El monstruo de otro planeta
Sinopsis de la película
Un cohete espacial del ejército norteamericano, que regresa de una exploración a Venus, se estrella en el mar delante de la costa siciliana. El coronel Calder no es el único superviviente, y de los restos del cohete se recupera un recipiente que guarda una masa gelatinosa. Al abrirlo la masa se convierte en un monstruo que dobla su tamaño cada vez que se hace de noche…
Detalles de la película
- Titulo Original: 20 Million Miles to Earth aka
- Año: 1957
- Duración: 82
Opciones de descarga disponibles
Si lo deseas puedes obtener una copia de esta película en formato HD y 4K. Seguidamente te citamos un listado de posibilidades de descarga directa disponibles:
Opinión de la crítica
Película
5.9
58 valoraciones en total
Filme ejemplificador de la ciencia-ficción de los cincuenta, dirigido por un viejo conocido del fantástico, Nathan Juran, que firmó otros títulos interesantes e icónicos para el género como El cerebro del planeta Arous (1957), El ataque de la mujer de 50 pies (1958) y Simbad y la princesa (1958). En este último título volvió a contar con Ray Harryhausen para los efectos especiales stop-motion, que dan vida al monstruo venusiano que pone en jaque a los italianos en esta bestia de otro planeta.
Un cohete tripulado que regresa de una misión al planeta Venus se estrella en el mar cerca de la costa siciliana ante el estupor de unos pescadores. Dentro del cohete encuentran a dos supervivientes y un extraño objeto que resultará ser una pequeña criatura encontrada en el planeta. Pero, por supuesto, la criatura escapará de su cautiverio y crecerá de tamaño exponencialmente hasta convertirse en un verdadero peligro para la población… y para los monumentos.
Lo más destacable de la cinta de Juran es su acertado ritmo y, sobre todo, sus logrados efectos especiales, con ese movimiento tan característico de la stop-motion que tanto nos asombraba de pequeños y nos sigue sorprendiendo todavía. Gracias a ello, veremos escenas tan sobrecogedoras como el cohete hundiéndose en el mar, o al monstruo escalando el Coliseo romano como si de King Kong se tratase (la influencia es clara).
En una película así los actores es lo de menos y el reparto no es muy conocido, aunque los aficionados al género recordarán el rostro de Joan Taylor en otra cinta también icónica de la serie B: La tierra contra los platillos volantes (1956) de Fred F. Sears, en la que también participó Harryhausen en los FX.
Todo un clásico, entretenido y recomendable.
Pues si. A un pobre espécimen de Venus, se le abduce, se le transporta sin su consentimiento, se le vende, se le enjaula, es atacado y mordido por fieras, le disparan con todo tipo de armamento, le clavan una horca y una pica, le cazan, le electrocutan repetidamente, todo ello sin provocación alguna. Que malos son los humanos!
Y luego está el comportamiento estadounidense. Rescatan a sus astronautas varios pescadores sicilianos a riesgo de sus vidas y no les dan ni las gracias, ni mucho menos una medalla. Traen un monstruo a Italia que arrasa con la Roma Monumental y no hay un atisbo de culpa ni de remordimientos. Y eso que son los amigos americanos los encargados de vigilar al pobre bicho!!
En fin, película de monstruos, que recuerda a King Kong, con unos maravillosos efectos stop-motion del maestro Harryhausen. Gracias a ello este film es recordado, no por su triste y tópico guión.
En su momento esta película tuvo que causar sensación…sinceramente, es espectacular, como el gran Harryhausen consiguió dotar de vida a un muñequito de forma humanoide pero con claros rasgos reptilianos, con la técnica animatronics. Gran guión y una conseguida historia, hacen de este film, cuya acción, curiosamente se desarrolla en Italia, uno de los grandes de la época dorada del ci-fi.Los efectos especiales al estar a cargo quien esta, brillan sobre el resto del film, en todos los aspectos. Buenos intérpretes y buena fotografía en blanco y negro aunque hoy en dvd se puede disfrutar en color, por la técnica chromachoice y la verdad es que no desmerece para nada el resultado final. Nathan Juran, gran artesano especializado en el género, todavía nos aportaría otra joyita…La gran sorpresa(1964).
Buena película de ciencia ficción sobre un alienígena (en principio se trata de un cilindro de unos 30 cm de largo con una masa viscosa dentro), que se traen de Venus, una expedición norteamericana que había ido a este planeta en busca de materias primas. Al amerizar en aguas del Mediterráneo, en la costa de Sicilia ante el estupor de los pescadores que faenaban por la zona, el tubo sale despedido hacia la costa y es encontrado por un espabilado zagal, que se lo vende a un doctor por 200 liras, mientras que solo queda un superviviente de los 7 que iban en la nave siniestrada.
A partir de aquí se desarrolla una trama bien urdida (recuerda de algún modo a King Kong), contándonos la alianza entre italianos y norteamericanos por dar caza al pobre venusiano, con unos parajes sicilianos bellamente fotografiados (unos reales como el volcán Etna y otros magnificas maquetas, como la del Coliseum), y unos magníficos para la época efectos especiales, consistentes en dar movilidad y credibilidad al monstruo en que se ha convertido la masa del cilindro, que debido a la atmosfera terrestre crece día a día sin cesar, lográndolo de pleno gracias a la técnica animatronic del innovador maestro de los efectos especiales Ray Harryhausen.
A pesar del tiempo transcurrido se ve con interés como historia de ciencia ficción, más que como curiosidad ante una antigualla.
Absolutamente recomendable.
Muchas son las novelas y cuentos, algunos puramente fantásticos, otros llenos de conocimiento científico, que han intentado imaginar y describir la vida en otros Globos. Pero todos ellos no exponen más que una copia desfigurada del drama de la vida a nuestro alrededor. (Helena Blavatsky)
Y ese es el drama de esta película, cuyo comienzo prometía mostrarnos algo en verdad impensado, estimulante para la fantasía y el intelecto. Al caer el cohete, luego al ser encontrada la larva del monstruo, sentía yo que nos estaban mostrando en realidad algo extraño, algo fuera de este mundo. Luego, sin embargo, la larva abstracta, innominable, se convierte en un King Kong cruzado con tiranosaurius rex. ¿Es perdonable tamaño desperdicio?
No es perdonable, incluso la película pudo haberse limitado a la exploración del inmenso cohete, por esos pobres pescadores sicilianos, en esa sobrecogedora imagen inicial, donde se muestra al cohete hundiéndose en el Mediterráneo. Es un desperdicio porque una posibilidad ciertamente fantástica, de lograr una historia que atrapara la imaginación e hiciera reflexionar hondamente sobre formas de vida distintas a la nuestra, degenera en una persecución sin ton ni son tras un monstruo torpe y basto, por los coliseos y acueductos romanos.
Sería interesante hacer un listado de todos los argumentos geniales que el cine comercial ha malogrado, y tratar de reconstruirlos desde un punto de vista más amplio e inteligente. Pero, como dice el viejo e inequívoco refrán, ¿quien le pone el cascabel al gato?