El fantasma del paraíso
Sinopsis de la película
Paul Williams escribió la partitura de este clásico del cine musical de terror, en el cual participa interpretando el papel del malvado magnate de la música perseguido por un compositor desfigurado al que mete en prisión para robarle sus composiciones. Una vez en libertad, el fantasma se enamora de la nueva estrella de la canción promocionada por el magnate, comenzando así su particular venganza.
Detalles de la película
- Titulo Original: Phantom of the Paradise
- Año: 1974
- Duración: 92
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Opinión de la crítica
Película
6.9
56 valoraciones en total
El fantasma del paraiso supuso el descubrimiento del luego controvertidoy polémico Brian de Palma, allá por los años 70. Dicho descubrimiento daría mucho de si, pero la verdad es que los excelente caminos que se transitaron en esta película jámas volvieron a ser retomados por su autor, lo que convierten a esta en una obra atípica que al menos en el plano genérico poco tiene que ver con el resto de la recommendable filmografia del director.
Se trata de una obra excesiva, desmesurada, barroca, bizarra hasta la extenuación. Un plato no apto para todos los paladares que no obstante ratifica la capacidad de su director para sacar oro de la basura, y, convertir el horterismo visual y estético en todo un definitorio manifiesto de estilo.
Espléndidamente realizada, todo en esta obra es excesivo, su mezcla de elementos aparentemente irreconciliables, es casi perfecta,y le dan carta de naturaleza, pero ponen sobre aviso de que los amantes del cine purista o clásico poco o nada van a disfrutar de tan explosivo cocktail. Se necesita un paladar bastante curtido, y una falta de prejuicios que como con las mejores obras de su autor (vestida para matar, doble cuerpo, femme fatale) estén dispuestos a disculpar la incoherencia en favor de la grandeza del cine como expresión maximalista de una realidad tan inverosimil e inventada, con pocos o nulos asideros a la realidad.
La brillante banda sonora, su espíritu hippie, sus decorados totalmente demode, unos interpretes convenientemente desmelenados y sobre todo una dirección capaz de poner no solo orden si no belleza en todo este aparente caos, son los elementos que llevan a reivindicar esta cinta como una lección de buen cine.
Esta obra controvertida de Brian de Palma muestra con una estética deslumbrante y una puesta en escena elaborada y fresca el lado oscuro de las industrias discográficas, su poder de manipulación y moldeación de los artistas, de cómo tienen en sus manos la potestad de elevarlos hasta los más altos cielos del fanatismo o hundirlos y dejarlos olvidados hasta el resto de sus días, guíando a las masas al consumismo indiscriminado y apropiándose de los derechos y del control supremo.
Como algunas de sus contemporáneas, El Fantasma del Paraíso fue incomprendida por unos, endiosada por otros pocos, y llegada a nuestros días como película de culto gracias a alguna minoría despechada.
Tildada de pantomima post-hippie y recalcitrante parafernalia, no es sino una apuesta al musical (que en la década de los 70 tuvo sus más variopintas creaciones) que entremezcla el rock psicodélico con un argumento que casi con descaro nos hace recordar clásicos como Fausto de Goethe, El Fantasma de la Ópera, Frankenstein de Mary Shelley, e incluso hace un guiño escenográfico al magnífico Expresionismo Alemán.
Quizá esté en esa minoría despechada que la considera una película de culto, o quizá siento aprecio por los musicales (a cual más bizarro). Lo que sí sé es que es una de esas películas que se han de ver al menos una vez en la vida, aunque sea para crucificarla.
Con cualquier traje sufriré la pena de las estrecheces de la vida terrenal. Soy demasiado viejo para limitarme a jugar y demasiado joven para morir sin deseos. ¿Qué podrá ofrecerme el mundo? –Fausto- Goethe.
Lo es por partida doble, por ser un musical fantástico con una banda sonora de Paul Williams preciosa y por ser una obra de las buenas del notable Brian de Palma. Como testimonio setentero dando palos tanto a las discográficas, como a los divos de la música (en este caso Led Zeppelin es parodiada con el nombre del todopoderoso Swan), pasando por el Glam rock y sobretodo lanzando un peliculón raro y diferente incluso 30 años despues.
Para empezar te tienen que gustar los musicales y para terminar, amar los 70. Como otros que leo aquí, yo fui uno de los privilegiados en tener su banda sonora antes que muchos, disco dificilísimo de conseguir, me vino de Londres y en los 80. El tema central de la película no tiene precio y el resto de canciones muy buenas también.
Delirante en su estética y en su realización, que sea la segunda de De Palma es lo de menos, me alegro de que le pegara por esto.
La cinta está impregnada de un espíritu crítico con lo que iba a venir, y viéndola te das cuenta de que nadie a tres años vista, ni siquiera un visionario como De Palma, podía imaginar la explosión aniquiladora del Punk y todo lo que surgió a raiz de ello. Aquí el amigo Brian llega hasta los New York Dolls, no está mal.
Divertida y sorprendente, olvídate del culto y disfrútala, tiene escenas sublimes como la del fantasma en el estudio de grabación junto a Paul Williams aplicándole filtros a su voz, y el personaje de Beef es de mondarse. Para fans del género.
Para empezar, la banda sonora es genial, las canciones y música son de Paul Wiliams, (compositor por ejemplo del famoso tema de vacaciones en el mar, y actor en esta película). Hace años, cuando no se podía conseguir en España, me la trajeron de Francia, hace ya un montón de años y la escucho muy muy a menudo. Genial.
Al argumento de la película, no le veo el absurdo por ningún lado, ¿que tiene de absurdo mezclar fausto con el fantásma de la ópera?, nada si se hace bien, y en este caso a mi me parace que se hizo de una forma excelente. ¿Película de culto?, pues para mi sí, aunque habría que hablar mucho sobre lo que puede significar ser de culto para cada persona, en mi caso particular, esta es una de mis películas de culto.
Brian de Palma en plena forma, un par de años después hizo otra película genial carrie , y poco a poco la decadencia, el desastre, Brian de Palma nunca volvío a ser el mismo, salvo ramalazos de genialidad, como el comienzo de Snake Eyes .
Si os gusta el de Palma de ahora es muy problable que no os guste El Fantasma del Paraiso, es más, es probable que la ODIEIS.