El grito
Sinopsis de la película
Durante el tradicional partido de criquet que juegan todos los años los enfermos mentales de un sanatorio contra los habitantes de Lampton, Charles Crossley le cuenta a Robert que tiene un poder sobrenatural, aprendido durante los 18 años que pasó con los aborígenes australianos: el poder de matar con un grito…
Detalles de la película
- Titulo Original: The Shout
- Año: 1978
- Duración: 86
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Opinión de la crítica
Película
6
88 valoraciones en total
Película recomendable a todos aquellos que les guste el suspense mezclado de terror y estén hartos de la invasión nipona. No es muy conocida, pero está avalada por Cannes, y eso en cintas de este tipo es realmente dificil.
Excelente labor del trío actoral.
IMPACTANTE
Sorprendente film de Skolimowski, que se aleja enormemente de todo lo que es el terror convencional para contarnos una fábula fantástica, o mejor, un drama sobrenatural, tremendamente original y soberbiamente interpretado. Técnicamente la película es impecable (Fotografía, ambientación, puesta en escena, decorados…), y la historia está basada en un relato de Robert Graves (Yo, Claudio). Para que luego digan que el terror no puede ser artístico…
Basada en un relato del escritor británico Robert Graves, El grito , dirigida por el cineasta polaco Jerzy Skolimovsky, es una película que juega con la perplejidad y lo desconcertante, con el misterio, con la realidad y la ficción, con los puntos de vista, y, a partir de ahí, trata de agrietar y subvertir las seguridades del espectador, los límites entre lo que es posible y lo que no.
Todo en esta historia está, en principio, creado para que creamos que el personaje de Alan Bates está loco, ya que hay por ahí un sanatorio mental, y que, por tanto, todo lo que le cuenta a Tim Curry (éste, en un papel muy pequeño, y ni siquiera canta, lástima) es algo que sólo existe en su mente enferma. Sin embargo, los acontecimientos que ocurrirán al final, cuando se ponga a llover y se suspenda el partido de cricket, pondrán en cuestión esta idea, en principio la más lógica…
Es una obra estimulante e intrigante, para ver no una vez, sino dos, tres, o más veces.
Pero de rabia, de rabia por lo lenta, aburrida, inconexa, desesperante e inverosímil que es esta película….algunos dicen que muy bien interpretada y dirigida, puede ser, total, para los diálogos que hay. Aunque Susannah York hace un papelón .
Cine intelectual y de calidad que el común de los cinéfilos no podrá soportar más allá de 15 minutos, justo el tiempo que tardas en dar la primera cabezada.
Lo mejor: el momento del grito, te pega un buen susto y logra despertarte momentáneamente.
Lo peor: que es más lenta que el caballo del malo, con unos silencios narrativos insoportables.
El grito es como 2001, Odisea del espacio . Conviene haber leído antes el libro. Es un film para gente paciente, para lectores. ¡Amantes del cine de acción, retiraos!. Ahora que estamos solos, continuemos. Tuve la suerte de leer el cuento de Robert Graves antes de toparme con la exitante noticia de que lo habían filmado. ¡Y con música de Genesis! Y allá fuí, religiosamente, y no me defraudó. Es una de las mejores adaptaciones que he visto, junto con Rita Hayworth y la redención de Shawshank de King, El duelo de Conrad y El día del Chacal de Forsyth. Las actuaciones son correctas, sin embargo, la de Alan Bates (como Charles) sobresale. Representa muy bien la aureola de poder, de cierta crispación, de fuerte presencia masculina requeridas por el papel. Su contrapartida, John Hurt (como Richard) interpreta con facilidad el único rol que conoce: el de hombre frágil y reflexivo. Susannah York hace a Rachel: pero en vez de ser tierna, morena y menuda es alta, rubia y un poco tosca, tan sensual como una escoba gastada, aunque un varón como Charles podría encontrar femenina hasta una almohada. La música de Genesis no fué lo que esperaba. No es melódica, sino incidental. Suena bien mientras se la escucha, subliminal e intimidante, pero al terminar se esfuma de la memoria como la niebla de la mañana. Los paisajes filmados en Devon, especialmente los costeros, exhiben un bucolismo casi irlandés, aunque algo más recio y simulan bien las características australianas.
El grito ofrece un rompecabezas cuyas piezas aparecen de a poco, junto con las reglas para encajarlas. La imagen que van formando resulta extravagante pero lógica. No es una historia de terror , sino una fantasía misteriosa y poética acerca de cómo esta organizado el mundo, sobre dónde reside el alma y de como son entonces las verdaderas relaciones causales. No está hecha para espantar, sino para sorprender y estimular la especulación. Superficialmente trata de infidelidad y venganza, y se relatan operatorias mágicas (tal vez por eso la encasillaron en el género de terror).
Esté atento y al concluir, quedará absorto con las potentes posibilidades del argumento, tal vez fantaseando otros, con hambre de más explicaciones y desarrollos que el disponible en esta cinta de 80 minutos. Ese es otro síntoma de las buenas películas: la función continua cuando la proyección terminó.