El gran farol
Sinopsis de la película
Basada en la auténtica historia de Nick Leeson, un empleado de banca británico que en 1995, con apenas 28 años, hizo tambalear por completo al sistema financiero del sureste asiático. Leeson era un broker brillante cuando fue enviado a Singapur a trabajar en el mercado de futuros del Barings Bank, un reputado banco con dos siglos de antigüedad. Pero al cabo de un tiempo, aunque era considerado el mejor de los empleados, Leeson robaba al banco enormes cantidades de dinero para cubrir las pérdidas de sus operaciones financieras. La situación hizo que llegara un momento en que el volumen de los desfalcos fuera exorbitante, pues hizo perder al banco más de 850 millones de libras, desestabilizando por completo las finanzas en Asia.
Detalles de la película
- Titulo Original: Rogue Trader
- Año: 2000
- Duración: 97
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Opinión de la crítica
5.9
96 valoraciones en total
Esta película es cojonuda si estás metido en el mundo de la bolsa, porque lo pillas todo de puta madre, y encima te cuenta un suceso bestial ocasionado por un solo hombre con todo el poder de un banco entero.
Ojala la vuelvan a distribuir ahora que estamos en crisis, el tema mola y está descatalogada.
Para los que no estén en el mundillo bursátil creo que les gustará también, porque la historia de como revienta uno de los bancos más pepinos de un gran país no es para decir no quiero verla . Porque está bien narrada, bien interpretada y bien rodada. Lo tiene todo para darle una oportunidad y verla. Le doy un 6 porque en fin, la ví porque me va el tema, pero ni de lejos es una obra maestra, simplemente interesa porque el tema es salsa picante, y más en los tiempos actuales.
Estamos ante un biopic, la historia verídica de Nick Leeson escrita por él mismo, un ambicioso empleado modelo de banca en Inglaterra que consigue que lo manden inicialmente a Yakarta, y aprovecha esta oportunidad que le brindan para progresar robando y mucho, con sus cambalaches y apuestas duras, y sobre todo jugando con el índice Nikkei en los mercados financieros.
Película británica dirigida con oficio de parte del irregular realizador británico James Dearden. El guión es bastante bueno, escrito por el propio Dearden y basado en la novela que el protagonista del film Nick Leeson escribió junto a Edward Whitley, Rogue Trader, donde cuenta su historial como bróker. Tiene además el film una aceptable música de Richard Hartley y una fotografía buena de Jean-Louis Robin.
El reparto cumple con creces con un principal Ewan McGregor que hace una meritoria interpretación, enérgica y creíble, del protagonista y temerario inversionista Nick Leeson, y junto a él un grupo de actrices y actores meritorios como Anna Frielque, quien también está muy bien en el papel de Lisa, Yves Beneyton, Betsy Branstley, Caroline Langrishe, Nigel Linsay o Tim McInnemy entre otros.
Resulta ser una película bien narrada, bien interpretada y bien rodada. Y sobre todo cuenta y habla del mundo de las finanzas y de sus instrumentos derivados, de manera que se ve con claridad cómo en ocasiones, la mala coordinación entre empleados erráticos y codiciosos y el sistema central de una entidad, puede resultar catastrófico para un emprendimiento financiero, y por añadidura para sus clientes, y en último extremo, como ha ocurrido en nuestro país en estos últimos años, para los contribuyentes que tenemos que salir al rescate de los despropósitos bancarios. De hecho, la película muestra a las claras la irracionalidad en la que pueden incurrir inversores osados pero con pocas luces, por la inoperancia tanto de las terminales humanas del banco, como la de los puestos ejecutivos centrales, jefes y administradores que en ocasiones no saben ni entienden lo que se hace en su entidad.
Es una película que trata de lleno la codicia y la temeridad, de cómo alguien te puede fastidiar la vida con inversiones, compra de acciones, venta de preferentes, etc., que ponen en juego tus ahorros o acaban quebrando tu economía, y por ende arruinándote la existencia.
En definitiva, una película que tiene su gran punto de actualidad, que puede servir para explicar muchas de las cosas que están ocurriendo en nuestra llamada crisis (o robo), película además descatalogada curiosamente, y que aunque no sea un gran film, no por eso deja de ser un eficiente drama en torno a los espinosos y oscuros negocios bancarios que tanto mal nos han traído.
Para aquellos que entiendan de finanzas y de intrumentos derivados es una película apasionante que demuestra la importancia de una estructura de una Mesa de Tesorería compuesta deun Middle Office, Front Office y Back Office totalmente independientes.
Muestra pefectamente la irracionalidad a la que muchas veces inversores avanzados pueden incurrir debido a la inherente torpeza humana (tanto del protagonista como la de sus jefes y admiradores).
En cualquier caso película que no hay que perderse.
Supuesto biopic. Basado en un libro del mismo título escrito por Nick Leeson.
El banco Barings quebró y fue comprado por ING. Ahora se llama ING Barings.
La historia ha vuelto a la actualidad a causa de Jérôme Kerviel, el operador acusado de crear de forma fraudulenta un agujero de 4.900 millones de euros a Société Générale (SG), el tercer banco de Francia, quien reconoció a la policía que ocultaba parte de sus operaciones bursátiles a sus superiores en el banco desde 2005. Igual que Leeson era un empleado modelo y su objetivo era lograr un bono que el banco reservaba a los operadores que más dinero le hicieran ganar.
Ewan McGregor, hace 20 años con carita de crío, resolvió con suficiencia, un papel donde tal vez no se encontrara muy cómodo. Francamente no fue un acierto de casting, creo que en aquellos momentos había un buen grupo de actores de edad similar que hubieran podido acercarse al personaje con mayor destreza.
El guión bien elaborado te mantiene en vilo, porque sabes que algo se va a caer, y con ello nada volverá a ser lo mismo. Al parecer basado en un hecho real, ignoro cuanto se ha añadido para configurar una película atractiva al tipo de espectador al que iba dirigida (entre los que me encuentro).
Tensión y desesperación le sobran. Muy lejos de Wall Street 1.987 de Oliver Stone, la joya por excelencia del género.