El gran carnaval
Sinopsis de la película
Charles Tatum es un periodista sin escrúpulos que atraviesa una mala racha a causa de su adicción al alcohol, razón por la que se ha visto obligado a trabajar en un pequeño diario de Nuevo México. Cuando un minero indio se queda atrapado en un túnel, Tatum ve la oportunidad de volver a triunfar en el mundo del periodismo. Entonces, en connivencia con el sheriff del pueblo, no sólo convierte el caso en un espectáculo, sino que, además, retrasa cuanto puede el rescate.
Detalles de la película
- Titulo Original: Ace in the Hole aka
- Año: 1951
- Duración: 111
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Opinión de la crítica
Película
8
53 valoraciones en total
Fue la única colaboración de Douglas y Wilder, dos miuras de Holywood. El resultado, esta película que no sólo supone una evidente crítica al mundo del periodismo sensacionalista de tan rabiosa actualidad hoy en nuestros días, sino una acidísima crítica también al tandem de los dos poderes fácticos por antonomasia: prensa y política.
Primera Plana continuó la denuncia.
Quisiera desde aquí hacer un llamamiento a la reflexión. Nuestras pantallas están llenas del sonrojante y deleznablemente asqueroso color amarillo, ese que tiñe nuestras conciencias del más gris de los aletargamientos.
Wilder no sólo hacía obras maestras para nuestro deleite sensorial, sino también para denunciar determinadas situaciones alarmantes a las que había que poner fin.
F A N T Á S T I C A P E L Í C U L A.
Novena película de Billy Wilder. Escriben el guión Billy Wilder, Lesser Samuels y Walter Newman, a partir de un argumento inspirado en hechos reales. Se rueda en exteriores de Nuevo Méjico y LA y en los platós de Paramount Studios (LA), con un coste de 1,8 M dólares. Es nominada a un Oscar (guión) y gana un Premio Internacional de Venecia (director). Producida por Billy Wilder, se estrena en première el 15-VI-1951 (Londres).
La acción se divide en un prólogo situado en Albuquerque (1950) y un relato de 6 días de duración que se desarrolla en Albuquerque y Nuevo Méjico (1951). El periodista Charles Chuck Tatum (Douglas), tras ser despedido de su último empleo, recala en la redacción de un diario local Albuquerque Sun-Bulletin . Tatum es arrogante, embustero, cínico, manipulador y alcohólico.
El film mezcla los géneros de drama y crimen. Billy Wilder lo realiza en un momento dulce de su carrera, entre El crepúsculo de los dioses (1950) y Traidor en el infierno (1953). En él participa como director, productor y coguionista. Es la primera realización después de su ruptura con Charles Brackett y la única colaboración con Douglas. La obra está narrada desde el punto de vista de Tatum. Este hecho refuerza los efectos derivados de la ausencia de protagonistas simpáticos o amables con los que el espectador se pueda identificar. La obra teje un entrelazado de culpabilidades y complicidades, que afectan a casi todos. Los dardos críticos se dirigen a los medios de comunicación, a los profesionales de la información, a los políticos y al público, que con su demanda determina formas y contenidos informativos. Éste es mostrado como devorador voraz de noticias morbosas, aficionado al voyerismo de desgracias ajenas y dado a asociar la propia insensibilidad con aires de recreo y fiesta. Condena el amarillismo, la manipulación y tergiversación de la verdad, las ansias de protagonismo y poder, la codicia, la traición y la corrupción. El film se inspira en dos hechos reales, el de Floyd Collins y el de Kathy Fiscus. La mano de Wilder se advierte en muchos detalles: vendedor de seguros, compañía Pacific All-Risk Insurance (la de Perdición ), extraño encendido de la cerilla (sobre máquina de escribir), rubia platino maléfica, chispas de comicidad visual (tropiezo con cabo tienda de campaña), tren, etc. El film fracasa en EEUU y obtiene cierto éxito en Europa. Es uno de los films preferidos de Woody Allen.
La música, de Hugo Friedhofer ( Tú y yo , McCarey, 1957) juxtapone melodías estridentes descriptivas y melodías armónicas ambientales. Añade dos canciones: The Hut-Sut Song (Benedict y Douglas) y Were Coming, Leo (vocalista y banda). La fotografía, de Charles Lang ( Berlin Occidente , 1948), se recrea en planos elevados y profundos muy detallados, movimientos multitudinarios y ambientes concurridos. Se beneficia de más de mil extras y unos 400 vehículos. El plano final es magnífico. Buenas interpretaciones y excelente guión. Drama muy sólido.
Primera gran sátira, y todavía no superada, sobre la falta de ética en el mundo de la prensa. A través de un periódico local, un reportero sin escrúpulos y un incidente sin apenas importancia, el guionista más audaz del séptimo arte, Billy Wilder, despliega todo su ingenio para poner contra las cuerdas al cuarto poder. Un regalo.
Wilder recordaría años mas tarde que la película fracasó en taquilla porque en 1951 todavía el público creía que los periodistas eran gente honesta.
Llegados a un punto en el que todo vale si la dicha ($) es buena ($$$) pocas cosas quedan que puedan espantarnos. Recientemente ya tuvimos un carnaval de los grandes montado en Algarve (Portugal) que luego se traslado a Londres para captar a mayor número de gente y por supuesto para esclarecer más la verdad ($$$$).
Wilder, que de tonto tenía poco, ya dejó constancia de hacia donde se movían los intereses periodísticos. Esta feria cada vez más monopolizada y con menos libertades, están al servicio de otros poderes mercantiles y al mando de otras muchas cosas -véase como Wilder introduce al sheriff (poder judicial) a las órdenes del periodista que interpreta Douglas-.
A mi juicio, el film tiene un inicio descomunal, con ciertos diálogos a la altura de lo mejor de Wilder, que te invita a ser muy optimista. Luego, permanece algo estancada sólo momentos de puntual interés pero sin que realmente perciba que la trama avanza.
Por el final, Wilder coge al circo y le da un último y enriquecedor empujón. Los últimos quince minutos están a la par del inicio. El carnaval llega a su fin y nos queda un amargor difícil de disimular. El amargor de saber que la realidad supera la ficción.
Jorge Javier Vázquez y Carmen Alcayde llegan a un pequeño pueblo de Nuevo México, allí un periodista de Alburquerque, Charles Tatum (Kirk Douglas) ha dado una noticia en exclusiva que ha sorprendido a todo el mundo, pero El tomate también quiere su trocito de gloria.
La noticia: un hombre ha quedado sepultado en bajo una montaña sagrada india. Los espíritus indios le han castigado por adentrarse en territorio sagrado y el hombre estará una semana sepultado hasta que los equipos de rescate puedan acceder hasta él.
Tatum aprovecha esta circunstancia para hacerse famoso y dejar su periodicucho de Alburquerque para irse a uno de Nueva York. El feroz periodista manipula al Sheriff, a los ingenieros de rescate, y a la mujer del hombre sepultado con tal de que su noticia se alargue lo máximo posible, hasta que aquello se convierte en un verdadero circo de turistas y comerciantes, sobre los que Tatum tiene un control absoluto. El resto de la prensa también tiene las manos atadas ya que el Sheriff no les deja hacer su trabajo.
Hasta aquí la excelente historia original.
Pero con lo que no contaba Tatum era con la llegado de el equipo titular de Aquí hay Tomate. Jorge Javier Vázquez y Carmen Alcayde, hartos de no poder trabajar en condiciones, deciden contraatacar… Tatum será su objetivo, necesitan desprestigiarlo para que no se lleve el gran pastel del circo montado por el mismo. Al día siguiente la prensa del tomate aparece con un titular sorprendente.
Sigue en spoiler pero no lo es.