El héroe de Berlín
Sinopsis de la película
Narra la historia del mítico atleta Jesse Owens, el coloso de la velocidad que saltó a la fama en los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936, cuando dejó al mundo boquiabierto con sus espectaculares marcas que echaron por tierra la teoría de Hitler sobre la supremacía de la raza aria.
Detalles de la película
- Titulo Original: Race
- Año: 2016
- Duración: 134
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Opinión de la crítica
Película
6.2
85 valoraciones en total
Pais
Directores
Actores
- Adrian Zwicker
- Aiza Ntibarikure
- Amanda Crew
- Andrew Moodie
- Anian Zollner
- Anthony Sherwood
- Arthur Holden
- Barnaby Metschurat
- Bruno Bruni Jr.
- Carice van Houten
- Carlo Mestroni
- Chantel Riley
- David Kross
- Eli Goree
- Frank Schorpion
- Giacomo Gianniotti
- Glynn Turman
- Jaa Smith-Johnson
- Jason Sudeikis
- Jeff Burrell
- Jeremy Ferdman
- Jeremy Irons
- Jesse Bostick
- John Maclaren
- Jon McLaren
- Jonathan Aris
- Jonathan Higgins
- Justus Carriere
- Karl Graboshas
- Larry Day
- Lucinda Davis
- Manuel Sinor
- Matt Keyes
- Matthias Günther
- Michael Bornhütter
- Moe Jeudy-Lamour
- Nicholas Woodeson
- Ricky Watson
- Shamier Anderson
- Shanice Banton
- Steffen Mennekes
- Stephan James
- Tim McInnerny
- Tim Post
- Tony Curran
- Vlasta Vrana
- William Hurt
- Yvanna-Rose Leblanc
La película del héroe de Berlín se podía haber contado mejor o de otra forma pero como la vida de Jesse Owen es tan emocionante y el protagonista tan único, la historia se cuenta sola.
Resulta conmovedor que aun sabiendo de antemano el resultado de cada carrera se cree esa tensión en los espectadores.
Hay momentos tan bonitos (que no se si realmente pasaron así o si hay mucha fabulación del director), pero que te mantienen en vilo entre la sonrisa y la emoción.
Cuando se trata de contar algo real resulta difícil porque se puede caer en el resumen excesivo al querer abarcarlo todo o limitarlo tanto que sepa a poco. En este caso se ha tratado de contar toda la historia desde que Jesse Owen llega a la universidad hasta los juegos de Berlín y no solo la parte personal del protagonista, si no los entresijos políticos que lleva la preparación de todos los Juegos Olímpicos, más en el caso de la Alemania Nazi. Es complicado contarlo todo y todo bien. Me encantó ver a William Hurt en un papel que sabe a poco pero que sigue manteniendo ese no sé qué en la mirada que lo hace tan vulnerable y atractivo, lo mismo ocurre con Jeremy Iron que con un papel de más enjundia vuelve a demostrar una vez más lo buen actor que es.
Es una película recomendable para toda la familia, que es interesante y aunque quizá le falte profundidad no deja de ser una buena opción para volver hablar de un hombre que pasó a la historia por su talento, su esfuerzo, tenacidad y por el momento en el que lo hizo. Y que tiene tanto para reflexionar sobre el momento histórico y la comparación de una Europa preguerra y en la América que promulgaba las libertades que sin embargo sostenía el apartheid.
A lo largo de la historia ha habido personajes y hechos que van de la mano, es imposible hablar de Pearl Harbor sin hablar de Japón, como es imposible hablar de la guerra civil española sin nombrar a Franco. Y esto es una evidencia que no se puede contradecir.
Stephen Hopkins ha sabido traer a la gran pantalla una de las historias más grandiosas a nivel humano, con el trasfondo de las olimpiadas, para que aquellos que ni tan siquiera teníamos padres en este mundo, podamos conocer dicha historia de primera mano.
Pero para apreciarla hay que situarse en su contexto. Nos acercamos a los Juegos Olímpicos de Berlín, 1936 y Hitler quiere que sea una campaña publicitaria al mundo del poder germano. Confía plenamente en los atletas alemanes. Para ello diseña un estadio descomunal para la época, con capacidad para 110.000 personas, la propaganda nazi tendría que llegar al lugar más recóndito del planeta tierra. Y es aquí donde le aparece el garbanzo en el zapato en forma de atleta negro, Jesse Owens.
Jesse llega a las olimpiadas precedido de una gran fama como el mejor atleta del momento en el mundo y con la idea de regresar a Estados Unidos con unas cuantas medallas de oro.
Doy mi aprobación a todo lo referente a la elaboración del guión sobre la vida de Owens, sus difíciles comienzos, la pobreza de su familia, sus problemas para combinar entrenamientos y trabajo, su novia y su preparación para las olimpiadas. Pero sin embargo, me resultó muy deficiente el poco protagonismo de su antagonista, Hitler. Me habría encantado conocer de primera mano todos los pensamientos que tendría viendo ganar a un negro una medalla, otra y otra más. ¡¡¡ Una pena la verdad !!!
En cuanto a interpretaciones se refiere, Stephan James está soberbio en el papel de Jesse Owens, incluidas las escenas de ejercicios y carreras. Nada fácil. Por otro lado nos encontramos a un grandioso Jeremy Irons demostrando en cada plano lo cómodo que se encontraba en dicho papel. Pero mi máxima sorpresa llega al ver a un actor enmarcado en el registro de la comedia, comerse con papas un personaje dramático, Jason Sudeikis.
Una película muy entretenida que nos traerá a la actualidad uno de los momentos más grandiosos en el atletismo mundial.
No me considero racista, no lo soy, creo en la diversidad porque nos enriquece. No todos somos iguales, está claro que los negros corren y saltan más que los blancos y su piel es más resistente a los rayos del sol, los blancos también tendremos algo bueno, pero todavía no se el qué. Y que nadie se ofenda porque yo use el término negro, porque los términos no son despectivos, no tienen esa capacidad: Las personas lo son, las mentes tienen esa capacidad. ¿Qué diablos tiene de malo el término negro si para mí siempre ha sido tan digno como blanco? Siempre utilizo dicho término desde la perspectiva de la igualdad en dignidad y en derechos humanos, y lo uso porque además estoy harto de escuchar otros estúpidos términos como afroamericano ¿Y los africanos y los negros de Francia o de Holanda? o de color ¿De qué color? ¿Color rosa o marrón oscuro?
La igualdad entre razas y entre sexos se encuentra en la dignidad y en los derechos humanos, todos somos igualmente dignos y todos tenemos los mismos derechos humanos (y deberes como humanos), pero no todos somos iguales ni lo seremos jamás, aunque haya personas a las que esto no les gusta. Hay gente que necesita uniformar y unificar, arrebañar y homologar, robotizar y lobotomizar, y lo hacen siguiendo métodos de ingeniería política e ingeniería social, también utilizan la propaganda así como la terminología (términos como corrección política ). El mismísimo Hitler utilizó este procedimiento para intentar controlar el mundo, pero no os confundáis hoy también lo están utilizando hasta la saciedad en las naciones más democráticas y libres, aunque muy sutilmente, es una tendencia natural del hombre: uniformar, ordenar y unificar es el proceso a seguir para el control de cualquier sistema complejo. Si os gusta seguidles, pero a mí no me van a enrolar jamás, soy uno, único y distinto, siempre lo he sido y siempre lo seré, y nunca seré políticamente correcto .
La película El héroe de Berlín, como todos sabéis nos cuenta la historia de Jesse Owens, que todos conocéis, o casi todos: la historia del hombre que le dio una buena cucharada de superioridad racial con gotitas de distinción al mismísimo Adolf Hitler en su propia casa y ante los ojos de todo el mundo. Hasta ahí, genial!
Lo malo de la película casi lo he dicho ya, relata unos hechos históricos y ciertos en un 99% y como no tiene mucho más, pues nos deja flojos. Y no digo que haya que inventarse la historia, lo que digo es que hay muchísimas formas de contar la misma realidad, por eso Don Miguel de Cervantes es un genio y otros escritores no lo son. En esta película falta todo, falta basa, fuste y capitel, falta un buen comienzo, falta intriga, suspense, desarrollo, y falta sobre todo desenlace. Y todo eso se hace con ciertas herramientas como la luz, el color, el tempo, los planos, los diálogos, la música, las actuaciones, la cuchilla de cortar fotogramas y la cola de montar.
También le falta mucha autocrítica a la película, y esto tiene que ver con el Fondo más que con la Forma. No está bien ver sólo vigas (si, vigas y no pajas. Eran vigas) en el ojo ajeno y no ver las vigas en el tuyo (que también eran vigas).
En definitiva no es una gran película. Entretenida sí, los hechos lo son, pero mal contada también. Mucho me temo que es otra mediocre película de Stephen Hopkins a juntar con su Depredador 2 (1.990) o su Pesadilla en Elm Street 5 (1.989) y otras cuantas.
Mi recomendación es que si os gusta la historia vayáis a verla el día del espectador para que no os salga cara, y si no os gusta podéis esperar a que la pongan en la 2 dentro de 20 ó 30 años.
Sobre uno de los grandes deportistas de la historia del deporte, que por el momento en el que ocurrió y los motivos que sucedieron despues se convirtieron en leyenda. Película que se nota que querían optar a premios, pero se queda a medias.
Tiene lo suficiente para ser una buena película, buenos actores y gran historia.
Uno de los que vencieron a Hitler en sus narices y que transcurrido el tiempo se disfruta mas y mas( que cara se le debió quedar a ese dictador jejeje, supremacia etnica ) nada mas con eso ya disfruté. Un placer
¿Es una buena película? La verdad es que no pasará a la historia, pero he pasado un rato agradable con esta recreación -convencional y correcta- de la carrera y las carreras de Jesse Owens.
Si cualquier tarde tranquila te ofrecen visionarla, no la rechaces, amigo filmaffinitista. Pero tampoco es necesario que corras a verla.