El pirata Barbanegra
Sinopsis de la película
Año 1674. Sir Henry Morgan es un pirata reformado que dejó atrás su vida de corsario, y ahora ocupa un puesto como alto oficial en Jamaica. Pero Edward Maynard espera probar que no ha cambiado y, de paso, cobrar una recompensa. Con este fin se disfraza de médico y se enrola en el barco de Morgan, en el que también viajan el temido Blackbeard, enemigo de Morgan, y Edwina Mansfield, una dama en peligro, que, en realidad, no es lo que parece.
Detalles de la película
- Titulo Original: Blackbeard the Pirate
- Año: 1952
- Duración: 99
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Opinión de la crítica
Película
6.2
31 valoraciones en total
El temible pirata Barbanegra azota el océano dispuesto a hacerse con el botín de su rival, Henry Morgan, utilizando a la amada de éste como rehén. Mientras, un cazarrecompensas camuflado intentará rescatar a la chica.
Uno de los films menores de Raoul Walsh, rodado durante el esplendor del género de aventuras marítimas, que únicamente reluce por su prestancia y por la caracterización de Robert Newton como el truculento protagonista. Pese a ello, se sigue con agrado.
¡Al abordaje!
La historia posee entidad y enjundia argumental pero enseguida se advierte que su desarrollo como película linda los márgenes de lo amorfo y su puesta en escena naufraga por falta de solidez narrativa.
Largometraje desdibujado, poco creíble, insuficientemente trabajado en el que R. Walsh pierde una magnífica ocasión para filmar una obra de categoría.
Da la impresión de estar dirigido a un público infantil poco exigente.
La factoría Walsh, aclamada por productos como Los violentos años 20, Al rojo vivo ó High Sierra, entre otros muchos, dio la de arena con esta incursión en el género de tibias, calaveras, cruceros caribeños, islas del tesoro, cofres del muerto y botellas de ron. Y ello a pesar de las buenas perspectivas cinematográficas del negocio pirateril, con terrores de los mares de la talla de Henry Morgan y del propio Barbanegra, con enclaves insustituibles como Port Royale, con galeones absolutamente espectaculares y, como no podía ser menos, con la obligada presencia de la dama de corazones de aspecto indiano, perfil a la medida de Linda Darnell.
Pero no. A la película parece faltarle compromiso. El de el director con su obra y el de los actores con sus interpretaciones. La impresión que deja es que se trata de un producto realizado por encargo u obligación mas que por voluntad propia, sin creer en el propio proyecto que se está ejecutando. A veces las apariencias engañan pero no creo que este sea el caso. Hay desgana. Hasta el propio William Bendix, al que no vamos a descubrir ahora, con sus muecas y gesticulaciones parece querer romper la mediocridad y ponerle una nota diferente y discordante al tono anestesiante de la película.
Para no pecar de injusto, elevaré por encima del resto, la actuación de Robert Newton en el papel del pirata Barbanegra. Es la excepción que confirma la regla, el esfuerzo profesional frente a la desgana interpretativa. Aprobado también para Irene Ryan como Alvina, la dama de compañía aficionada al ron de melaza. El resto más que actuar parece que están esperando el autobús. Lamentable.
Menos mal que los navíos tienen buena presencia y que tanto galeones como paisajes marítimos salen favorecidos en la foto que si no apaga y vámonos…
Una obra menor en la filmografía del cineasta norteamericano de Murieron con la botas puestas , adaptada por Alan Le May sobre una historia de DeVallon Scott a cerca de la vida del legendario pirata inglés Edward Teach, más conocido como Barbanegra , el hombre que inspirara el terror por los mares del caribe durante la época dorada de la piratería allá por los años del 1716 al 1718, y que según cuenta la leyenda tenía un aspecto de fierecilla indomable con aquellos tirabuzones con mechas ardiendo en su barba negra durante los momentos de abordaje y desenfrenada batalla…
La historia de DeVallon adadptada para la gran pantalla por Le May está dirgida de manera deslabazada, como con prisas, y sólo en algunas tomas de mar, Walsh consigue transmitirnos la magia deseada en este tipo de producciones sobre bandidos de mar y corsarios, grumetes y almirantes…
Sólo el personaje del pirata barbanegra interpretado de manera magistral por Robert Newton, consigue emocionarnos durante ciertas partes del metraje, con aquella feroz mirada en su semblante…
Decía el propio Walsh en el prólogo de esta obra citando el anónimo de El pirata del sillón(The Armchair Pirate) , que el pirata más aguerrido, valiente y feroz es aquel que combate lejos del mar y al amparo de los peligros…tal vez Walsh citara este anónimo para explicarnos que la historia que estábamos a punto de presenciar no correspondía de manera fidedigna a la verdadera historia del legendario pirata inglés, ya que de hecho el personaje del cirujano cazarecompensas, Robert Maynard interpretado aquí por Keith Andes fue en realidad el hombre que venció al legendario corsario en el fragor de una batalla y al servicio de la reina de Inglaterra, y no como aquí se nos narra…
Ni la música, ni la fotografía en color de tonos crepusculares son siquiera dignos de mención, y recomendable únicamente como forma de gozo por la magnífica interpretación del mencionado Robert Newton, así como por un agradable y por momentos entretenido rato de ocio, conociendo las andanzas, venturas y desventuras de este capullo de alta mar que respondía por el azabache epíteto colorista de Barbanegra…en aquellos terrible tiempos donde los tesoros yacían sepultados junto al cadáver de algún desdichado, y donde las cabezas del enemigo colgaban balanceantes del palo de mesana o el mástil de proa junto al terrorífico emblema de la legendaria calavera blanca con huesos cruzados como estandarte, en amenzantes goletas surcando los mares del globo terráqueo…
P R E S C I N D I B L E.