El rey pasmado
Sinopsis de la película
España, reinado de Felipe IV (1621-1665). Se inspira en una novela del escritor Gonzalo Torrente Ballester. El Rey (Gabino Diego) se queda estupefacto al contemplar el cuerpo desnudo de Marfisa (Laura del Sol), la prostituta más bella de la Villa y Corte. Después pretende ver también desnuda a la Reina (Anne Roussel). A pesar de la oposición y el escándalo de la Iglesia, el Rey no parará hasta ver cumplidos sus deseos.
Detalles de la película
- Titulo Original: El rey pasmado
- Año: 1991
- Duración: 110
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Opinión de la crítica
Película
5.7
61 valoraciones en total
Quiero ver a la reina desnuda . Esta nimia, lógica y legítima frase al ser entonada por el rey Felipe IV provoca en la Corte un revuelo de órdago. La noche anterior, el rey (Gabino Diego) pasó la noche con la puta más cotizada del reino (Laura del Sol) y desde entonces se ha quedado pasmado de su belleza (de su trasero y nalgas más concretamente). El valido del rey (Gurruchaga), el gran Inquisidor (Fernán Gómez) y un histriónico fraile (Juan Diego) comienzan a preocuparse de que el rey no pueda ver a la reina desnuda y se preocupe más de asuntos de capital importancia para la por entonces poderosa España…
Adaptación de la novela de Torrente Ballester, una película ambiciosa y holgada de medios, de brillante factura (fotografía, decorados, ambientación, música, sonido) a la que se da un tono de comedia ligera, desenfadada y fresca que aporta al conjunto un aire y espíritu muy noble y digerible para el público -fue un gran éxito en su día-.
Uribe vuelve a demostrar ser un magnífico director en cuanto a puesta en escena y dirección de actores (brillan Poncela, Fernán Gómez, Gurruchaga, de Almeida y logra una meritoria contención/histrionismo del díficil y ridículo personaje de Juan Diego, son mediocres, no obstante, las actuaciones de Laura del Sol y María Barranco) en un reparto adecuadamente coral dónde Gabino Diego va que ni perfecto como rey pasmado, bobalicón y débil.
La película es divertida en la mera anécdota tratada, pero también es reflexiva en su caracter de obra de calado histórico: es una gran contradicción que al absoluto soberano de un reino, quien con un solo dedo podía mover un maratón de tropas, no se le permitiera siquiera ver a su mujer desnuda. Un problema derivado de la propia personalidad tanto del propio rey (conocido históricamente como el Hechizado) y de sus nocivos elementos circundantes (la Inquisición, la Iglesia, la delirante moral de ciertos frailes). La película, sin embargo, es compasiva y comprensiva con todos y cada uno de los personajes.
No tenía ni la menor idea del argumento de la película, aunque bueno, algo me imaginaba. Sabía que era de época, sabía que había un rey… y poco más. Y descubrir la trama de esta película es lo que más me ha gustado. Hacía mucho tiempo que no veía una historia tan atrayente como ésta. ¡Qué conflicto tan simple, y qué bien aprovechado!
Resulta que la película arranca simple y llanamente (e irónicamente también) cuando el rey pasa una noche con una prostituta y, al despertarse, la ve desnuda. Entonces descubre lo bello que es el cuerpo desnudo de una mujer y, teninendo él una, a la reina, se empeña en verla desnuda a ella también. Este hecho provoca toda una revolución en la corte dentro de la cual toda persona de importancia toma partido, pues al parecer, no está bien que un hombre quiera ver a su esposa desnuda, y mucho menos el rey.
Aunque se alabó mucho el papel de Gabino Diego en esta película, y bueno, no seré yo quien diga que no lo hace estupendamente, mi opinión es que su interpretación, perfecta hasta en los andares, pasa casi desapercibida al lado de la majestuosidad de Juan Diego, que interpreta a un monje capuchino que solo piensa en Dios y en las tentaciones del diablo.
En general, no es El rey pasmado la comedia por excelencia del cine español, pero creo que cualquier amante de este género no debería perdérsela porque la sutileza y la ironía que pueblan todas sus escenas y que hacen de esta película, además de un maravilloso entretenimiento, una crítica a la sociedad más retrógrada que todavía hoy en día camina por España, son difíciles de encontrar con un aire tan fresco y moderno como el de esta película.
Gabino Diego interpreta, en esta cinta de Imanol Uribe, a un monarca español jovial y bobalicón. Es Fernando IV, un veinteañero al que poco importa la Batalla de Flandes, o la llegada de las fragatas de las Indias Occidentales a Trafalgar, pues acaba de descubrir a la mujer, hablando genéricamente. Concretando un poco más, con la ayuda del Conde de la Peña Andrada, un grandioso Eusebio Poncela, ha caído en los brazos del pecado por primera vez, quedando pasmado ante la belleza de la puta Marfisa, para desgracia de un sector importante de la Iglesia de aquel entonces, en el que destaca el padre Villaescusa.
‘El rey pasmado’ es una película fresca, alegre y divertida, cargada de escenas ingeniosas, que esconde detrás de tanto puterío cortesano, y no cortesano, de tanta teología, tanto de unos (Almeida) como de otros (Juan Diego), una feroz crítica, con un sútil tono irónico, a la Iglesia más rancia de todos los tiempos. Esa Iglesia que representa magistralmente el personaje de Juan Diego. Esa Iglesia inquisidora que imperó durante gran parte de la Edad Media. Es una historia que habla acerca de las monarquías absolutas que anduvieron por nuestro Reino en tiempos pasados. Una historia de religión, monarquía y tradición. De cómo, casi siempre, iban de la mano unas con otras. Privando de la libertad, tanto moral como terrenal, a los hombres (y ya no digo a las sumisas mujeres). Pero ahí está el prendado de Gabino. Con esa cara de tontorrón, abobado por el sexo, deseoso de intimar con su Reina. Dispuesto a romper con la tradición y el orden imperante. Abocado hacia el libertinaje. Iluso, aún quedaban (¿quedan?) años de sumisión ante la Ley Divina. Recomendable.
Cinco siglos más tarde y más allá de la coincidencia del título nos encontramos con:
– Una reina extranjera.
– Una iglesia que que juzga la moral del pueblo.
– Unos reyes que no duermen juntos.
¿Les va sonando de algo no?
– Una iglesia que se inmiscuye en las decisiones de palacio y políticas del país.
– Un rey que se va de putas.
¿No les es familar? Pues ahí va la última
– Un rey que anda ensimismado en sus goces sin preocuparse de los problemas del pueblo.
EL REY PAS(m)ADO
El rey pasmado narra el revuelo absurdo alrededor de un hecho puntual: el rey se ha ido de putas. Ahora lo único que quiere es ver a la reina desnuda, y eso es algo que no se puede permitir. Tanto intra como extramuros, la noticia supondrá un escándalo moral. La Iglesia moverá todas sus fichas para que el rey no caiga en pecado mortal.
Caricaturesca película que encierra un mensaje en favor de la libertad moral y en contra de la hipocresía y fanatismo religiosos. Excelente ambientación y magnífico plantel de actores para una atípica película de época, que encuentra en su tono y su velada crítica sus mayores bazas.