El rollo de septiembre
Sinopsis de la película
Son nefastas calificaciones de fin de curso las que hacen que varios estudiantes de distintos lugares, se reúnan en el colegio para pasarse todo el verano estudiando a fin de recuperar el curso perdido. Naturalmente, en este colegio, lo que menos van a hacer los chicos es estudiar. Pero se van a divertir…
Detalles de la película
- Titulo Original: El rollo de septiembre
- Año: 1985
- Duración: 83
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Opinión de la crítica
Película
4.3
91 valoraciones en total
Comedia estudiantil de las que se llevaban en los 80, con unos aspirantes a actores que, salvo Gabino Diego, ninguno llegó a nada.
Se salva por López Vázquez, Juanito Navarro y un impagable Antonio Ozores, más grande aún al lado de la chavalada.
Si le hubiesen dado el protagonismo a los tres, un clásico en toda regla.
Pero la intención era hacer un porkys a la española, y mientras los estudiantes hacen de las suyas, es bastante aburrida.
Por supuesto, a los ojos de hoy, políticamente incorrecta de principio a fin. Pero en aquella época no se andaban con finuras.
Pues eso estamos ante una comedia americana juvenil pero a la Española. Por eso en la película nos encontramos todos los ingredientes de estas películas pero con el inconfundible sabor de la factoría Ozores. Tenemos a un gran Lopez Vazquez como don Mamerto el director de la institución. A un genial Antonio Ozores y Juanito Navarro haciendo lo imposible por cerrar el colegio. Y además tenemos al Piraña de verano azul y Gabino Diego liderando el grupo de adolescentes. La película tiene mucho ritmo, situaciones cómicas por doquier algunas mejor resueltas que otras.
Pero en líneas generales película entretenida que se ve en un momento. Y mucho mejor que la gran mayoría de películas americanas del genero.
Es lógico que pasados mas de 30 años. sintamos cierta nostalgia por el cine que se hacía a mediados de los años ochenta. Un cine al abrigo de aquellas modas del destape (Por necesidades del guión) fórmula muy utilizada por las actrices de entonces, que iniciaba ya su declive.
EL ROLLO DE SEPTIEMBRE es una chapucera película, atiborrada de bromas que rozan el ridículo y nos hacen sonrojar por su absurda y predecible meta.
Mariano Ozores era un director heredero de un cine comedia de los sesenta, que trataba de actualizar ajustándolo al momento que se vivía, vinculado con el humor más simplista y grotesco.
Las cosas como son. Es un rollo ir al instituto cada día, tener que aguantar a profesores amargados y aburridos, hacer exámenes, y sobre todo perderse el verano si suspendes alguna.
Los jóvenes lo sabrán y los que fuimos jóvenes también…pero a veces el verano puede ser más divertido de lo que parece.
Desde que fracasara en taquilla y se quedara casi arruinado con la que, sin embargo, es una de sus inolvidables obras ( La Hora Incógnita ), Mariano Ozores se juraría no volver a realizar una película que no quisiera el público, es decir, siempre a través del humor se amoldaría a los cambios de los gustos del público español, y fue una táctica que le sirvió de maravilla en sus distintas etapas, pues siempre rendía bien en cuestiones monetarias (ni nos detengamos en la opinión de la crítica sobre su trabajo). Esto mismo lo seguiría haciendo en los 80, y El Rollo de Septiembre es un buen ejemplo.
Lo malo es que cruzar el ecuador de esta década le hizo iniciar el periodo más irregular y desde luego olvidable de una carrera hasta entonces, y con sus badenes, muy lucrativa, Pajares ya se le había marchado y sólo le quedó Esteso, con el que hizo algunos títulos más, de los que se salvan dos ( Al Este del Oeste y Cuatro Mujeres y un Lío ). En ese momento la atracción por el destape se comienza a extinguir y la gente prueba otras formas de cine, que en las salas resulta estar en crisis, pues es al videoclub donde más se acude.
En este ámbito Ozores continúa atrayendo a bastantes seguidores, pero es el cine norteamericano el que más acumula, y uno de los que mayor salida tienen es el protagonizado por adolescentes en grandes y excitantes aventuras, ya sea dentro o fuera de los límites de los centros de enseñanza. Al otro lado del charco se ven títulos como las secuelas de Porkys y Los Incorregibles Albóndigas , La Revancha de los Novatos , Escuela de Genios , Gran Lío en la Universidad o Movida de Verano , para captar la atención de los más jóvenes, el director se aferra a los patrones típicos de esta comedia made in U.S.A. . para una producción de José Luis Bermúdez de Castro.
La presentación de todos los protagonistas, chavales con las hormonas revueltas, mala suerte, cuya relación con sus padres no es precisamente la mejor y que han acabado el curso con unas notas realmente pésimas, se resuelve con velocidad para ir al centro donde deberán recuperar las asignaturas…aunque como sabemos harán cualquier cosa menos estudiar. De por medio una subtrama que incluye a unos tipos que desean cerrar el centro para su beneficio a base de sucios boicots, y que más que aproximar el film a las comedias de adolescentes lo hace a Loca Academia de Policía (cambien a los cadetes y oficiales del cuerpo por estudiantes y funcionarios del ayuntamiento y ya está).
Una vez dentro sólo nos resta ver en qué líos y enredos se meterán los chicos, ellos unos pobres patéticos y ellas unas zorras caraduras, donde veremos, y como se menciona literalmente, los trucos más viejos de este cine (¿será una alusión del director con doble intención, criticando el género que él mismo está practicando?), desde las típicas travesuras a los maestros hasta las situaciones más picantes, las cuales incuirán una generosa colección de desnudos. Para contrarrestar el comportamiento de los jóvenes se nos presentan unos adultos que no serán menos sinvergüenzas.
Desde el padre adúltero hasta el alcalde oportunista pasando por el director depravado, la profesora sexy e inmoral y el profesor mentiroso y vicioso, estereotipos que no pueden faltar, claro está. Ozores nos bombardea con una colección de gags , repitiendo algunos ya vistos en anteriores obras de su cosecha, donde se pasa del absurdo al auténtico disparate (siendo remarcables a la par que idiotas el de la muñeca hinchable en la playa, el del pericospio, el de la clase de gimnasia o el descacharrante clímax con todos patinando en la entrada del centro y duchándose luego con pintura).
Gags sin embargo expuestos con mucho efectismo y poco ingenio y a los cuales no unen ningún hilo sólido, ninguna trama a la que sostenerse, ni siquiera habrá una historia de amor entre los muchachos (no cuenta la que tiene el repelente profesor de matemáticas con la de la psicología, que no pasa de ser una aventura de fin de semana basada en el engaño), con personajes de trazo grueso que no son más que caricaturas por las que no tenemos que preocuparnos mucho sólo queda dejarse llevar por la diversión y el bueno rollo que exuda la película en todo momento.
Ozores se rodea de un plantel compuesto en su mayoría por jovencísimos actores donde hallamos a los conocidos Curro Martín Summers, Paula Molina, Gabino Diego (con la voz cambiada), Blanca Marsillach, Pep Munné, Tomás Gayo, la guapísima Sonia Martínez con su parecido a Lara Flynn Boyle (y tristemente fallecida poco después) o Miguel Ángel Valero (el Piraña de Verano Azul ), quien se lleva los momentos y frases más impagables. Y sin resultar ajeno a su público, el director selecciona para encarnar a los adultos a muchos de sus habituales (su hermano Antonio, Juanito Navarro, José Luis López Vázquez, Chus Lampreave, Emilio Fornet, Paco Camoiras, Marisol Ayuso o Pilar Bardem).
Hay más agujeros que en un campo de minas y el gran final que se esperaba se finiquita de manera precipitada y tonta, a esto sigue el desenfreno, chascarrillos de patio de colegio, mucho absurdo, mucho lío, mucho desnudo, aunque pocas muestras de genialidad y coherencia da el realizador en esta intentona para estar acorde al cine del momento.
El Rollo de Septiembre fue un éxito más o menos discreto aunque no funcionó mal en las estanterías de los videoclubs, sirvió, además, de testigo y puente a esa transición por la que cruzaría Ozores para sumergirse en una etapa más convulsa, oscura y con poca o nula atracción comercial. Lo mejor: la banda sonora tan puramente ochentera de Teddy Bautista.
En 1985 en plena época de cine de universidades para adolescentes, ( Los albóndigas en remojo , Admiradora secreta …) Mariano Ozores intentó hacer una película del mismo género, pero a la española.
Para ello recurrió a buena parte de su troupe habitual, su hermano Antonio, Juanito Navarro, Francisco Camoiras…y un grupo de jóvenes actores de moda en aquellos momentos o que empezaban a despuntar (Miguel Angel Valero, muy alejado ya de su papel de Piraña en Verano azul , Gabino Diego y la malograda Sonia Martinez.
Utilizó todos los clichés del género, chicas guapas casi desnudas, fiestas, novatadas y el resultado es una película bastante divertida muy diferente a los films que se hacían en aquella época.
El cartel de esta película está claramente influenciado en desmadre a la americana , pero, a pesar de las virtudes que tiene, que son bastantes hoy en día lamentablemente está bastante olvidada.