El Hobbit: La batalla de los cinco ejércitos
Sinopsis de la película
Después de haber recuperado el reino del Dragón Smaug en la montaña, la Compañía ha desencadenado, sin querer, una potencia maligna. Un Smaug enfurecido vuela hacia la Ciudad del Lago para acabar con cualquier resto de vida. Obsesionado con las enormes riquezas en su poder, el rey enano Thorin se vuelve codicioso, mientras Bilbo intenta hacerle entrar en razón haciendo algo desesperado y peligroso. Pero hay aún mayores peligros por delante. Sin la ayuda del mago Gandalf, su gran enemigo Sauron ha enviado legiones de orcos hacia la Montaña Solitaria en un ataque épico. Cuando la oscuridad se cierna sobre ellos, las razas de los Enanos, Elfos y Hombres deberán decidir si unirse o ser destruidos. Bilbo se encontrará así en la batalla épica de los Cinco Ejércitos, donde el futuro de la Tierra Media está en juego.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Hobbit: The Battle of the Five Armies aka
- Año: 2014
- Duración: 144
Opciones de descarga disponibles
Si quieres puedes obtener una copia la película en formato 4K y HD. Seguidamente te detallamos un listado de posibilidades de descarga disponibles:
Opinión de la crítica
6.3
28 valoraciones en total
Pais
Directores
Actores
- Adam Brown
- Aidan Turner
- Billy Connolly
- Cate Blanchett
- Christopher Lee
- Dean OGorman
- Evangeline Lilly
- Graham McTavish
- Hugo Weaving
- Ian Holm
- Ian McKellen
- James Nesbitt
- Jed Brophy
- John Callen
- Ken Stott
- Lee Pace
- Luke Evans
- Manu Bennett
- Mark Hadlow
- Martin Freeman
- Orlando Bloom
- Peter Hambleton
- Richard Armitage
- Ryan Gage
- Stephen Fry
- Stephen Hunter
- Sylvester McCoy
- William Kircher
Ay… Menudo personaje está hecho el Peter Jackson. Para coger el universo Tolkien y hacer tres películas basadas en El Hobbit borrando lo que éste escribió y escribiendo tú la historia hay que tener muchas ganas de protagonismo, pero también hay que ser muy, muy, MUY, estúpido. Y es que a Jackson le atraía, y ha buscado, la idea de que <> suplantase de algún modo a El Hobbit de Tolkien y así en un futuro quien se acerque al universo Tolkien confundiese ambas y, de algún modo también, pusiese el nombre de Peter Jackson más cerca de la altura de J. R. R. Tolkien como autores (sí, suena así de grave porque es así de grave). Pero la verdad es que el universo Tolkien es y siempre va a ser recordado por los que lo conocen de verdad, no por los que vayan una tarde de domingo a ver estas versiones cinematográficas, y Peter Jackson acabará siendo conocido -si no lo es ya- como el tipo oportunista que intentó mezclar su nombre en una obra inmaculada como la de Tolkien robando la propiedad intelectual de su autor. Ya ni siquiera por la excelente adaptación que hizo de los tres libros de El señor de los anillos, sino por ésto último, y es lo que se merece.
> por algunos lados y Christopher Tolkien no quiere vender los derechos del Silmarillion. Si su adaptación fuese la mitad de mala que lo es esta, me alegro mucho.
En definitiva, que se ha juntado el hambre (de Peter Jackson) con las ganas de comer (la estrategia de las productoras de hacer basuras infumables que, no entiendo por qué, son más rentables) y el resultado ha sido el descuartizamiento del El Hobbit.
Menos mal que aún queda <
Y, por supuesto, ni siquiera los efectos especiales son buenos. Es tipo Matrix: está todo hecho por ordenador y sus escenas de acción tienen el fondo de la irrealidad (en Matrix ello -la irrealidad, la no física- forma parte del argumento, está justificado, en cambio aquí solo refleja lo malo que ha sido el trabajo de producción de la película). Y los efectos digitales son casi igual de malos que en Matrix (producida quince años antes) con la diferencia de que en Matrix ocupaban una parte pequeña y necesaria del film y en el Hobbit se abusa de ellos hasta la saciedad.
Esta crítica contiene SPOILERS y muy mala baba.
Me fastidia que un cuento como el Hobbit tenga que ser adaptado de esta forma tan esperpéntica. Me fastidia sobre todo porque empezó bien con una correcta primera parte que te invitaba amablemente a vivir una deseable aventura en la Tierra Media, tan alejada del estrés que envuelve a El Señor de los Anillos. La segunda me pareció extender la historia en demasía para ganar más dinero, pero contando cosas medianamente interesantes. Sin embargo, esta parte… ¿Qué necesidad real había de hacerle una película propia a una batalla? ¿No se podría haber puesto al final de la película anterior? No era una pregunta retórica, sí, se podría haber puesto. Esta es la película que nunca debió estar ahí, que nunca debió existir y que si existe es porque tú te tienes que dejar unos euros en verla.
Y cuando se acaban los recursos que utilizar y no se puede o se quieren inventar más cosas, el chicle se alarga gracias a la intervención de un unicejo que pretende ser gracioso a pesar de dar miedo y que de vez en cuando se viste de mujer (sí, sí, hay un travesti en la película). Entre toma y toma de efectos descarada y burdamente infográficos (viejos luchando contra ninjas fantasma, por ejemplo), tenemos alguna escena del unicejo intentando hacer gracia junto a los refugiados del primer pueblo de la Tierra Media en ser globalizado (entre ellos hay negros y hasta una china, UNA CHINA) en una película que resulta corta si se la compara con las otras dos.
Pero vayamos a lo que importa de la película, las batallitas y los monstruos. La película empieza con la premisa con la que acabó la anterior, el dragón Smaug está a punto de arrasar la ciudad y Bardo el héroe tiene que frenarle. Vale, si esperabas una gran escena, olvídate, el dragón muere a los cinco minutos de empezar el film, dejándote con cara de gilipollas si realmente tenías alguna expectativa en cuanto a lo que podría ser la batalla contra él.
Después de que Galadriel lance un Kame y se convierta en la Bruja Avería (una especie de Super Guerrero para ella) ocurren algunas cosas que o bien no me enteré o bien estaba durmiendo y finalmente todos los ejércitos se agolpan frente al castillo con la intención de batallar entre si para, evidentemente, final unir sus fuerzas contra los orcos e ir a lo que da nombre a la película, la batalla.
El Hobbit: la batalla de los cinco ejércitos , es un, a ratos, espectacular, que no asombroso ni emocionante, monumento al ego de Peter Jackson, y en general eso es la trilogía en sí. Supongo que no puede salir nada bueno de producir 475 minutos (la duración de las tres películas) sobre un libro de apenas 307 páginas. El chicle tiene un límite. Vistas las tres, me quedo con Un viaje inesperado . En cuanto a ésta, en síntesis:
– El título ya es sospechoso. Por supuesto que lo eligieron por su rotundidad y porque la guerra vende, pero Tolkien, aunque escribiera que fue terrible y sangrienta, y etc, la despachó en apenas 6 páginas. En la película es la mayor parte del metraje. No fue una escaramuza, estamos de acuerdo, pero tampoco algo en plan Kursk o Waterloo con el maldito orco blanco como Napoleón desde una torre dirigiendo al ejército.
– Hay tal abuso de CGI que uno acaba pidiendo un mando para aporrear botones y acabar la partida.
– El guión, pese a que repitan los de ESDLA más Guillermo del Toro, es liviano y mediocre, sin los enunciados trascendentales, emocionantes y hermosos de la primera trilogía. Hay por ahí frases como a lo mejor salimos de ésta , se te ve el refajo , Legolas, tu madre te quería , si esto es amor, no lo quiero , la simpsoniana es que nadie va a pensar en los niños , la tan de moda se acerca el invierno (!) o la machacona no tienes poder aquí .
– Los personajes no tienen mucha alma, tanto los rescatados de ESDLA, como Gandalf, que no pinta nada, o Bardo, que es una especie de Aragorn light y encima con la familia ahí en medio. Sólo se salvan Bilbo y Thorin. Para quemar en los infiernos Legolas, Tauriel y sobre todo el consejero del gobernador, de cuyo nombre no quiero acordarme.
– El caos narrativo es notorio, acentuado por el maremágnum de una batalla que no vemos ni cómo acaba. Luego otros aspectos como la banda sonora también son fallidos, pues Howard Shore no ha creado esta vez eternas partituras como las de ESDLA e incluso en ocasiones se recurre a melodías y motivos de la otra trilogía. La imagen es extraña, muy artificial, y Nueva Zelanda y sus maravillosos paisajes han perdido totalmente su sitio, pues no salen casi nunca.
Peter Jackson hizo la trilogía de El señor de los anillos cuando era un director poco conocido, y aunque fue una cara superproducción, la realizó desde el respeto y la devoción hacia la obra del escritor británico, con un equilibrio admirable entre el CGI y los actores y decorados reales, y pese a algunas licencias y excesos grandilocuentes, conservó el espíritu literario. Ahora, dilapidando su prestigio, ha hecho tres películas-videojuego por ego, por dinero y por lo que le ha salido de sus oscarizadas pelotas, defecándose en la memoria de Tolkien.
No han sido pocas las veces que he escuchado La nueva trilogía de películas del Hobbit simplemente es una excusa para sacarle el dinero a los fans de El Señor de los Anillos y yo lo he negado, pensando que iba a ser un gran trabajo digno del prestigio que tiene la saga de El Señor de los Anillos pero cada película del Hobbit que pasa me decepciona más y me hace pensar que esas personas que pensaban que El Hobbit simplemente es para sacar dinero aprovechándose del prestigio y éxito de la saga tenían razón muy a mi pesar.
Comencé la primera película con todas mis esperanzas, pero acabé muy decepcionado, demasiado. La película es demasiado larga para lo que quieren contar, con una trama que en realidad no daría para más de media hora, pero se entretienen con aspectos que no tienen importancia, dándote la sensación de que simplemente has visto un comienzo con un 80% de relleno. Se me hizo muy pesada, pero esperaba que algo interesante pasara, y sin embargo no te impacta con nada. No quise pensar nada malo, ni pensar que era un simple saca-perras para los fans, simplemente pensé que era el comienzo y que no había nada que destacar, con la esperanza de que todo se intensificara en la segunda parte.
A pesar de mi decepción, tenía la esperanza de una segunda parte más interesante, impactante, y con una trama más rígida, pero… no fué el caso. La verdad que tiene sus partes interesantes y entretenidas, que aportan mucho a la trama, pero son muy pocas en comparación con las partes de relleno, un relleno que se hace excesivo de nuevo. La historia que esta vez cuentan es aún más simple que la anterior y sin embargo su duración se alarga demasiado. Para lo que nos cuentan en esta parte se podría haber añadido a la media hora de la primera parte del Hobbit y quedaría una película de 1 hora escasa entre las dos. (POSIBLE SPOILER) Tengo que destacar la parte de la prisión dónde hay ratos que no pasa absolutamente nada, partes que se podían haber ahorrado y que no aportan nada. Otra parte que se hace excesivamente larga es la conversación de Smaug con Bilbo, por favor, además de ser muy larga el guión hace aguas por todas partes. Luego, comencé a pensar que esta parte si era más un simple comercio, era tan comercial que pensé que esa gente que decía que el Hobbit era un saca-perras tenían razón, ya que sólo vi bonitos y cuidados efectos, nada de violencia extrema y a Orlando Bloom en la piel de Legolas.
Y ahora llega El Hobbit: La batalla de los cinco ejércitos y mi conclusión de la película es: Efectos, muchos efectos. Trama, poca y desinflada trama.
Su punto a favor es la trama original, que es muy buena e interesante, pero la saga, película tras película, la ha desinflado con tanto relleno, tanto abuso de efectos y escenas sin sentido. Esta parte es muy atractiva visualmente, con muchos enfrentamientos y muchos efectos alucinantes, pero que carece de sentido en muchas de sus partes. Puede llegar a cansar tanto efecto. En ocasiones la trama se ve afectada y parece hasta olvidada ya que se centran más en el espectáculo visual. Ha sido un final que no ha impactado y por mucho que me pese he de decir que esa gente que pensaba que la trilogía de El Hobbit era un saca-perras tenía razón.
Podéis opinar lo contrario pero pensad: El Señor de los Anillos es una saga que se hizo por devoción, sin ánimo de sorprender con increíbles efectos, centrándose en la trama en todo momento, con un argumento sólido y fiel al libro, en cambio, El Hobbit se ha hecho por dinero, con efectos para sorprender al público, apartando la trama por momentos para crear escenas de humor, acción y diálogos sin sentido, con un argumento que no es fiel al libro.
Abriré la crítica dejando claro un punto: soy un total y absoluto fanboy de ESDLA. Soy un friki. Me encantan los libros, todos. Me los he leído dos veces cada uno (incluido El Hobbit). Me encanta la saga original. Tengo puntuada con un 10 la trilogía entera aquí, en esta misma página. El Señor de los Anillos es, para mí, la mejor película de la historia del cine fantástico y de aventuras (al fin y al cabo, no deja de ser una macro-película de 9 horas). Forma parte, no sólo de mi acervo cultural cinematográfico, sino también de mi vida, de mis recuerdos y vivencias. No es una película más para mí. Las vi cuando tenía no más de 12 años, y desde entonces (como pasara con otras sagas, como Star Wars), han formado parte de mí. Jugué a todos sus videojuegos, debatí sobre ellas durante horas y días y semanas con mis amigos, fantaseé con ellas. Las he visto incontables veces y, cuanto más lo hago, más me apasionan. Dicho esto:
La primera parte de El Hobbit me gustó. Mucho, de hecho. Los personajes principales tenían gracia y carisma, y había química entre ellos (sobre todo entre Bilbo y Gandalf). Me gustó el planteamiento, como giraba toda la trama entorno al concepto de vivir una aventura . Había épica (considero que el momento en que los enanos cantan la canción de Misty Mountain Cold antes de partir hacia Erebor, es probablemente de lo mejor de toda la saga, junto con la escena de Bilbo y Smaug de la segunda). La peli, sin llegar a ser nada del otro mundo, estaba realmente bien hecha. Se había cambiado el tono por completo. Mientras que la trilogía original era más seria , más adulta, más pretenciosa incluso, ésta se plantea como una peliculilla de aventuras, más relajada, buscando más el entretenimiento puro y duro que el dejar huella. Una vez acepté el cambio de tono con respecto a la original, la disfruté muchísimo. No me gustó el aumento del uso de CGI con respecto a la trilogía original (ej. la escena de los trasgos o la de los trolls), pero era perdonable.
La segunda supuso un bajón enorme. Se puso en evidencia el que iba a terminar siendo el mayor fallo de esta segunda trilogía: la falta de historia. El Señor de los Anillos es un libro de unas 1.500 páginas, mientras que El Hobbit apenas tendrá 200. Para paliar esto, y dado que parece impensable que el señor Jackson ruede una película de menos de dos horas y media, se inventan personajes, localizaciones y situaciones que fallan estrepitosamente. El romance de la elfa con el enano es absolutamente absurdo, no encaja, no transmite nada, es horrible. Todo el tramo de la Ciudad del Lago es infumable, tedioso, no aporta nada a la historia y además aburre. Se empiezan a notar fallos de coherencia y de guión, que terminarían de explotar en la tercera. Ante la falta de historia, tiran de CGI, que lo inunda todo. Escenas como la de los barriles son buena prueba de ello. La única buena escena de toda la película (la conversación de Bilbo con Smaug, buenísima) se pierde en un mar de tedio y aburrimiento. Smaug, que podría ser, con permiso de Bilbo, el personaje más interesante de toda la trilogía, apenas tiene minutos.
Y así, llegamos finalmente a la tercera parte…