El grito de la lechuza
Sinopsis de la película
Basada en la novela homónima de Patricia Highsmith. Robert, un artista, se traslada a un tranquilo barrio de Vichy, esperando salir de la depresión que le ha causado la ruptura de su matrimonio con Veronique. Aunque no es un voyeur, empieza a espiar a su vecina Juliette, que parece llevar una vida tranquila y muy ordenada, precisamente por eso, Robert se siente mejor contemplando a alguien tan seguro y con una existencia tan apacible.
Detalles de la película
- Titulo Original: Le cri du hibou
- Año: 1987
- Duración: 102
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Opinión de la crítica
Película
5.8
55 valoraciones en total
En su tiempo, comencé a leer el libro, pero no me gusto ni convenció. No lo terminé, tal vez porque lo encontré, excesivamente introspectivo, y que la psicología de los dos caracteres masculinos eran inventadas no en el sentido de ficticias, sino falsas o falsificadas.
Ni sabia que existían tres versiones para el cine.
Sin embargo la película de Chabrol, me parece merecedora de elogios.
Buen guión, y una banda sonora muy adecuada. Actor principal que da muy bien el tipo.
Otro rol, fundamental en los acontecimientos, que está genialmente dibujado, es el que interpreta Virginie Thevenet.
Harto de su esposa, Veronica, y del trajín de New York, Robert Forester ha decidido irse a una casita tranquila, en Langley, para avanzar allí en la tarea de hacer una serie de dibujos de insectos y arácnidos para un entomólogo que pretende ilustrar un libro sobre el tema. A unos 15 kilómetros de allí, en Humbert Corners, Forester descubrió, un día, una casa campestre habitada por Jennifer Thierolf, una muchacha a quien, desde entonces, no consigue dejar de ver. Desde el lugar en que la ha observado no consigue saber a ciencia cierta si es lo suficientemente bonita, pero, lo que atrae a este dibujante depresivo y solitario de esta joven, es su aspecto sereno, su complacencia por estar en aquella casa alejada del bullicio de la ciudad donde planea residir con Greg, su prometido, luego de casarse, y su alegría de vivir. Un día, Forester no resiste más y decide presentarse ante aquella inspiradora mujer… y así comenzará una historia de amor y una tragedia que afectará la vida de muchas personas.
>, puede sumarse a las adaptaciones de, Patricia Highsmith, que merecen apreciarse.
The Cry of the Owl (El Grito de la Lechuza), es una novela que, la escritora estadounidense, Patricia Highsmith, publicara en 1962, en la cual vuelve a demostrar su talento para ahondar en el alma humana y conseguir extraer de ella ese lado oscuro y sorprendente que, muchas personas reservan solo hasta el momento en que se sienten bajo presión… y paradójicamente, aquel que pareciera ser el más trastornado, quizás pueda dar la más interesante sorpresa.
Trasladando la historia a Francia, con el natural cambio de sitios habitacionales y de algunos nombres, el director Claude Chabrol, es otro europeo que se interesa en la célebre autora americana, y con bastante fidelidad a la novela -obvias y necesarias abreviaciones-, él mismo hizo la adaptación en compañía de Odile Barski (Violette Nozière) con quien venía de trabajar en su película, Masques.
La trama se sostiene fácilmente por la atrayente personalidad de sus protagonistas y los hechos van alcanzando, gradualmente, toques de thriller y de intriga policial, aunque, con un inspector a bordo que, por dormilón, no luce suficientemente empeñado en ser, él, quien resuelva el conflicto como debiera.
A, Christoph Malavoy, Mathilda May, Jacques Penot y Virginie Thévenet, les fueron asignados los roles protagónicos y necesario es decir que, cada uno hace muy bien lo suyo, dando lugar a unas personalidades bastante llamativas.
Quedo un poco inconforme con algunos desplazamientos de cámara y con algunos planos que sentí innecesarios, también a la escena de cierre creo que le faltó mayor impacto… pero, en cambio, varias composiciones lucen muy afortunadas y el ritmo, en general, se mantiene en muy buen nivel. Ambientación, banda sonora y vestuario cumplen con su tarea y, en definitiva, <
Los años 80 fueron nefastos para Chabrol. Sus películas eran siempre un quiero y no puedo, muy alejadas de su época brillante de finales de los 60 (en realidad, Chabrol siempre fue muy irregular hasta su última etapa, en que entregó obras de verdadera enjundia y sapiencia cinematográfica). El grito de la lechuza carga con muchos problemas. Es una traición incompetente al talento de Patricia Highsmith, a quien el cine ha tratado de forma caprichosa, en ocasiones con acierto pleno (Extraños en un tren, A pleno sol), y en otras de manera poco afortunada (El amigo americano). En el caso que nos ocupa, los personajes son planos, anodinos, estúpidos, y cuesta comprender sus reacciones. A esto contribuye la nefasta elección de actores, a cual peor, salvo el veterano Jean-Pierre Kalfon, que hace lo que puede en el papel de comisario. Malavoy está de bofetada, Mathilda pone cara de circunstancias todo el rato (lo siento, chicos, no muestra sus encantos), Thévenet está como un queso, pero el guión hunde su personaje (esa escena final inenarrable, porque no puedo desvelarla), y así todos. La fotografía de Jean Rabier, como siempre, no aporta nada especialmente interesante, y la música de Matthieu Chabrol es como la de Pierre Jansen, es decir, atonal y aburrida. De hecho, debería suspenderla, pero le tengo cariño al viejo Claude, pese a todo, y una película sobre Patricia Highsmith, aunque salga como un churro, siempre merece un visionado…, aunque sólo sea para ponerla de vuelta y media. Para los fans, Stéphane Audran aparece en un cameo rol. A ver si la descubrís.
Floja, antigua, desde interpretaciones poco naturales, que pareciera toman distancia con la propia historia. El cine francés, en su mayoría se ejecuta con cierta pomposidad, que le resta frescura, y aquí sucede.
Su director Claude Chabrol, pese a su prestigio, ofrece un producto escasamente apetecible… Ignoro la calidad de la novela de P. Highsmith, tal vez una obra menor, por su escasa difusión, y me atrevo a considerar que probablemente no se ha trasladado su verdadera esencia a la versión cinematográfica.