El juego del amor
Sinopsis de la película
En un pueblo de Oregón, el profesor y escritor local Harry Stevenson (Morgan Freeman) percibe los problemas que causa el amor entre los vecinos: entre los jóvenes y entre los viejos, entre los parientes y entre los amantes, incluso entre los animales. Harry contempla sobrecogido cómo el amor distorsiona la percepción del otro, cómo ata y devasta, cómo inspira, cómo exige sin razón y, en definitiva, cómo modela la vida de todos, incluida la suya.
Detalles de la película
- Titulo Original: Feast of Love
- Año: 2007
- Duración: 102
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Opinión de la crítica
Película
5.7
87 valoraciones en total
El juego del amor pertenece a ese género tan de moda hoy día que consiste en juntar varias historias cortas y entrelazarlas para conseguir una única película en lugar de tener un conjunto de cortometrajes. Como suele pasar en estos casos, el nexo de unión entre las subhistorias es el amor en sus múltiples modalidades: parejas jóvenes, parejas mayores, parejas que dejan de serlo, parejas estables, parejas que no, parejas con bicho, parejas homo, etc…
Lo normal en este tipo de películas es tener un protagnista de relumbrón, un par de viejas glorias, alguna cara conocida y relleno, mucho actor relleno… pero con El juego del amor han debido de tirar la casa por la ventana para contar con Greg Kinnear, Selma Blair y Rhada Mitchell a la vez (de Morgan Freeman ya sabemos que no hace falta insistir mucho para que salga en cualquier película haciendo cualquier papel) y, ésto si que me sorprendió, sin problemas por tener que salir en pelotas a la mínima ocasión.
La película es enormemente correcta, con un director y unos actores que saben perfectamente como hacer una película de buen gusto, y no tiene nada negativo que merezca la pena destacar. Si acaso algo de falta de originalidad y que empiezo a tener la sensación de que para hacer este tipo de película basta con definir a medias unos personajes, meter papelitos con sus nombres en un saco, meter papelitos con situaciones tópicas en otro ( amor trágico , cornamenta , amor empalagoso …) e ir sacan papelitos de uno y otro saco para crear un guión a base de microhistorias. Pero seguro que son cosas mías… Si nos vamos a lo que es la película en sí, tiene todo lo necesario para gustar o, como mínimo, entretener.
Hacía mucho tiempo que soñaba ir al cine con la chica de mis sueños, pero no quería ir a una película cualquiera, sino a alguna especial, que reflejera sentimientos, y que recordáramos para siempre.
Cuando ví el anuncio de esta película me dije que esta era la película ideal, la ocasión que estaba esperando. Fuímos juntos al cine y ……. fué una experiencia mágica.
La película describe distintas situaciones relacionadas con el amor, algunas más alegres, otras más tristes, algunas más reales, otras más complejas. Me quedó la sensación de que la película podría haber dado algo más de sí, de que a lo mejor se ha pretendido abarcar más de lo que se podía, y de que las tramas y los personajes podrían desarrollarse de otra manera. En cualquier caso me ha resultado una película muy interesante de ver. Me ha gustado bastante.
De todas formas, no prestad demasiada atención a mi opinión. Ya sabeis, estaba un poco descentrado al lado de esa chica…….me muero por ver muchas películas más con ella…..
El juego del amor, practica un juego que en ocasiones solo aporta confusión. Pero no es el caso… El salto de un personaje a otro, aquí se realiza de manera coherente, lo que conduce a enriquecer la historia. Freeman nos deleita con su estilo reposado, aportando profundidad a su personaje y al film que gana y mantiene el interés durante todo su metraje. Hay juegos de miradas, de encuentros que pasan desapercibidos a otros ojos, situaciones que se producen y crean al margen, pero que Morgan Freeman, haciendo de nexo, nos descubre, convirtiendo al espectador en cómplice.
Robert Benton, su director, conoce lo que maneja y sabe como desarrollar esta historia para que nos llegue un producto atractivo y firme. No termina bien, y es algo que refresca… Estamos agotados de lugares felices y personajes de caricatura. La vida no es bonita todo el rato y los finales no siempre se presentan como desearíamos.
Cuando vemos una película como ésta tendemos a pensar que está llena de clichés y que usan circunstancias extremas y poco comunes con fines dramáticos, pero cuanto mayor es el tiempo que pasamos en esta vida, más cercana y real se nos hacen la infelicidad, la muerte, la enfermedad, el sufrimiento y las miserias, descubriendo tristemente que no son en realidad tópicos sino la vida misma. Aunque muy predecible es un reflejo conmovedor de la realidad parcial de las personas.
Lo inesperado siempre nos acecha.
Esta fiesta del amor o juego del amor que nos propone Robert Benton está cargada tanto de buenas intenciones como de desapasionada corrección. Se trata de conducir el amor por una serie de personajes y observar sus efectos. Lo que en principio, dadas las bondades de su cartel, puede parecer un pastel considerable se torna en ejercicio de casi negrura, Feast of love es más un melodrama al que rescata siempre en último momento cierto aire de optimismo o creencia en el amor. El reparto es generoso, sobresale ante todos una vez más el sobrio y sabio Morgan Freeman que no tiene otro actor a su altura en el film así que se deja caer con Greg Kinnear que no satura y progresa adecuadamente. En lo demás una serie de lecturas unas más acertadas que otras, unas mejor escritas que otras, dando pié a un conjunto un tanto inanimado que no traspasa la piel, pero que tampoco duele.