El regreso de los muertos vivientes
Sinopsis de la película
Frank y su aprendiz Freddy terminan su turno en un almacén de productos sanitarios. Charlando, Frank cuenta al joven que los hechos narrados en la película La noche de los muertos vivientes fueron reales, pero han sido ocultados por las autoridades. Para convencer al chico de que no miente, le lleva al sótano, donde le enseña un barril que contiene a uno de los zombies, y el gas que en su momento le devolvió la vida. Accidentalmente abren el barril, liberando tanto al muerto viviente como el gas, que alcanza un cementerio cercano. Sin saberlo, un grupo de jóvenes que han ido a pasar la noche al cementerio serán testigos del despertar de los muertos… Debut en la dirección de Dan OBannon, guionista de la serie de Alien , Desafío Total y Lifeforce .
Detalles de la película
- Titulo Original: The Return of the Living Dead
- Año: 1985
- Duración: 91
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Opinión de la crítica
6.2
63 valoraciones en total
Como fan absoluto del género zombie las primeras veces que ví tratar el tema sin seriedad me molestó, para mí era muy serio y ver bromas alrededor de zombies no me resultaba para nada divertido.
Ahora con los años me he dado cuenta de que mi problema era el como enfocaba el filme. Que existan películas serias sobre zombies, aunque suene a locura, no implica que aprovechar el tirón y realizar alguna cinta de comedia negra desmerezca al género.
El retorno de los muertos vivientes es una comedia entretenida en la que se mezcla el humor negro con una lograda ambientación zombie.
Analizaré la parte de cómica y la zombie por separado:
– Como cinta zombie, en general es bastante insultante respecto a todos los bastiones creados por el género, pero tiene grandes virtudes. Le da una vuelta de tuerca más a los zombies para aportarles la capacidad de hablar, de correr y de pensar lo que los hace extremadamente peligrosos y hábiles. La estética ochentera me encanta en el cine de terror , los efectos especiales tan analógicos me siguen pareciendo mucho más efectistas que los actuales.
– Como comedia La verdad es que reír no me reí casi nada, tiene un par de buenas coñas, pero la tónica general te mantiene expectante haciendo menos sangrante la falta de gracia del filme. Muchas veces a una comedia no le pido que me haga reír, si por lo menos no me aburre ya tiene medio camino andado.
Recomendable para cualquiera que quiera pasar un rato entretenido dándose un paseo por los albores del terror más casposo y donde poder escuchar un poco de rock mientras ves corretear monstruos sedientos de cerebros.
La principal virtud de este remozamiento ochentero del subgénero zombi es su ocurrencia y su originalidad en el planteo de nuevas variantes dentro del mito en sí.
El filme cambia varias situaciones específicas tales como que los muertos vivientes desean comer sólo cerebros frescos de seres humanos vivientes para no sentirse podridos y mal en su estado calamitoso. Además son sumamente ágiles y veloces e inclusive inteligentes seres pensantes que asumen estrategias para atraer más vivos para devorárselos.
El argumento nos depara más sobresaltos ya que a estos zombis no se los puede matar con la otrora infalible destrucción del cerebro, sino que son prácticamente indestructibles.
Por si fuera poco, se han inventado un ocurrente origen para dar rienda suelta al conflicto zombi, que nada tiene que ver con lo que ya se había visto como fundamento de la epidemia en entregas anteriores.
Pero ello no es todo, al ser una especie de comedia de terror con muchos enredos, resulta sumamente dinámica y atractiva desde el desarrollo de sus aparatosas circunstancias narrativas. Hay mucha comicidad negra y truculencia en las vicisitudes, no se da respiro al espectador, y por si fuera poco el extravagante carisma de los personajes que aparecen constituyen un cóctel muy entretenido que eleva a este clásico moderno que no ha envejecido mal.
Es indudablemente un fiel exponente de la serie B de terror, pues se le nota su rusticidad narrativa, pero hay que estar atentos a la singularidad de las situaciones que dan vida al guión, pues si bien es una cinta de mero corte zombi, tiene muchas gratas sorpresas en su historia como para pasarnos un rato muy divertido.
En fin, es una cinta que exhibe una justa combinación en la dosis entre comedia y terror, que de haberse elaborado más su precipitado desenlace (que obviamente deja las puertas abiertas para las continuaciones venideras) estaríamos en presencia de una cinta que podría llegar al nivel de las obras básicas referentes dentro del subgénero (tales como La noche de los muertos vivientes, REC o Zombi -Dawn of the Dead- de lo que he visionado). No obstante ello, es un filme a la altura de las circunstancias, mínimamente inferior a las citadas y que siempre llevaré la nostálgica y grata rememoración de sus cutres pero simpatiquísimas alternativas desplegadas.
¿Qué puede ser mejor que unos punks enfrentándose a una horda de hambrientos zombies?
No me pareció terrorífica pero como comedia es genial, todas las referencias al mejor cine de Romero y esas míticas frases que pronuncian los muertos la convierten en uno de los clásicos ochenteros más entrañables.
Hay escenas excelentes como el comienzo (que muestra una buena técnica del director Dan O’Bannon) o el primer encuentro con un zombie amarillo, los actores también son muy buenos.
El final inmejorable.
Las películas de vhs ya funcionan actualmente como un enorme cementerio, muchas reliquias se están perdiendo y este es uno de esos casos.
Romero fue, y es, el precursor de una zaga que parece no tener fin: hay muertos vivos en el video club, en las pantallas de cine, en mi retina, en mis pesadillas nocturnas, abajo de mi cama. Hay zombies por todos lados.
En 1985, un tal Dan O Bannon se encargó de realizar una obra en base a la mítica producción de George, y las consecuencias no pudieron ser mejores.
Seamos honestos, esta película guarda relación, pero de ninguna manera puede compararse con la de Romero. Esta película tiene un sello autoral que la desprende de cualquier influencia.
Los muertos vivos no están ahí, hay que encontrarlos, los guardan en tanques secretos del gobierno que no deben ser abiertos, aunque abrirlos significó el deleite de todos los espectadores que hayan visto esta película.
Lejos del terror, si bien lo hay, y más cerca de la ciencia ficción, del suspenso y el humor negro, esta película posee una linea narrativa que nos va acercando a la verdad, esta no se nos presenta de golpe sino como producto de una sucesión de peripecias argumentales trazadas con mano hábil.
Existen escenas que se quedan grabadas en la memoria, sencillamente porque son únicas en el género (spoiler), y no exagero. Nos enfrentamos a una parodia que, curiosamente, se toma en serio a sí misma y este es el mayor mérito de esta peli: nunca deja de ser fiel a su propio ser, venga de donde venga, Romero, Romero y más Romero.
La banda sonora cuaja de una forma increíble, los efectos especiales pueden parecer deficientes, diría que son artesanalmente eficaces.
La cultura punk se halla presente, no solo por las vestimentas o la música, también por el mensaje anti-gobierno que hay de fondo (el final…).
No se olviden de esta peli, que el dvd no se olvide de esta peli: sería una injusticia perdonable, sí, pero muy dolorosa.
Y ahora, muy astutamente, muchos de los usuarios que estén leyendo esto pensarán ¿y a mí que coño me importa? Y es bien cierto, no es de gran interés, pero es que cuando ves película como El regreso de los muertos vivientes es cuando uno recapacita y se siente orgulloso de haber nacido en aquella época en que aún se amaba el cine. Y claro, te dan ganas de proclamarlo a diestro y siniestro.
Los ochenta no se caracteriza por ser precisamente una década en que se hicieran grandes películas (con unas cuantas excepciones, claro), pero en cambio, siempre que se elude a la generación de los ochenta se hace por ciertas características y destacado método de hacer las cosas, en este caso, hablando de cine.
Películas ochenteras , se utiliza como calificativo, incluso a cine que no es de esa época, para indicar el tono empleado, el acabado, las formas de crear una película, en definitiva. Generalmente se suele decir en tono nostálgico y con cierto cariño, es decir, positivamente. Y creo que cuando se trasciende tanto esa idea es porque las cosas no se hicieron tan mal.
Fijándonos ya expresamente en la cinta que nos ocupa, hay que valorarla atendiendo al género que pertenece, comedia/terror de zombies.
Cuando hablamos de comedia, hay que entender como tal el tono empleado en la narración y lo que ello implica (desarrollo más rápido, gags, dobles intenciones, música empleada…) no simplemente que la película haga reír o no. Hay comedias que no buscan la risa fácil, sino un estado de eterna felicidad tonta que yo llamo, eso quiere decir pasarse la película esbozando sonrisas sin apartar ni un sólo minuto la mirada y disfrutando en todo momento pero sin soltar una sola carcajada. La cinta de Dan OBannon, célebre guionista del género, se incluye en este segundo apartado.
Así mismo, hablar de terror no se refiere a ser asustando continuamente mediante sustos sorpresa, sino que se entiende por una cuidada ambientación tenebrosa, sitios cerrados, oscuridad predominante (tanto de luz como de sensaciones), en definitiva, crear una situación propicia durante todo el metraje.
Así pues, El regreso de los muertos vivientes nos proporciona el mejor tono cómico integrado en un clima de ultratumba, generando un entretenimiento de gran calidad, con una solvente realización y un guión muy inteligente que enaltece al género zombi, puesto que procuró, aparte de unas cuantas secuelas (en concreto lleva ya 5) e inspiraciones para otras tantas.
(Continúa en el spoiler por falta de espacio)