El intercambio
Sinopsis de la película
Los Angeles,1928. Christine Collins (Angelina Jolie) es una madre soltera cuyo hijo desaparece sin dejar rastro. Algunos meses después, la policía le comunica que ha encontrado al niño, pero, nada más verlo, Christine se da cuenta de que no es su hijo. Sin embargo, está tan confundida que se lo lleva a casa, aunque exige que continúe la búsqueda de su verdadero hijo. Tachada de loca e incapacitada por la policía, por fin encuentra un aliado en el reverendo Briegleb (John Malkovich), que la ayudará en su lucha.
Detalles de la película
- Titulo Original: Changeling
- Año: 2008
- Duración: 141
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Opinión de la crítica
Película
7.3
48 valoraciones en total
Es curioso cómo nos seca la boca Clint.
Nos deja sedientos de venganza.
Alégrame el día , ¿quién es el dueño de esta pocilga? , etc.
El ansia de castigo al culpable no sólo crece en nuestro interior, sino que además nos es regalado con frasecita chulesca y recreación. Cada vez que veo una película suya, a la mañana siguiente desayuno convencido de que en cuanto entre en la oficina voy a matar a mi jefe de forma molona. Tu capuchino, cerdo. Bang!
De todas formas, en ésta, todo está sobrerremarcado, exista o no este palabrejo. Los buenos no son buenos, son buenísimos. Y justos. Y víctimas. Pedazos de pan. Y los malos no son malos, son malísimos. Y culpables. Restos de escoria. Y el loco ríe, llora, grita, gesticula y pone demasiada mirada de loco. En fin, eso no me va. Además, la Jolie no me convence. Se defiende, vale. Pero tenía un papel para lucirse. El sueño de cualquier actriz. Y simplemente está aceptable. Dice la pobre que lo pasó fatal metiéndose en la piel de Christine Collins. Pobrecilla, y qué valiente ha sido. Muy bien Angelina, eres mi héroa. Le diré a Brad que te de un azucarillo cuando llegues a casa.
Pero para malo malísimo y mala malísima, los que doblan al niño (a cualquiera de ellos) y a la jolie, respectivamente. Y sí, eso influye en mi nota, porque he visto la película doblada, y la valoro doblada. Igual que influye para bien cuando a Clint le dobla Constantino.
Otro hecho destacable es lo extraño que resulta comprobar cómo las tetas de la Jolie crecen y decrecen de cinta en cinta. En el segundo plano de la peli, sale en camisón y no se observa curvatura bustal, exista o no este palabrejo. Entonces uno puede pensar que lo de Lara Croft está trucado, pero si se navega un poquito por la red, se pueden encontrar escenas de películas que no conoce ni su padre (una creo que se llama GIA) en las que demuestra, al natural, tener un buen par de registros interpretativos.
La ya enfermiza obsesión de Malkovich por sobreactuar no merece comentarios.
La fotografía y la ambientación (no se pierdan los créditos del final, permanezcan 5 minutos más, total, si llevas toda la tarde viendo la peli, qué más da) son espectaculares. Los tramos de investigación criminal confirman que el director puede y debe, nos debe, un thriller de época de los buenos. No olvidemos que su naturaleza intrínseca, amiguitos, es la del poli cabrón o el vaquero solitario. De una forma u otra: pistolero.
En resumidas cuentas: Clint Eastwood tiene tal manejo del (supongo) pulso narrativo, que la realidad es que te pasas sus larguísimas películas pegado a la butaca con los ojos como platos. Esa es, y no otra, la realidad.
Segunda -y mejor- obra de Eastwood en 2008. Gran Torino es una película pequeña, con ambiciones limitadas, más íntima, más formal. El intercambio es, al contrario, un espectacular drama de época que retrata los años 20 y 30 de forma ejemplar, que radiografía la sociedad de la época mientras narra una historia real que se centra en una mujer, Christine Collins, desesperada por encontrar a su hijo desaparecido. Y cuando la policía dice encontrarlo y se lo entrega, ella poco a poco va sospechando que, sin embargo, no es él, iniciándose un juego en el que el espectador se ve arrastrado sin remedio.
¿Cómo afronta el señor Eastwood esta historia? Pues de forma seria, formal, sin exagerar los gestos, sin engrandecer un relato de forma artificial. Lo que en manos de otro director sería un telefilm infecto de Antena 3, se convierte aquí en un apasionante ejercicio de intriga en el que cada cosa tiene su razón de ser y cada personaje funciona en un perfecto engranaje, dando lugar a una película dura, atrevida, con alma. Las interpretaciones tienen parte de culpa de la grandeza del film, comenzando por una Angelina Jolie irreconocible, entregando uno de los mejores papeles femeninos del año, y siguiendo con una contenida interpretación de Malkovich, un curioso papel secundario de Amy Ryan y una portentosa representación de la locura -casi autista- de mano de Jason Butler Harner.
Técnicamente irreprochable, con un trabajo de ambientación excelente, un guión de hierro que no deja ni un fleco suelto, y una progresión dramática que hace que la película sea emotiva en más de una ocasión, no llegando al borde de la lágrima pero si creando un nudo en el estómago, El intercambio es un ejemplo de cómo un director clásico puede convivir en nuestros días sin caer en las nimiedades y la simplicidad de buena parte del cine reciente. Eastwood coge unos personajes, los moldea, les da vida y finalmente los pone en pantalla creando una historia, una película completa. Dos horas y media de cine del grande, que además se pasa volando gracias a sus múltiples virtudes. Sin duda alguna, una de las películas de este año que, finalmente, parece que va destapando sus sorpresas de cara a los próximos Oscars 2009.
Como un espectador ingenuo más, me acomodo en la butaca de mi cine habitual, observo como se apagan gradualmente las luces del entorno y escucho como empieza a rodar la bobina de la película.
Rob Zombie, Wes Craven, John Carpenter, Alexandre Aja, George A. Romero, Jaume Balagueró, Sean S. Cunningham, demás olvidados y futuros debutantes, cojan asiento en el cine más próximo y tomen nota. Esto es cine de TERROR. Esto es miedo.
Y su primer susto y que recordarás una vez haya finalizado la película aparece al principio del film segundos después del título: Basada en hechos reales.
Por fin llego a entender lo que me quería contar el Coronel Kurtz en Apocalypse Now…
Con su gran estilo clasista y metódico, el ya maestro Eastwood nos transmite el horror en los ojos de Christine Collins, la sonrisa de Gordon Northcott, la pala con que cava Sanford Clark y con la simple presencia del Capitán J.J. Jones.
Su duración puede parecer exagerada pero durante la proyección estás tan metido en la historia que no notarás el paso del tiempo. Su ritmo perfecto y guión cuidado y consistente ayudan en gran medida a causar este efecto.
Prefiero no entrar en detalles de la historia, pues cuanto menos sepas del caso con más pasión vives las emociones que transmite la película. Puede ser verdad que, en cierto modo, el tratamiento de los personajes, como se ha comentado en alguna crítica ya, a rasgos generales parezca simplista y maniqueo, pero también es cierto que se encuentran rasgos de humanidad en Gordon Northcott de cara al final (véase su temor antes de su fatídico momento) y no toda la policía es representada inhumana (véase el Detective Lester Ybarra).
Una fotografía hermosa e inmortal que recrea Los Ángeles de finales de los años 20 (para recordar los dos planos que inauguran y cierran el film) y unas actuaciones al nivel requerido, donde la polifacética Angelina Jolie (una actriz que sale un día en películas como Wanted y otro en ésta sin duda se merece el adjetivo de polifacética) y el carismático Malkovich destacan entre el reparto, pero el nivel general es medio-alto (quizás el niño que hace de Sanford Clark sea el más forzado de todos).
No se que tiene el señor Eastwood que todo lo que toca lo convierte en Cine con mayúsculas, en mayor o menor medida siempre nos sorprende con una calidad nada desdeñable.
Y es que hacía tiempo que no aplaudía al salir los títulos de crédito junto a los demás espectadores, con lágrimas aún en los ojos, de madres y padres que hoy quieren un poco más a sus hijos, de cinéfilos que hoy aman un poco más el cine, y del propio Cine que hoy se quiere un poquito más a sí mismo.
Que la disfruten. Y la sufran.
La misión de una noticia o de un reportaje periodístico es simplemente informar o aportar un determinado punto de vista sobre un tema, pero no introducir al lector en él. No hay emoción, salvo si el tema ya la contiene por sí mismo.
No tengo muy claro cuál es la función de una película, pero una de las condiciones fundamentales para que a mí me convenza plenamente es que me haya metido en lo que me están contando. Sí hay emoción, aunque te estén hablando del apareamiento de los abejorros congoleños.
Si nos leyésemos un reportaje de los sucesos acontecidos en El intercambio , el horror que contienen los hechos nos tocaría la fibra sin necesidad de ningún apaño manipulador. Posee una emoción ímplicita. Es por esto que cuando Eastwood carga las tintas en esta historia consigue que me sienta enfermo, que me duela mirar a la pantalla. La pena está en que durante gran parte del metraje las tintas no están cargadas o, al menos, no lo bastante para conseguir implicarme totalmente.
Entre las armas que tiene Eastwood para contar la historia están muchas de las que más me gustan de él: planificación clásica, perfecto equilibrio en el tono, buena dirección de actores, pero también aparecen otras a las que a veces tiende que me molestan: esquematización de personajes secuandarios (son buenos o malos, no hay matices) o no dejar al espectador que juzgue a los personajes por sí mismo (las escenas de los juicios se encargan de esto, sobre todo). Pero me llama mucho la atención la ausencia de un arma en concreto.
Si los guiones de Million Dollar Baby o Mystic River adquirían en las manos de Eastwood una dimensión emocional que conseguía que trascendiesen, despojándolos de su tendencia al best-seller. Aquí esa dimensión aparece sólo en momentos puntuales. Así, el drama de Christine Collins apenas me deja huella, así como el abuso de poder que sufre. Algo grave, siendo la denuncia de esta situación el principal objetivo del filme. La comparto, por supuesto, pero no la siento.
Así pues, lo que salva a El intercambio de no ser una mera exposición de los hechos (aparte de las virtudes de la realización, arriba mencionadas) es ese poderoso retrato a base de flash-backs de un gallinero. Ahí se concentró lo peor de este puto mundo y la mirada de Eastwood no puede ser más sutil y demoledora. Ahí aparece el gran cine, el que me jode por dentro. El resto sólo está bien. Buena.
Magnífica película la que nos presenta Clint Eastwood, con la ayuda inestimable del periodista y guionista del film J. Michael Straczynski, que en sus inicios había trabajado entre otras publicaciones en Los Angeles Times, The Herald Times, y que supo de la asombrosa historia de la mujer que se había opuesto a la maquinaria política y policial de la ciudad de Los Angeles. Un periodista decente, depende de su trabajo incesante en busca de la verdad, si tiene conocimiento de unos hechos como los que realmente sacudieron a su ciudad.
A partir de lo antes mencionado el gran Clint Eatwood, no dudó ni un instante en capturar una historia real y transformarla en una buena película, que nos llega a nosotros muy por los pelos, ya que fue rescatada de unos antiquísimos archivos a punto de ser quemados. Una historia cruda y especialmente conmovedora, que nos cuenta la lucha de una madre para poder recuperar a su hijo, el cual le había sido arrebatado. Con la ayuda inestimable de un pastor presbiteriano, que con el poder de las ondas, luchaba contra la inoperancia de la policía, contra la corrupción de la misma con el beneplácito de unos políticos locales todavía más corruptos.
Es bien cierto que la película no se ajustará a toda la verdad ocurrida, en esto estoy de acuerdo con los que así opinan, pero con lo que en la misma se nos expone, hay más que suficiente para retratar a una sociedad que en aquellos años no aceptaba a las madres solteras, maltrataba (aún hoy siguen siendo maltratadas) a las mujeres, con el menosprecio y tachándolas de embaucadoras, falsas y embusteras.
Tanto Angelina Jolie en el papel de (Cristine Collins), como John Malkovich en el papel (Reverendo Gustav Briegleb) están magníficos y el resto de actores realizan su trabajo de forma notable. Siempre habrá algún personaje que no se ajuste a su papel, pero señores ocurre en todas las películas. Para mí ha sido una de las mejores películas (por no decir la mejor), que he podido ver en éste año, y les aconsejo verla.
Esta película es una denuncia histórica.