El hombre de hierro
Sinopsis de la película
Continuación de El hombre de mármol . Narra las jornadas revolucionarias en los astilleros navales de Gdansk ( o Danzig) protagonizadas por los obreros del sindicato Solidaridad, en el verano de 1980. Ese mismo año, un periodista radiofónico, más amigo del régimen comunista que de la verdad, debe cumplir una misión de difamación contra un destacado militante del sindicato Solidaridad, que resulta ser el hijo del héroe de El hombre de mármol (1977).
Detalles de la película
- Titulo Original: Czlowiek z zelaza (lHomme de fer)
- Año: 1981
- Duración: 152
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Opinión de la crítica
Película
7
96 valoraciones en total
Segunda de las tres obras del polaco Andrej Wajda realizo sobre el pueblo polaco y las vivencias de las familias de clase obrera en su particular guerra contra el gobierno polaco en el año 1980.
Se trata de una pelicula valiente y honesta, con una visión humanista de las distintas clases sociales en Polonia.
Film alentador y positivista sobre la lucha de los mas débiles por salir adelante. Que exalta la lucha del individuo y el grupo unidos por encima de las tiranias de muchos estados en este mundo. Película necesaria e histórica.
Aunque Wajda siempre defendiera que esta película no era una simple secuela de El hombre de mármol , lo cierto es que ambas son indisociables, no tanto por el hecho no menor de compartir personajes y fórmula narrativa, sino principalmente por el espíritu que las anima, siendo un fiel retrato de la realidad polaca.
En este caso la indagación de Wajda no es acerca de acontecimientos pasados, sino de sucesos del presente, concretamente la huelga desatada a lo largo de 1980 en los astilleros de Gdansk, que vería el triunfo del sindicato libre Solidaridad , así como el comienzo de la decadencia final del régimen comunista. Ahora es un periodista (Winkel), alcohólico y desmovilizado ideológicamente, quien va a protagonizar la investigación acerca de la huelga, labor para la que es comisionado por sus jefes, que tratan de recabar información que permita al estado socavar la huelga. Si en El hombre de mármol era Birkut el símbolo de la lucha de los trabajadores, aquí lo es su hijo, Maciek Tomczyk, uno de los líderes de la huelga, secundando a Lech Walesa.
El filme mantiene un tono documental (con bastantes imágenes de archivo) que aporta enorme realismo y autenticidad, sin por ello renunciar al imprescindible componente dramático, que es desarrollado eficaz y coherentemente, uniendo la experiencia del padre (Birkut) con la del hijo (Tomczyk), o lo que es lo mismo, el pasado con el presente. Los personajes (en general bien interpretados) muestran una amplia variedad de posturas y actitudes ante los hechos narrados, empezando por el propio Winkel (su paulatino cambio de actitud se identifica con el de la mayoría de la sociedad polaca), y siguiendo por aquéllos que encabezan la lucha o por los que hacen lo posible por liquidarla. El conjunto, de gran veracidad, resulta beneficiado por un adecuado montaje y un buen guión.
Más allá de sus virtudes cinematográficas, El hombre de hierro destaca por ser un documento histórico, realizado prácticamente al tiempo que se desarrollaban los acontecimientos que narra, algo que es enormemente difícil de lograr, especialmente en una obra artística. Sin embargo, Wajda alcanzó ese objetivo a plena satisfacción, y sin que ello le impidiese renunciar a sugerir su mensaje principal, mostrado a través de la lucha de dos generaciones, la de Birkut y la de Tomczyk. El triunfo de lo que éste último representa es un homenaje a todos aquellos que, como su padre, comenzaron la lucha. Y esa lucha era necesaria, porque como escribiera Paul Eluard, hay combates que deben librarse. Incluso para perderlos, porque otros los ganarán. Todos los otros.
154/13(14/04/09) Film político realizado a mayor gloria del movimiento polaco por la libertad, que se anticipa en el tiempo a la caída del régimen comunista Esta es la continuación de El hombre de mármol, realizado también realizado por Andrezej Wajda, que toman como hilo conductor a un periodista, Winkel (Marian Popa) que es chantajeado por un agente del estado para que espié y se entere de toda la vida de a un importante miembro de la organización sindical Solidaridad, Maciej Tomczyk (Jerzy Radziwilowicz), regido por el líder Lech Walessa, que también participa en la cinta interpretándose a sí mismo, el sindicato se ha puesto en huelga en los astilleros de Gdansk, mantiene paralizada a la ciudad y tiene en jaque al gobierno, a través de diferentes entrevistas que mantiene Winkel con diferentes persona que han conocido a Tomczyk vemos como ha sido su lucha desde joven por los derechos de los trabajadores y lo que ha sufrido. La cinta resulta un documento histórico del momento, con imágenes reales de archivo de las manifestaciones que tuvieron lugar contra el régimen opresor socialista, así como un canto a la esperanza de que los pueblos puedan vencer a la tiranía. Recomendable a los que gusten de buen cine político-social. Fuerza y honor!!!
Wajda repite la estructura de El hombre de mármol y el resultado no es el mismo. Lo que en El Hombre de Mármol el relato sobre la construcción de un ídolo trasciende la coyuntura política y se transforma en una muy buena película, en El Hombre de Hierro opera al revés porque la premisa de la película es la destrucción de un ídolo (en este caso desde la difamación) pero repitiendo el método desde el relato que El Hombre de Mármol.
De esta manera, Wajda fuerza la estructura de El Hombre de Mármol para contener el guión de El Hombre de Hierro y, sinceramente, la película demuestra que era innecesario.