El Francotirador
Sinopsis de la película
Autobiografía del marine SEAL Chris Kyle, un tejano que batió el récord de muertes como francotirador del ejército norteamericano. Kyle fue enviado a Irak con la misión de proteger a sus compañeros. Su puntería y precisión milimétrica salvó incontables vidas en el campo de batalla, por lo que se ganó el apodo de Leyenda, pero la noticia de sus hazañas llegó hasta las filas enemigas. Se puso precio a su cabeza y se convirtió en objetivo de los insurgentes. En Irak, Chris participó en cuatro peligrosas misiones, aplicando el principal lema de los marines: no dejar a ningún hombre atrás, mientras en casa le esperaban su mujer Taya (Sienna Miller) y sus dos hijos pequeños.
Detalles de la película
- Titulo Original: American Sniper
- Año: 2014
- Duración: 132
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Opinión de la crítica
6.4
86 valoraciones en total
Pais
Directores
Actores
- Anthony Jennings
- Assaf Cohen
- Ayman Samman
- Ben Reed
- Billy Miller
- Bradley Cooper
- Brando Eaton
- Brandon Salgado Telis
- Brett Edwards
- Brian Hallisay
- Chance Kelly
- Cory Hardrict
- David Taylor
- Elise Robertson
- Elizabeth Schmidt
- Eric Close
- Eric Ladin
- Erik Aude
- Evan Gamble
- Fahim Fazli
- Fehd Benchemsi
- Hector Bucio
- Jake McDorman
- James D. Dever
- James Ryen
- Jason Hall
- Jet Jurgensmeyer
- Jonathan Groff
- Jonathan Kowalsky
- Kathe E. Mazur
- Keir ODonnell
- Kyle Gallner
- Leon Farmer
- Leonard Roberts
- Luis Jose Lopez
- Luke Grimes
- Madeleine McGraw
- Mark Thomason
- Marnette Patterson
- Matthew Jason Walsh
- Max Charles
- Melissa Hayden
- Mido Hamada
- Navid Negahban
- Owain Yeoman
- Paul Meixner
- Reynaldo Gallegos
- Ricky Ryba
- Robert Clotworthy
- Sam Jaeger
- Sammy Sheik
- Sienna Miller
- Terry Quay
- Tim Griffin
- Tony Nevada
- Troy Vincent
- Wade White
- Zack Duhame
Algunas películas trascienden la pantalla porque llegan en el momento justo en el que la sociedad está pidiendo algo concreto y se convierten en un emblema del reflejo de la sociedad hoy en día.
American Sniper ha logrado el mejor estreno en Enero de la historia, segundo mejor mantenimiento de la historia en un film no franquicia do (únicamente por detrás de Avatar), mejor estreno de Clint Eastwood en toda su carrera en Estados Unidos, Reino Unido, Taiwan, Nueva Zelanda, Italia y Perú, seis nominaciones a los Oscar… Y todo esto cuando el consenso general era que las películas ambientadas en la guerra de Irak eran veneno puro para la taquilla. Recuerden que En tierra hostil (The Hurt Locker), la oscarizada cinta de Kathryn Bigelow recaudó 17 millones de dólares en USA (la menor recaudación de la historia de las ganadoras al premio de la Academia a mejor película). American Sniper está en su segunda semana rozando los 200 millones de dólares en taquilla.
¿Es realmente tan buena?
La respuesta es no. American Sniper es un film muy correcto y muy conseguido en muchos aspectos (el tratamiento del peso de la guerra en el hombre, la soberbia actuación de Bradley Cooper…), pero su mayor factor es la celebración de un hombre cuyo talento es disparar a matar a gente cuando no están mirando y que además disfruta de su trabajo.
No hay arco moral en la cinta, no hay remordimientos sobre si matar es necesario o hay alguna culpa en el acto de hacerlo. La cinta prácticamente abre con uno de esos discursos en la mesa de un padre a sus hijos que tanto le gusta a Clint Eastwood en la vida hay corderos, lobos y los que defienden a los corderos de los lobos: los perros pastores. La historia que trata Eastwood de vender es la de un hombre que se convierte en ese perro pastor defendiendo a su país de los que tratan de invadirlo. El prisma real es otro, los Iraquíes están tratando de defender su suelo mientras los americanos arrasan con él.
El verdadero Chris Kyle, el protagonista de la cinta, escribía en sus memorias que a él no le importaban una mierda los Iraquíes y no deja de referirse a ellos como salvajes. Tras la primera muerte, las demás vienen fácilmente (…) no tengo que prepararme mentalmente para ello. Miro por el telescopio, pongo a mi objetivo en la cruceta y mato a mi enemigo antes de que mate a uno de los míos. Él resumía el sentido de la guerra en esa frase, con lo cual cualquier sentimiento de raciocinio impuesto por la cinta queda empañado por el patriótico.
Y aquí es donde la película entra en terreno peligroso fuera de los Estados Unidos, donde somos mucho más abiertos a ofrecernos a una lectura del tablero mundial. Durante una década los EEUU han condenado la vulneración de los derechos humanos en Cuba mientras mantenían abierta una sede en Guantánamo que los violaba abiertamente. Los americanos gustan y disfrutan de mirar únicamente donde les interesa y donde ellos son los heroes, y por eso American Sniper está convirtiéndose en un fenómeno ya que provee un héroe de celuloide que está encargado no de satirizar y preguntarse acerca del Islam sino de matar musulmanes. Mata cada hombre que veas. Ese no era el lenguaje oficial, pero sí la idea escribía Chris Kyle en su libro biográfico.
Escribía George Orwell en su obra Notes on Nacionalism que Los nacionalistas no solo no desaprueban las atrocidades cometidas por su bando sino que tienen una capacidad remarcable para ni siquiera escucharlas. Si esos hechos eran reprobables o si tan siquiera ocurrieron fueron siempre decididos por predilecciones políticas.
La controversia que más me interesa llega al descubrir que desde el estreno de la cinta las amenazas a Árabes y musulmanes en América se han triplicado. Radicalizando nuestras opiniones acerca de una comunidad (que mayoritariamente condena por activa y por pasiva cada ataque terrorista) no hace más que radicalizar las opiniones de dicha comunidad, arrastrando a los indefensos a buscar consuelo donde lo encuentran, y si occidente liderado por una doctrina de odio hacia su pueblo no les escucha se moverán en busca de otro refuerzo de opiniones y convicciones.
El arte últimamente se está utilizando como instrumento de poder social y más recientemente como un poder de ofensa política en lugar de convivencia y normalización. Los ejemplos los tenemos recientes: The interview ha desatado iras entre naciones enfrentadas, Charlie Hebdo ha hecho correr ríos de sangre… Tanto de un bando como de otro, se está utilizando el poder de la creación para ejercer una provocación incendiaria que no conlleva a nada bueno salvo a la falta de expiación y autoculpa.
Eastwood despliega sus armas cinematográficas para conseguir este efecto: los Iraquíes nunca son tratados como personajes en la cinta sino como fondo amenazante, ninguno tiene personalidad, tan solo son objetivos. Todos ellos mueren al primer disparo. Los americanos agonizan en escena con borbotones de sangre para que veamos la crueldad y el desgarro. Y en el único momento que un Iraquí sufre es a manos de la crueldad de su propio pueblo.
Kyle, el verdadero Kyle, era un trabajador de clase media que perdió la dirección de su vida cuando vio gente con la que se identificaba siendo asesinada en otras partes del mundo (según la película en los atentados de Kenya y Tanzania contra la embajada americana) y decidió alistarse para asesinarles de vuelta.
¿Les suena familiar?
Clint Eastwood es un republicano de creencias liberales que, si bien está en contra de las guerras sin sentido, respeta de manera especial a los militares de su patria. Considerando además su vasta trayectoria como actor y director de películas de acción, no cabe duda que a Clint le encantan las armas.
Por ello, le ha fascinado que lo contactaran para rodar esta película. Es más, vaya coincidencia, resulta que Clint estaba terminando de leer la autobiografía que origina esta historia en ese mismo momento. Cómo no parecerle atractiva la heroica vida de Chris Kyle, un texano que se convirtió en leyenda para el ejército de Estados Unidos durante la ocupación de Irak, como el francotirador más temerario al asesinar aproximadamente a 160 personas en 10 años de servicio. Todo lo cual le valió el calificativo de American Sniper.
Sin embargo, Clint ha mirado un eje en la vida de Chris más allá de la batalla, como suele hacer con todos sus personajes: la historia detrás de la leyenda, es decir, la historia de su familia. Como Chris dijo alguna vez, lo que la gente a veces ignora es que junto a cada hombre que va a la guerra para defender a su país, está yendo toda una familia.
Vale. Entonces, American Sniper es la historia real de un texano que es criado en un hogar violento y machista, se enrola en el ejército, protege a los suyos matando terroristas y civiles en el Medio Oriente, dejando atrás a su esposa e hijos, al pendiente en América. Y las veces que vuelve del servicio, es una historia sobre las secuelas de la guerra en la sociedad. Y es por ello que mucha crítica, mucho público y sus propios realizadores la catalogan como una historia bélica y antibélica, todo al mismo tiempo.
Gracias a todos los elementos del género que se desarrollan aquí, es sin dudas una película bélica. Pero, un momento. ¿Dónde está lo antibélico?
Pues, si Estados Unidos se puede criticar en esta película como un país machista, violento y opresor de sus rivales políticos en el mundo, es solo gracias a la mirada atenta de algunos espectadores, a los cuales me enorgullece pertenecer, que conocen esa y otras realidades socio políticas del país.
El gran agujero de American Sniper es que Clint se inhibe de hacer una opinión al respecto. El guión transcurre por un río de clichés balísticos, vaqueros y matrimoniales, sesgado en brindar únicamente la imagen del texano como un héroe del cine y no como un soldado de carne y hueso dispuesto a sufrir los embistes ideológicos y los puntos de vista para alcanzar sus objetivos de manera verídica y humana.
Incluso, poner demasiado énfasis en un solo personaje omite la posibilidad de crear historias profundas y atractivas de otros personajes. Por ejemplo, su esposa es un mero accesorio que sólo se embaraza, sólo se preocupa y poco más. O su hermano, un muchacho débil que pasa por un proceso similar al de Chris y de quien, de repente, dejamos de saber más.
American Sniper propone una mirada egoísta, patriótica e irresponsable de un personaje que, puesto en la pantalla grande, se endiosa, y de una guerra que, sometida a las mismas condiciones, parece justificada. Y queda así para la posteridad. Lejos ha quedado la valentía y el intimismo de películas como The Hurt Locker (2008) y Zero Dark Thirty (2009). Estas películas brindan humanidad a los personajes que participan en esta invasión, incluso a los iraquíes, que aquí solo han sido tratados como un sufrido y retrograda rebaño, o como los más oscuros y enfermizos villanos que no tienen ni una línea de diálogo en el guión.
La autobiografía de este francotirador convertido en leyenda para una sociedad acostumbrada a la violencia ha debido respirar más y permitirse una reescritura apropiada para el formato cinematográfico. Recién escrito el libro, suena lógico que su discurso pierda interés en la pantalla y resulte maniqueo, lo que le resta emoción y suma desinterés por sus aventuras de francotirador, con las habilidades más débiles.
Los tuyos. Tu familia, tu clan, tu gente, tu pueblo, tu país, tu ficción de conveniencia. Conforme vas ensanchando el círculo la loable complicidad y empatía se vuelve una abstracción, una entelequia, una creencia, una superstición o una artimaña política. Pero cuando vives esa fábula como si fuera una realidad y te dejas embaucar por las construcciones ficticias de siglos de avalanchas emocionales ideadas para que los clanes dirigentes tengan carne de cañón barata, dócil, maleable y manipulable… entonces tienes un problema porque vivir en una idealización simplista y simplificadora es un irresoluble rompecabezas y te aboca a perder todo contacto con la realidad, borrando tus necesidades y adoptando las ajenas como propias. Doloroso y fratricida.
El problema con esta cinta es que hay espectadores que creen que es lo que no es o creen ver lo que no hay – tanto a favor como en contra. Ni es una apología, ni es una denuncia. Tan sólo es el retrato de un pobre hombre, cowboy zoquete y fracasado que vive un momento de revelación y exaltación uniéndose al ejército norteamericano y poniendo su letal capacidad cazadora al servicio de la guerra y de la protección de sus compañeros en acciones bélicas. Encontrar el sentido de la vida a veces es que te lo encuentren por ti o que te faciliten un atajo llenos de tópicos, consignas y fervor patriótico donde no hay sino una obtusa creencia en que con tu inmolación estás sirviendo a un propósito de mayor enjundia y trascendencia.
Vanidad de vanidades. Existimos mientras no nos alcance la némesis vengadora. Cuando no compartimos el nacionalismo ajeno (o el propio) y vemos el retrato de un enajenado patriotero que vive su verdad sin matices, ni filtros, ni dobleces, nos parece una apología o una simpleza, en vez de ver el retrato de nosotros mismos, pero con una escala de valores diferente, trastocada o inversa. Queremos que lo diferente sea denunciado y lo coincidente exaltado. Y si no, nos parece propaganda. Vaya simpleza, vaya ceguera, vaya gallinero de obtusos filósofos.
Estamos ante el retrato de un tarugo de pocas luces que tiene la habilidad de dar en la diana de la sinrazón devastadora del momento presente. Aquelarre de ideologías aniquiladoras y profusión de sangre. Cuando no se condena lo zafio parece un panegírico, una exaltación, una hagiografía. Pero sólo es el reflejo de un pobre hombre que cree en lo que hace y para qué lo hace y cree encontrar un sentido a su vida descarriada. En esencia es una película bélica que deviene en un trágico final (lo mejor de la cinta), superchería donde la denuncia y la exaltación van de la mano porque son las dos caras de una misma moneda. Tu antagonista eres tú mismo pero con otras prioridades pero los mismos métodos.
Intensa, algo monocorde y repetitiva, demasiado larga para tan corto viaje. Confundirá y soliviantará a los necesitados de mensajes inequívocos y reductores. Pero muestra que desde la ideología nunca llegará la paz. Es un imposible.
Queridos amigos iluminados de filmaffinity,
he venido a contaros mi opinión sobre la película y lo que leo en ciertas críticas. Siempre estamos con el mismo dilema, la ideología del crítico se impone por completo a la objetividad a la hora de criticar, intentaré no ser uno más.
He leído unas críticas que podría resumir en odio Estados Unidos y la guerra, pero veo el género bélico de EEUU para luego atrincherarme en mi cuarto comiendo palomitas escribiendo lo mal que está todo. A mí personalmente no me gusta el anime, respeto a la gente que le pueda gustar y le pueda poner un 10 pero yo no lo trago y por eso no se me ocurrirá ir al cine a gastarme dinero en ver películas de ese género.
Si vosotros gastáis el dinero en una película americana sobre la guerra luego no podéis decir La película tiene mucha guerra y muchos americanos en la guerra y a nene no gusta guerra porque guerra mala bla bla bla… Os recomiendo gestionar mejor vuestro dinero, son malos tiempos y no está la cosa para estar tirando euros y horas en el cine sobre todo si vais a ver algo que antes de entrar sabéis que no os va a gustar, seguro que tenéis mejores cosas que hacer.
En muchas críticas se menosprecia y desprecia moralmente al francotirador ¿Qué puñetera película han visto? Durante la película, nuestro protagonista duda a la hora de disparar varias veces y lo pasa mal cuando tiene que hacerlo. Está claro que no disfruta de su trabajo, su objetivo era ayudar a sus compañeros y mantenerles con vida. Es una guerra amigos míos, o matas o te matan. No creo que nadie disfrute.
Otros tantos afirman que no hay ningún trasfondo moral en la trama. Igual esperaban que Kyle llorase media hora seguida mientras relataba sobre lo malo de la guerra. Comentaré los detalles que refutan esa hipótesis en el apartado de spoiler
El problema principal es que las críticas casi no hablan de la película, solo dicen que está muy mal que un americano mate a alguien en la guerra, que los americanos son bestias que disfrutan matando y cosas así. Igual debéis mirar las dos caras de la moneda, debéis pensar que Clint a pesar de patriota no es un racista y hace películas como Gran Torino o que es capaz de reflejar los dos puntos de vista con Banderas de nuestros padres y Cartas desde Iwo Jima . Creo que alguien que le tache de ser un americano racista está muy lejos de la realidad.
Es fácil encontrar simplificaciones de lo que es el trabajo de un francotirador, cosa que no sé a qué viene. A mí siempre me ha parecido una falta de respeto menospreciar los empleos ajenos, en mi casa me han enseñado a ser humilde y a entender que todos los trabajos son necesarios y útiles. Tan útil es el médico que te trasplanta el corazón como la persona que se encarga de imprimir el papel del consentimiento para que lo firmes. Es más, me gustaría saber a qué se dedican esas personas que dicen que ser francotirador, además de ser inmoral es muy fácil. Seguro que en las ferias intentan tirar con la escopeta de aire comprimido y no son capaces de dar en el blanco…
En cuanto a los que decís que la película trata de defender la guerra de Iraq y gilipolleces similares, ¿Leísteis la sinopsis? ¿Habéis visto ese punto en que dicen que la película está basada en un hecho real? Vamos a ver, si esa guerra ha existido por desgracia y la película trata sobre un SEAL que va a esa guerra a combatir… ¿Qué puñetas esperábais ver? ¿A Heidi cogiendo flores? Es que no lo entiendo de verdad… es como si ves una película de miedo y te quejas porque te da susto y dices que la película apoya el terror…
En definitiva, no creo que haya que cuestionar la moralidad de Estados Unidos, esto es una película. La guerra de Iraq puede que no sea un gran acierto en la historia de EEUU y sobre todo en la de España, pero aquí venimos a hablar sobre la historia que se cuenta en un largometraje, si la fotografía es mejor o peor, si nos parece bien llevada la trama, si los actores hacen un buen papel… Ya que prácticamente nadie se ha encargado de eso, lo haré yo:
– Bradley Cooper y Sienna Miller –> Creo que hacen muy buen papel, llego a creérmelos y a empatizar con ellos
– La fotografía y la ambientación –> Me parecen sencillamente geniales, te meten de lleno en Iraq, casi podrías respirar la arena
– La trama –> En este punto entiendo que en ocasiones puede convertirse en una película de tiros y que algunos piensen que se le puede sacar más jugo al argumento. Creo que la historia es buena, pero que la forma de contarla podría ser mejor.
– La veracidad –> Según lo que he leído es bastante veraz, han cuidado hasta el más mínimo detalle incluso en el armamento si bien es cierto que el ejército estadounidense en este tipo de películas se ofrece voluntariamente a proporcionarlo.
El 8 es porque no se puede poner un 7’5, pero para mí esa sería su nota. A pesar de defender lo que he defendido no pretendo ser un descerebrado con una opinión fija que se apoya en argumentos ideológicos. Está claro que no es la mejor que he visto en este género y que si alguien quiere algo de este estilo pero mejor debería recurrir a ver Enemigo a las puertas que estoy seguro de que no le decepcionará.
Además tendréis suerte, en esa película no hay un solo americano al que vilipendiar así que gustará más a los anti-USA
Una vez más queda claro a qué altura está el nivel cinematográfico de la audiencia americana para haber hecho récord de taquilla. Ahora ya hasta los grandes como Clint Eastwood sucumben al cine fast food y de taquillazo fácil.
Historia del típico héroe nacional que no sabe ni siquiera explicar bien porqué quiere unirse a las fuerzas armadas cuando se lo preguntan, que se dedica a matar a todos los malos que pueda en una tierra hostil, y todo ello sin además esta vez atreverse a posicionarse durante la narración de la misma ( Así parece más artístico todo y me pillo menos los dedos con la crítica , habrá pensado el bueno de Clint).
Resultado: una película más de guerra simple y plana, con un actor de buen caché pero que peca de monoregistro, y unos efectos especiales guapos, de los que tienen buenas explosiones que amortizan el precio de los altavoces. Eso sí, todo bien edulcorado una vez más con su dósis reglamentaria de patriotismo americano made in China.
Lo peor de todo no es la calidad paupérrima del producto final de un Eastwood que desgraciadamente comienza a chochear a marchas forzadas y que se resiste a jubilarse en Florida de una vez, sino el hecho que hoy en día parece que las películas se juzguen en función del nombre del director y si su temática es militar o no. Y si no alguien me puede explicar lo de las 6 nominaciones? Incluyendo mejor película?? incluyendo mejor sonido y efectos sonoros, en serio? Al menos Black Hawk Down tenía una bso acojonante. Dónde está la objetividad del séptimo arte señores?
En fin, creo que es una pena para todos los amantes del cine en general que se le dé tanta bola a films como estos. Sobre todo porque no va a hacer ningún bien a todos los nuevos directores que intentan abrirse paso a base de ideas originales y creativas, y mucho menos si no están dispuestos a gastarse los cucos invitando a los críticos de hollywood a cenar, ni en escenas de explosiones y tiroteos infinitos.
P.D: Por lo menos tuve unas buenas risas cuando me di cuenta que ni se molestaron en utilizar un bebé real en la escena en la que Chris vuelve para ver a su mujer dar a luz a su primer hijo.