El pasaje
Sinopsis de la película
Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Un pastor vasco (Anthony Quinn) se encarga de guiar al profesor Bergson (Mason), un importante científico que huye de los nazis, y a su familia desde la Francia ocupada hasta España, pero el viaje estará lleno de peligros: a la dificultad que supone cruzar los Pirineos nevados se añade la enfermedad de la mujer de Bergson. Pero lo peor de todo es que el capitán Von Berkow (Malcolm McDowell), un cruel oficial de las S.S., los persigue implacablemente.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Passage
- Año: 1979
- Duración: 99
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Opinión de la crítica
Película
5.6
34 valoraciones en total
¿Harto de filmes de la Segunda Guerra Mundial que relatan el día D o la campaña de Rusia? Pues aquí tienes una película ambientada en la Francia ocupada. Desde el punto de vista narrativo no aporta gran cosa, el argumento no tiene nada de particular la verdad, pero es una buena ocasión de ver a Malcolm McDowell haciendo de nuevo de villano. Desde luego que la sombra de Alex Delargue es larga de verdad (atentos al guiño que tiene a La naranaja mecánica ). Por otro lado el film relata aunque de forma breve la tensa relación que había entre las SS y el ejercito alemán.
Buena y entretenida película de corte bélico, en la Francia ocupada por los nazis. ¿ Por qué la califico de buena? Pues, por los siguientes puntos, que a mi juicio, debe tener una película, A saber:
1.- Buenos actores: No necesito mencionar la calidad de Quinn, Mason, Lee, aunque su papel es breve y McDowell.
2.- Una trama interesante, como esta donde la huida es el hilo central de la cinta. El personaje demencial y psicótico que McDowell sabe tan bien interpretar, es digno de mención.
3.- Buenas locaciones: Las escenas de los Pirineos son magníficas, pero me quedé con la duda de donde habrán filmado la escena de los gitanos, al costado de un río. Los créditos señalan que fue filmada en los Pirineos y en un estudio cinematográfico en Niza, Francia, pero no señala la ubicación de los exteriores que no se filmaron en los Pirineos.
En fin, buena cinta para poco más de hora y media de entretenimiento.
Film de aventuras del no mencionable J. Lee Thompson (ligeramente se familiarizan su nombre con El Cabo del Terror ). Un científico (Mason) requerido por los nazis huye con su familia y basta con cruzar los Pirineos para que las SS no le pisen los talones. Un pastor (Quinn) les ayuda en su cometido pero un oficial nazi (McDowell) no les pondrá fácil la huida.
Poco más se le puede pedir a un argumento que podría haber sido considerado intachable en cuanto a acción y aventura sino fuese por Malcolm McDowell que engulle la función con sus improvisaciones de loco y sádico. Exceso inocurrente que le quita puntos a la película. Christopher Lee y Michel Lonsdale intervienen en papeles secundarios.
The passage es una buena película: es intensa, con correctas interpretaciones sumadas a la excepcional interpretación de Malcolm McDowell (qué fuerza le da a su malvado personaje, qué rictus macabro contiene, qué perfección interpretativa, etc) y con efectos especiales modernos para la época. No obstante contiene fallos en el guión y el montaje de sonido y audio es bastante deficiente para ser ya el año 1979. De hecho, el desenlace es una flipada enorme, se sobra mucho el guionista y eso resta mucha credibilidad a la trama global.
Aún así cumple su objetivo: emocionar e intrigar.
Acostumbrados como estamos a que las películas que tratan sobre la SGM transcurran en Normandía, las Ardenas, Sicilia, el desierto africano, el Pacífico o el Rhin, se agradece profundamente que la United Artists –que un año después quebraría por la producción de La puerta del cielo- se embarcase en una cinta donde la acción se desarrolla –y está filmada- en los Pirineos.
La historia es también sugerente, un pastor vasco guiando a través de la montaña a un científico y su familia perseguidos por un capitán de las SS, y el reparto con Anthony Quinn, James Mason y Malcolm McDowell no es precisamente desdeñable, todo ello conducido por un director como J. Lee Thompson, que si bien ya no estaba en sus mejores años, no cabe duda que era un especialista del género (Los cañones de Navarone).
Y hasta la primera media hora toda va bastante bien, hasta que la demencia senil –o las drogas vete tú a saber- del novelista-guionista, Bruce Nicolaysen, empieza hacer efecto y unos personajes que pretenden ser humanos y verosímiles se van transformando paulatinamente en otra caricaturas ridículas.
El señor Quinn pasa de pastor jubileta a miembro del comando Vizcaya, James Mason de respetable científico septuagenario a boina verde de los Gurkas, y McDowell de oficial cabroncete de las waffen a rememorar su imagen de Alex como líder de los drugos que nos brindó en La naranja mecánica.
Vamos, un disparate que consigue que te distancies de la película por momentos hasta su psicodélico, efectista y warholiano final.
Con esto no digo que sea un comistrajo de película, pero que el irse de este planeta y no verla no supondrá un dramón para nadie.
Eso sí, si le gusta el cine de J. Lee Thompson, esta sería la última película que recomendaría ya que su posterir filmografía de los ochenta es literalmente una cagarruta.
Nota: 5,8.