El padre de Caín (Miniserie de TV)
Sinopsis de la película
Miniserie de TV (2016). 2 episodios. País Vasco, años ochenta. En una atmósfera de tensión y miedo, donde el acoso abertzale y la violencia etarra son una constante, Eloy (Quim Gutiérrez) es un joven guardia civil que acaba de pedir el traslado al cuartel de Intxaurrondo, en San Sebastián. Allí encuentra un entorno hostil que hace estragos entre sus compañeros: alcoholismo, depresión, suicidios. El llamado Síndrome del Norte. Eloy ha dejado a su esposa Mercedes en Madrid embarazada de seis meses. Ella espera cada noche sus llamadas para saber que todo está bien, que sigue vivo. Él la tranquiliza porque la quiere y la echa de menos, pero no le habla de Begoña, la dueña de la pensión donde se aloja: una chica joven y sensible que le ayuda a sortear la soledad sin hacer preguntas, creyendo que es un empleado de Telefónica. Eloy vivirá una doble vida, pero lo que no sabe es que el mayor peligro le llegará del lado que menos espera.
Detalles de la película
- Titulo Original: El padre de Caín
- Año: 2016
- Duración:
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Opinión de la crítica
5.8
41 valoraciones en total
Esta miniserie nos ha sorprendido muy gratamente, el tema es indudablemente duro, difícil y muy delicado, desgraciadamente está aún muy sangrante.
Nos encontramos con un buen guión que en su linea maestra se asemeja a los grandes novelones del siglo XIX en que la maldicion del destino se cernía amenazadora sobre los personajes. Y sin embargo muestra un realismo excelente.
Dentro de sus asumidas limitaciones resulta lo mejor que hemos visto de las producciones para televisión. Una dirección muy correcta, unos actores magníficos, todos perfectamente encajados en sus papeles y totalmente creíbles y una ambientación bien lograda. No se puede pedir más sino que sirva de modelo a otros intentos que con mucho mas presupuesto y publicidad han resultado lamentables adefesios.
Con sus defectos, que los tiene, estamos ante uno de los mejores proyectos para TV que se han hecho en este país en los últimos años, más aún si hablamos de Tele 5.
Hablar de los años del plomo en España es complicado. A la gente que los ha vivido más de cerca, es muy difícil que le deje indiferente la manera de enfocarlo.
La película para tv, basada en el libro de Rafael Vera, alguien que supo demasiado del tema hasta el punto de cumplir condena en la cárcel por el caso GAL, está contada desde el punto de vista de la GC que vivió un auténtico infierno en los años 80 en Euskadi. Aunque tiene alguna escena potente quizás hasta se quede corto.
La TV movie empieza a fallar cuando tratan al pueblo vasco, sus gentes, su acento o sus costumbres. No es nada creíble. Para un andaluz puede pasar desapercibido y hasta puede valorar que chapurreen un poco el euskera y otros cuatro detalles más, pero para un vasco, podría parecer una chapuza. No está mal que se asesoren en este sentido. Ya ocurrió con buenas películas como El Lobo.
Por buscar más peros, la historia de amor de los protagonistas tampoco termina de tener credibilidad en el ámbito que se encuadra, a pesar de una aceptable interpretación y química de Quim y Aura. El tema de las torturas producidas por la GC, sobrepasados por el terror de la banda terrorista, también las pasan muy por encima y de manera muy light. Son algunos peros de otros tantos pero en el fondo lo que se busca es entretener a la vez que tratar un problema social sin perder un cierto rigor y veracidad, y en esto cumple con creces.
Podrían haber adaptado la gran novela sobre ETA Plenilunio de Antonio Muñoz Molina, pero no, era demasiado profunda y compleja para el espectador telecinquero. Resultaba más fácil coger la simpleza de la novela del criminal condenado, Rafael Vera, una pésima novela que jamás habría sido publicada de no ser por la fama de su autor y de paso alimentamos una polémica que seguro que nos da espectadores. Esa es la mentalidad de Mediaset. Y viendo el toma y daca tuitero entre seguidores de Podemos y del PP, lo han conseguido.
En El padre de Caín ETA casi queda reducida al decorado de fondo para contarnos un triángulo amoroso, y sus correspondientes escenas de desnudos, que al fin y al cabo es el pienso con el que llevan años alimentado a sus espectadores. Luego está el final que nos venden, tan forzado, tan rebuscado, que roza el ridículo. Ese final, banaliza y simplifica de forma increíblemente torpe lo que fue la lucha contra el terrorismo.
Sobre los actores…. me he quedado pasmado con la mala actuación de Aura Garrido…. ni rastro de la garra con la que interpreta en El ministerio del tiempo Lo mejor, al margen de la fotografía asturiana, es la actuación de Patxi Freytez como el sargento Delgado. Evidenciando así el gran problema de la producción nacional: el sistema de estrellas del cine/tv españoles se alimenta de actores principales muy monos, pero con poco talento, mientras los feuchos secundarios deben buscarse las habichuelas como pueden.
La serie carece de ritmo, está lleno de silencios tediosos, de rollos amorosos, la historia se podría haber condensado en una buena película de hora y tres cuartos. No se profundiza en los personajes, la rápida historia de amor que se montan los protagonistas, recién conocidos, carece de credibilidad y resta dramatismo a la tensión con la que debía vivir un agente recién llegado a Intxaurrondo,
El año 1980, el año de mayor violencia de ETA, el año que más cerca se sintieron de la victoria, desaprovechado. Como desaprovechada la escasa mención a las torturas de la GC en Intxaurrondo. Comparo el resultado final con otras series internacionales que ahora mismo veo, Enemigo Público Bélgica. Iglesia y pederastia, o Fauda Israel. Hamas y terrorismo de estado judío y al lado de ellas, este producto nacional no está a la altura.
PD: me ahorro criticar los serios errores de ambientación. Creo que mi decepción ya ha quedado suficientemente mostrada.
No he leído la novela de Rafael Vera, por lo cual no tengo un elemento de juicio que me ayude a conocer, si el fallo se encuentra en el guión construido para televisión, o en la propia obra. Pero lo cierto es que se descubre muy pronto el entramado final de hijos y padres y sus vinculaciones.
Bien interpretada, con papeles resueltos de manera eficaz, aunque sin demasiado talento. Es cierto, que para televisión no se exige mucho más. Me ha entretenido, y creo que también a la mayoría de usuari@s de MEDIASET. Así lo manifiesta el cinco alto recibido, que coincide bastante con mi propia calificación.
UN 6
Basada en la novela homónima de Rafael Vera, estamos ante una miniserie que, pese a sus irregularidades, es bastante valiente, necesaria en estos tiempos que corren (de rehabilitación de los terroristas) y con cierta calidad, hasta el punto que no parece de Mediaset (Telecinco), por el bajo nivel que habitualmente tienen sus producciones.
Rafael Vera, político socialista y subsecretario de Interior y Director de la Seguridad del Estado entre 1984 y 1994, conoció de primera mano el asunto , hasta el punto de ser condenado a prisión por su implicación en el caso Marey y la malversación de caudales públicos para la financiación de los GAL, una de las sombras de nuestra democracia.
Aunque es ante todo una historia de amor, no se obvia la situación en el País Vasco, con aquellos Años de Plomo de los primeros 80 donde cada día la gente se levantaba con uno o más asesinados por ETA (hombres, mujeres y niños) ya fueran tiros en la nuca, coches bomba… Guardias civiles, policías y militares se llevaron la peor parte, y especialmente caliente fue el cuartel de Intxaurrondo, San Sebastián, todo un gueto en medio de la hostilidad etarra (los funerales se hacían casi a hurtadillas, mientras una parte de la sociedad vasca, incluido el clero, miraba para otro lado). La presión psicológica era altísima y los guardias civiles, llevados por el terror, no pudieron evitar cometer sus excesos, con detenciones aleatorias y palizas sin venir a cuento. Todo ello se muestra sutilmente en El padre de Caín .
Que seguimos siendo un país cainita y lleno de odio lo indican las reacciones que la miniserie suscitó en Internet: una buena parte de gente de extrema izquierda e izquierda moderada le daba más importancia a los GAL y a los errores de la Guardia Civil, que a todos los asesinados y damnificados por el terrorismo etarra. Incluso decían que se estaba blanqueando la actuación de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Ya fuera por ignorancia, por cinismo o por mala leche, estaban justificando la existencia de ETA. Y eso, con todo lo que ha supuesto la banda en España, es ser muy mala persona, dicho de manera suave.
Lo mejor, sin duda, es la meritoria ambientación de la época, desde las viviendas a los coches pasando por la ropa y los diversos aparatos (teléfonos, televisiones, despertadores), etc. También es destacable la actuación de los protagonistas, quizá mejor Aura Garrido que Quim Gutiérrez, quien a veces parecía el mismo de Primos . Pero, en fin, buen reparto, sin olvidarse de un gran Patxi Freytez e incluso Luis Zahera en su ya clásico papel de pirado.
Hay cosas que nunca se olvidarán, por mucho tiempo que pase.