El padrino de Harlem (Serie de TV)
Sinopsis de la película
Cuenta la historia real del gángster Bumpy Johnson (Forest Whitaker), que se abre camino en Harlem durante los años 60 después de pasar diez años en prisión. Cuando vuelve al barrio que una vez fue suyo se lo encuentra prácticamente en ruinas. Con las calles controladas por la mafia italiana, Bumpy debe imponerse a la mafia genovesa para recuperar el control de la ciudad. Durante una brutal batalla forma una inesperada alianza con el radical Malcolm X, aprovechándose de su discurso político para tratar de evitar el caos social y la guerra entre clanes que se avecina.
Estreno temporada 2: abril 2021.
Detalles de la película
- Titulo Original: Godfather of Harlem (TV Series)
- Año: 2019
- Duración:
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Opinión de la crítica
6.6
40 valoraciones en total
Pais
Directores
Actores
- Brian Hutchison
- Cecelia Antoinette
- Christopher Hancock
- David Deblinger
- Decater James
- Deric Augustine
- Elvis Nolasco
- Eric West
- Erik LaRay Harvey
- Forest Whitaker
- Gavin Haag
- Giancarlo Esposito
- Giuseppe Ardizzone
- Ilfenesh Hadera
- Ivo Nandi
- Jamaal Burcher
- Jerry Hebrank
- Joanne Kelly
- Justin Michael Woods
- Kathrine Narducci
- Kelcy Griffin
- Kelvin Harrison Jr.
- Kenneth Carrella
- Kevin Dunigan
- Kim Brockington
- Leopold Manswell
- Louis Cancelmi
- Lucy Fry
- Mark C. Fullhardt
- Matthias Sebastiun Garry
- Mike Keller
- Milanee Gordon
- Nikkole Salter
- Paul Sorvino
- Rafi Gavron
- Richard Petrocelli
- Robert John Gallagher
- Romina DUgo
- Roslyn Ruff
- Ryan Jordan McCarthy
- Samuel Smith
- Seamus Boyle
- Todd Anthony Manaigo
- Tramell Tillman
- Vincent DOnofrio
La serie cuenta la historia de Bumpy Johnson, que ya apareciese en American Gángster de Ridley Scott. Presenta un reparto muy potente, en el que encontramos altibajos.
En general el desarrollo confirma la máxima de el hombre nace sólo, vive sólo y muere sólo , pero obviamente con una orientación totalmente contraria a la deseada por Buda, basada en la idiosincrasia de aquella sociedad, por otro lado apasionante.
El personaje de Forrest Whitaker muestra la necesaria dicotomía con talento, ora entrañable cuando necesita, ora frío y despiadado hasta el punto que sorprende, como un felino agazapado. Notable interpretación.
Giancarlo Espósito confirma su capacidad camaleónica con una acertada mirada cínica, D`onofrio realiza otro papel solvente y Palminteri si que parece desaprovechado, en una historia que muestra correctamente las miserias y traiciones de aquellos que rigen los destinos de muchos.
En general se puede decir que luce una forma bien estructurada, en ocasiones con un brillo que no llega a emocionar y algunas pequeñas lagunas respecto al guión, que mantiene al espectador entretenido sin llegar a ser muy recomendable en comparación con otras series o películas del ramo.
Cuando Rudolph Giuliani, alcalde republicano de Nueva York, se propuso transformar la gran manzana, implementó una política que ha pasado a la posteridad como tolerancia cero. Se trataba de una serie de medidas, de amplio espectro, que transformaron la ciudad. Hubo una reducción drástica de la delincuencia, los crímenes y otros delitos menores. Pasó a ser una de las grandes urbes más seguras del mundo, pese a que su política aún a día de hoy continua bajo el escrutinio de la controversia. Entre aquellas medidas, una era la de acabar con la endémica corrupción policial. Descentralizó la cadena de mando, brindó grandes poderes a los agentes, que pasaron a ostentar una remuneración nunca antes vista. Así de crudo. Pagarles mucho para evitar la tentación del soborno. La serie ‘El padrino de Harlem’, creada por Chris Brancato y Paul Eckstein, que emite HBO, no tiene a la corruptela policial entre sus elementos nucleares. Pero sin su concurso no se explica la repercusión y el ascenso de figuras como las de Ted Bundy (Forest Whitaker), sobre la que se basa la serie.
Mucho se ha escrito sobre la putrefacción que aquejaba a la policía de Nueva York. El director que mejor lo ha plasmado en el cine ha sido el gran Sidney Lumet, con títulos como ‘Serpico’ o ‘La noche cae sobre Manhattan’. En la primera lució Al Pacino una soberbia interpretación, haciendo de la integridad personal un valor imperecedero ante un ambiente de deshonestidad generalizada. En la segunda era Andy García como fiscal, quién se las tenía tiesas en un thriller de sombría complejidad.
La historia del mafioso Ted Bundy no puede entenderse sin la corrupción policial y de ciertas élites (políticas, religiosas, activistas) que conviven con actividades ilegales bajo la escusa del mal menor. O recurriendo directamente a las mismas, haciendo bueno aquello de que el fin sí justifica los medios. ‘El padrino de Harlem’ arranca con Bundy saliendo de la cárcel. Habiendo estado casi una década a la sombra, va a iniciar un tortuoso camino para recuperar el poder perdido. Lo más interesante de la propuesta radica en el entramado de intereses que se cuece a su alrededor. La etapa histórica en que transcurren los hechos atesora unas potencialidades que Brancato y Eckstein exprimen con soltura.
La lucha por los derechos civiles, el endémico problema racial, los clanes repartiéndose el jugoso pastel de los opiáceos y el juego, alternan en un baile de doble moral dónde la política, a lomos de una sociedad que vive el vértigo del cambio, actúa de manera camaleónica. Así figuras como Malcolm X (Nigél Thatch) y el congresista Powel (Giancarlo Esposito), cuecen entre bambalinas un menú no apto para estómagos delicados.
‘El padrino de Harlem’ atesora un lenguaje directo y explícito que le sienta muy bien, y en el que los subtextos apuntalan unas personalidades complejas, difíciles de etiquetar. El reparto es de lujo. Vemos al Forest Whitaker de las grandes ocasiones. De tez impenetrable, rara vez exterioriza sus sentimientos. Hay un retrato crudo, sin aliño de un vil criminal. Lástima que los actores que dan vida a la mafia italiana ( Vincent D’Onofrio, Chazz Palminteri y Paul Sorvino) estén en gran medida desaprovechados. No estamos ante una obra maestra. Pero sí frente a una serie más que digna.
Un consejo: véala en versión original.
Esta serie es una muestra del declive que vive HBO desde hace tiempo, diría que es mala, pero me quedaría corto, una historia que es un caramelito para cualquier guionista, un reparto con varios nombres de primerísimo nivel y una plataforma con millones de usuarios en todo el mundo. Que podía salir mal? Pues ha salido mal todo, desde las actuaciones a la forma de contar la historia, pasando por una superficialidad que nada tiene que ver con la historia real, una clarisimo muestra del declive y la falta de ideas de la plataforma.
Cuando una serie nos dice que es de ficción basada en hechos reales, mal vamos…
Esta serie nos cuenta la historia de uno de los mafiosos más importantes de Nueva York, Bumpey Johnson. No obstante esta serie no habla única y exclusivamente sobre la mafia en los años 60, lo cual es un arma de doble filo.
La mafia (tanto italiana como la negra) en esta década esta en primera línea, pero no es lo único, aparece también ligado a la figura de Malcolm X y la nación del islam y con el congresista Powell por la igualdad de derechos civiles. Esto es bueno o malo? Para mi es malo.
Con una serie que se llama El padrino de Harlem espero ver una serie de mafiosos, donde como subtrama podría entender que apareciesen otros temas que fueron coexistentes en la época. Sin embargo, en la serie estos temas forman parte de la trama principal. Ante esto considero que la serie debería haberse llamado Harlem a secas, de lo contrario estás vendiendo algo que no es.
Otro problema que tiene la serie es que esta basada en hechos reales pero es una historia de ficción esto se hace para no tener que ser necesariamente fiel a la historia original de Bumpey Johnson o de otros personajes principales o secundarios de la trama.
Un ejemplo imperdonable de esto, es que no aparece en la serie, Frank Lucas, el chófer de Johnson que acabaría sucediendole tras su muerte y que trabajó para el durante 15 años. En la serie no se le menciona en ningún momento y más tratándose de esta serie le guste o no a sus creadores como una especie de precuela espiritual de American Gángster que cuenta la historia de Frank Lucas.
La primera temporada es aceptable, tiene cosas que no me convencen del todo pero se deja ver. En cuanto a la segunda temporada, vais a encontrar un montón de movidas relacionadas con lo políticamente correcto (feminismo y minorías) que tira para atrás. Por mi parte, mi transito por esta serie ha concluido. Una verdadera lástima porque está Serie como Miniserie enfocada en la mafia hubiese triunfado mucho más a diferencia de como se ha enfocado.
Decepción absoluta. Es posible que el problema deriva de las grandes expectativas que uno tenía, pero nos encontramos ante una serie con personajes estereotipados, y un maniqueísmo de buenos (negros) y malos (blancos) que me parece de vergüenza ajena a día de hoy. El mafioso de buen corazón que vela por los intereses de su gente no me parece para nada creíble. Han querido aunar el argumento delictivo con los conflictos raciales y creo que han fallado tanto en un concepto como en otro. No veré la segunda temporada, si es que se hace.