El planeta de las mujeres invasoras
Sinopsis de la película
Procedentes de un planeta habitado sólo por mujeres guerreras, aterriza en México una nave espacial con un grupo de sexys alienígenas. Su objetivo: capturar algunos especimenes humanos para hacer pruebas con ellos y hallar la manera de fabricar un filtro para sus sistemas respiratorios, y soportar el aire de la atmósfera terrestre, para preparar una invasión en toda regla.
Detalles de la película
- Titulo Original: El planeta de las mujeres invasoras
- Año: 1966
- Duración: 85
Opciones de descarga disponibles
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Opinión de la crítica
Película
3.8
34 valoraciones en total
Arranca con el aterrizaje de un platillo volante en un parque de atracciones, junto a una de ellas en la que vemos un cartel, viaje a la luna, 5 pesos, platillo del que vemos descienden 2 alienígenas de muy buen ver vestidas con una casaca abotonada de lame, unos shorts ceñidos y tocadas con una especie de peineta de diseño (todo ello muy conjuntado), neutralizan a los 2 tipos de la atracción y dicen algo de que tienen trabajo por delante.
A continuación la acción nos lleva a una trama de combates de boxeo amañados con mafioso, boxeador que no cumple con el pacto de dejarse caer, chica de la que este extra prendado, manager y un par de matoncillos.
A partir de aquí, con todos los personajes de la trama boxística subidos a la nave al tomar esta por una atracción de feria (junto a una familia que ya estaba en el interior esperando que comenzara la atracción), esta arrancando dirección Sibila (el planeta donde nunca se pone el sol lugar de procedencia de las jamonas alienígenas) ante el estupor de viajeros a la fuerza y visitantes del parque y el porqué de la abducción, tenemos un delirante y muy divertido exceso kitsch, que aunque es cierto que se la puede calificar perfectamente como una mala y absurda película de ciencia ficción, no lo es menos que por muy sieso y obtuso que sea uno, es imposible no rendirse ante tal cumulo de psicotronicos y desopilantes situaciones y diálogos, la belleza y poderío físico de las dominantes alienígenas y el encanto que destila para los que en su día disfrutábamos como marranos en un charco con El chapulín colorado.