sonaba a mí haberla visto antes en ninguna versión.
Ganadora de 2 Oscars, no tuvo éxito en taquilla. Una de tantas curiosidades, es que vemos por primera vez en la gran pantalla a Olivia de Havilland, una de las grandes actrices de la época dorada de Hollywood, recordada sobre todo en Lo Que El Viento Se Llevó .
Volviendo a la película, sinceramente, me ha aburrido un poco…. creo que Shakespeare se habría fumado algo cuando escribió esta obra, eso sí, es una de las obras más importantes del escritor, supongo porque juega mucho con la comedia y juega con los amores de los protagonistas con magia.
Sí que me ha gustado el punto del diablillo (aunque odio sus risitas…, que por cierto es el famoso Mickey Rooney con 15 años, aunque aparenta menos en la película), las hadas y los efectos especiales para dar vida al mundo de las hadas.
La parte final de representar la obra de teatro en la corte, la tuve que adelantar, ya no podía más…