El padrino. Parte III
Sinopsis de la película
Michael Corleone, heredero del imperio de don Vito Corleone, intenta rehabilitarse socialmente y legitimar todas las posesiones de la familia negociando con el Vaticano. Después de luchar toda su vida se encuentra cansado y centra todas sus esperanzas en encontrar un sucesor que se haga cargo de los negocios. Vincent, el hijo ilegítimo de su hermano Sonny, parece ser el elegido.
En diciembre de 2020 se estrenó en cines y VOD un nuevo montaje con nuevo inicio y final, con imagen y bso restaurada, titulado Epílogo: La muerte de Michael Corleone (The Godfather Coda: The Death of Michael Corleone).
Detalles de la película
- Titulo Original: The Godfather: Part III aka
- Año: 1990
- Duración: 163
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Opinión de la crítica
7.8
81 valoraciones en total
Pais
Directores
Actores
- Al Martino
- Al Pacino
- Al Ruscio
- Andy García
- Brett Halsey
- Brian Freilino
- Bridget Fonda
- Carlos Miranda
- Carmine Caridi
- Catherine Scorsese
- Dado Ruspoli
- Diana Agostini
- Diane Keaton
- Don Costello
- Don Novello
- Donal Donnelly
- Eli Wallach
- Enzo Robutti
- Franco Citti
- George Hamilton
- Giuseppe Pianviti
- Gregory Corso
- Helmut Berger
- Jeannie Linero
- Jessica DiCicco
- Joe Mantegna
- John Abineri
- John Savage
- Marino Masé
- Mario Donatone
- Michael Bowen
- Mickey Knox
- Mimmo Cuticchio
- Nicky Blair
- Paco Reconti
- Raf Vallone
- Remo Remotti
- Richard Bright
- Rick Aviles
- Robert Cicchini
- Rogerio Miranda
- Simonetta Stefanelli
- Sofia Coppola
- Talia Shire
- Valeria Sabel
- Vito Antuofermo
- Vittorio Duse
Vale que no está Robert Duvall. Vale que Sofia Coppola ante las cámaras es un paquete. Vale que se hizo mucho después que las otras dos. Vale que Gordon Willis estuvo menos inspirado en la fotografía. Pero haberla visto por tercera vez la eleva a la categoría que merece, Obra Maestra entre las Obras Maestras, como sus dos hermanas mayores. Mi favorita es El Padrino II, seguida de El Padrino, pero ahora la tercera parte la situo solamente un poquito por detrás, solamente un poco. Las dos primeras horas del film son de una excelente película, pero los últimos 40 minutos son arte puro, una obra maestra como la copa de un pino.
Necesaria y precisa. Así es como definiría en pocas palabras el final de una saga que nos dejó perplejos, asombrados, catacumbados a un mundo totalmente nuevo para nosotros y que, sin embargo, resultaba ser mucho más cercano de lo que cualquiera hubiese podido creer jamás, por la verosimilitud de las reacciones, por las personalidades tan vivas y cercanas, por la impresionante realización de todo un maestro….
Para afirmar, pues, que El padrino III es necesaria, sólo me bastaría con remitirme al último soberbio y silenciosamente demoledor plano del segundo tomo de la saga, a ese plano que deja a Michael inmerso en una lucha interior, comprendiendo sus errores y paralizando al espectador, atrapándole en un halo de inquietud, de desconsolación por ver la caida de alguien tan cortante, por verle desmoronándose tras tantos momentos sin mediar el más mínimo gesto ante la admiración que podía llegar a despertar…. ese plano que nos dejaba, en definitiva, expectantes por saber como continuaría, a partir de ahí, la historia de Michael Corleone.
Y puede que este volumen no tenga tanta fuerza, no posea la elegancia ni la sutileza de los anteriores, y puede que las interpretaciones no alcancen el inalcanzable estrépito de Sonny (excepcional James Caan), o la pasmosa tranquilidad de Tom Hagen (inmenso Robert Duvall), o el porte del mismísimo Don Vito (excepcional Brando), pero sin duda dejan un ligero resquicio para conocer todos sus pensamientos, para identificarte con la pequeña historia de Vincent Mancini y Mary Corleone, para comprender como ese padre hastiado por la edad libera a su hijo y le permite verter toda su dedicación en lo que siempre había deseado, como Kay Adams comprende la quebrantable soledad de Michael y decide no dejarle de lado…
Todo ello, teñido con un relato sobre nuevos pactos, otros mafiosos a los que hacer frente y múltiples modos de buscar una salida al camino trazado anteriormente, y llevado por Coppola con interés, pero sin el poso que caracterizó las dos primeras entregas. Y aun así, llega el plano final, y vuelves a sentirlo, se vuelve a apoderar de ti esa estremecedora sensación, ya la tienes a tu lado otra vez, y has vuelto a caer de nuevo… congelado y desolado, observas como ese plano concluyente se te clava, y te deja sin habla, casi sin quererlo….
He terminado de ver El Padrino III hace apenas unas horas y ha dejado en mi una profunda marca, 3 horas que se marcan como memorables en mi vida cinéfila.
No voy a entrar en la eterna discusión de si es o no la peor de las 3. Es una cinta soberbia y punto. Es el punto final más grande que le pudo dar Coppola y su equipo a la saga de sagas, a LA serie en la historia del cine.
La puesta en escena es impresionante, apoyada, como en los 2 casos anteriores, en el fenomenal trabajo de Gordon Willis en la fotografía, que traslada a los 70´s y a otros ambientes (El vaticano) los inolvidables claroscuros y contrastes que maravillaron desde la primera entrega. Las tomas en Roma son geniales y la música como siempre pone la piel de gallina y emociona.
El tratamiento que se le da a la relación mafia-iglesia es inteligente, valiente y en ningun momento es morboso. No se explota el tema para atraer miradas curiosas sobre religión como probablemente lo hará Código Da Vinci.
El reparto es grandioso, pero el verdadero duelo actoral se libra entre un impresionante Al Pacino de alma atromentada y en el ocaso de su vida, contra un cínico, brutal y rencoroso Andy García.
El Padrino III tiene una multitud de momentos brutales y simplemente inolvidables, destacando entre muchos la confesión religiosa de Michael, la pieza siciliana en guitarra que su hijo interpreta como regalo, la muerte de Juan Pablo I (Que toma una fuerza estremecedora en estas ultimas fechas, después de la muerte de Juan Pablo II) la gran secuencia de la ópera y sus secuencias paralelas y sobre todo, más que nada, ese clímax, desde la escalinata hasta la toma final, que es posiblemente el mejor momento cinematográfico de los 90´s junto a otros como la fuga de Cadena Perpetua y la venganza final de Sin Perdón.
Una obra cumbre que solamente detecta 2 fallas. La primera es la poco lograda actuación de Sofia Coppola, la mayor parte del metraje, sobre todo al inicio, luce acartonada y poco apasionada, una mujer cuyo unico y gran talento está detrás de la cámara. El segundo fallo del filme es que se le posicione junto a sus 2 hermanas mayores y junto a ellas, por momentos, luzca pequeña, pero simplemente es un poco diferente, y repito, es soberbia.
Así es, a los que la catalogan como la peor de la saga, creo encontrar una respuesta, el Padrino III no es una mala película, solo que tiene a cuesta dos obras maestras, como lo fueron la primera y segunda parte, para mi esta a la altura de estas , inclusive su trama es un poco mas digerible, cerrando un ciclo en la saga de la familia Corleone, si la en la uno, a mi criterio, el protagonista era Brandon y en la dos era De Niro en esta película, el absoluto es Pacino, memorables las escenas de un Michael Corleone arrepentido por la muerte de su hermano, y que decir de ese grito de dolor.
Película infravalorada que no merecía ese desprecio por parte de algunos criticos, Francis Ford Coppola realizo un excelente trabajo, tan magistral como las anteriores, pienso que han sido los críticos lo que le han dado esa mala fama, así que aquellos que no la han apreciado lo suficiente por favor véanla de nuevo y verán la injusticia que se cometió con esta obra maestra, espero que el tiempo la reivindique.
Es una verdadera obra maestra, digan lo que digan. No creo que esté por debajo de sus predecesoras: al contrario, es tan dinámica y gustadora como las otras dos. He aquí mis argumentos:
1. Al Pacino hace una actuación formidable, mostrando lo mejor de su capacidad. Más austero, más creíble, más humano: tanto que nos hace sentir compasión.
2. Los diez minutos finales. De lo mejor en la historia del Cine: resulta maravillosa la contraposición de las dos realidades, los dos dramas que se mezclan (la ópera y el film), Francis Ford Coppola logra un paralelismo brillante, en el que música, violencia y acción terminan creando una secuencia fenomenal, y el clímax alcanzado es de una intensidad brutal.
3. Está llena de momentos memorables, que aparecen como ráfagas (buen uso del flashback de parte del gran Francis) o se van elaborando en la trama (por favor lean el spoiler).
4. Así como en la segunda parte de la saga, se tejen realidad histórica y ficción. Las escenas en el Vaticano, las notables tomas del paisaje siciliano y el mismo argumento son suficientemente creíbles.
Para completar el encanto, tenemos a Eli Wallach en el colmo de su versatilidad, regalándonos un entretenido personaje, tan odioso como agradable. Diane Keaton se mantiene: sencillamente excelente. La actuación de Talia Shire es bastante bien lograda. No pienso que Andy García lo haya hecho mal: al contrario, encaja en el papel y todo su cinismo y frescura son un punto a favor.
Para los cinéfilos, estos dos datos que pueden ser de utilidad:
1. Robert Duvall se negó a participar en el rodaje por no llegar a un acuerdo salarial con Coppola. Aunque no tengo nada contra Hamilton, me parece que el maestro Francis tuvo que haberle insistido al genial actor: se habría podido armar una mejor historia.
2. Wynona Rider iba a interpretar a Mary, pero se enfermó justo antes del rodaje: por eso apareció la hija del director.
3. A quienes les interese la historia de la conspiración a propósito de la muerte de Albino Luciani (Juan Pablo I), les recomiendo leer acerca del Banco Ambrosiano y el cardenal Paul Marzinkus.