El final de la verdad
Sinopsis de la película
Martin Behrens trabaja para el Servicio de Inteligencia Federal Alemán (BND). Un día recibe información de uno de sus contactos que conduce a un ataque con un avión no tripulado contra un terrorista buscado por el gobierno de Zahiristán. Su vida rápidamente se sale de control cuando, unos días después, terroristas atacan un restaurante de Múnich en represalia por el ataque de un avión no tripulado. Martin intenta averiguar quién es el responsable del ataque y se da cuenta de que la respuesta está incómodamente cerca de casa.
Detalles de la película
- Titulo Original: Das Ende der Wahrheit
- Año: 2019
- Duración: 105
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Opinión de la crítica
5.3
84 valoraciones en total
Al igual que hiciera en su ópera prima ‘Cuando fuimos reyes’, el director Philipp Leinemann sitúa la acción de su segundo largometraje ‘El final de la verdad’, en un país imaginario. Un lugar indeterminado con el que enfatizar lo impersonal de un entramado de intereses de carácter universal.
Un agente del servicio secreto alemán, al que interpreta Ronald Zehrfeld, actor que dice más a través de su poderosa mirada que por los diálogos, verá comprometido su futuro tras participar en una operación de inteligencia.
Una acción quirúrgica mediante un dron que acaba con la vida de un islamista, origina una respuesta terrorista en territorio germano. A partir de ahí, ‘El final de la verdad’ se desenvuelve por los terrenos del thriller conspiranoico. Con estilismo propio del cine de serie B, Leinemann construye una historia competente.
Más allá de la mayor o menor verosimilitud que le demos al armazón argumental que presenta, lo cierto es que sabe mantener el interés. Los giros de guión nunca se salen de una ortodoxia a la que se agarra en último término.
Sin embargo, Leinemann no consigue elevar al conjunto, las atrayentes partes en que se desgrana la historia. Los oscuros intereses de empresas que siguen a los países en sus acciones exteriores, en la búsqueda de suculentos contratos, la doble vara con que se miden las dictaduras, en función de los recursos por explotar, la confusión entre lo público y lo privado, para beneficio siempre de los mismos, la difícil conciliación familiar de un espía al borde de convertirse en un juguete roto, son mimbres suficientes para montar un cesto que se queda a medias.
El mal menor, lo menos malo se impone como reflexión amarga frente a eso tan hetereogéneo llamado razón de estado, y sobre la cuál se esconden no pocas injusticias y crímenes. Puede que ese sea no el final de la verdad, pero sí su precio.
No es algo habitual encontrarse con un film político-thriller-acción en el cine alemán, durante los últimos años sólo se producen títulos dramáticos o comedias. El final de la Verdad consigue llevarnos a un cine muy similar al que se hace en Estados Unidos, pero sin el grado de heroísmo que suelen darle a estas películas los americanos.
Ronald Zehrfeld es Martin Behrens habla árabe y trabaja para el servicio de inteligencia alemán, tiene un lío amoroso con una periodista Aurice Köhler (Antje Traue), algo que mantiene en secreto por ser bastante problemático por su trabajo. Cuando sufre un ataque por miembros de la jihad, justificado como represalia por la participación alemana en el asesinato de Al Bahadur con un dron. Martin empieza a investigar y encuentra algo muy turbio en el tráfico de armas en aquel país.
Parte de la película se rodó en las islas Canarias emulando un país ficticio (Zahiristán), similar a Afganistán donde transcurre parte de la trama. El director Alexander Fehling consigue darle la factura técnica que requiere este tipo de films y un ritmo muy interesante, mostrándonos bien los grados de corrupción existentes en los gobiernos aprovechando el terrorismo internacional.
El guión resulta bastante emocionante y también lo firma el director de la cinta Philipp Leinemann conocido por la película de 2014 Cuando fuimos reyes . Ronald Zehrfeld hace un gran papel como un personaje, frío, serio y muy comprometido con buscar la verdad. El resto del reparto cumplen perfectamente con los roles escritos por Leinemann.
La película es bastante real, con situaciones muy creíbles, por lo que se torna en un film serio y comprometido, un thriller sólido muy aconsejable que tendrá distribución en España a lo largo del año y que pudo verse en el Festival de cine Alemán 2019.
Destino Arrakis.com
La película es sosa por méritos propios, y no puede librarse de un convencionalismo a la europea donde a cada minuto te das cuenta de que no es capaz de despegar ni contar nada nuevo. Se enfrenta a un tema trilladísimo en el mundillo del cine norteamericano que ya lo ha contado mil veces mejor y más claro (conspiraciones gubernamentales, espías, intereses económicos, etc..). Actores regulares y guión aburridísimo con el que nunca llegas a conectar, aquí no hay mucho que aprovechar.
Mejor mantente lejos de ella.
Película desde Alemania que denuncia una vez más la corrupción de las altas esferas, esta vez sin servirse de ninguna historia real, aunque no la invalida para sus intenciones de denunciar que los peces gordos no son de fiar.
Esta vez no es un largometraje de denuncia de gran nivel como J.F.K.: Caso abierto, por poner un ejemplo, donde no solo se relataba la conspiración para matar a John Fitzgerald Kennedy mediante un ritmo de narración sin prisas y sin pausas y excelentes interpretaciones, entre otros aspectos que ya comenté en un comentario propio que no da lugar aquí. En este caso no hay nada de eso, al menos no de gran nivel.
Sí que denuncia los tejemanejes del servicio secreto que era realmente secreto según relatan los acontecimientos incluso para su propio protagonista, si bien no hay que destacar nada realmente notable de este filme, aunque tampoco nada realmente malo. Interpretaciones correctas, guion correcto, dirección correcta y todo lo que se pueda puntuar como correcto.
Para opinión de quien escribe, su mayor valor es el mensaje que trasmite de denuncia de altas esferas, una cosa que nunca está de más para no perder la perspectiva de en que mundo vivimos. Una obra no imprescindible, pero sí recomendable por dicho valor.