El éxito
Sinopsis de la película
Un empleado de una multinacional desea a toda costa prosperar, a pesar de que su mujer no desea que cambie pues le ama tal como es. Para alcanzar su propósito debe conseguir, en poco tiempo, diez millones de liras para invertirlos en un lucrativo negocio inmobiliario. Pero su obsesión por enriquecerse cambia su carácter, se vuelve huraño y, por consiguiente, se aleja cada vez más de los suyos.
Detalles de la película
- Titulo Original: Il successo
- Año: 1963
- Duración: 92
Opciones de descarga disponibles
Si deseas puedes descargarte una copia la película en formato 4K y HD. A continuación te detallamos un listado de fuentes de descarga disponibles:
Opinión de la crítica
Película
6.7
79 valoraciones en total
Sólo por la maravillosa Anouk Aimée merecería la pena ver esta vitriólica cinta, espejo perfecto en que puede mirarse lo peor de una casta corrupta y podrida que, desde siempre, (pero más desde ese primer despegue capitalista inmobiliario de los años sesenta y hasta la actualidad), ha ido enfangando todos los aspectos de la vida pública y privada hasta emponzoñar el mismo concepto de dignidad humana. Esa casta es poderosa, pero aquí no se libra nadie, como tampoco ahora: no sólo bancos, clero, políticos, nobles, empresarios sin escrúpulos…, sino también arribistas y seres terriblemente cotidianos que quieren sacar su tajada. El dinero otra vez, naturalmente, y sus símbolos, pero no el dinero de la antigua Roma, por ejemplo, ni el de Quevedo, que tan bien disertó sobre él: no, el cercano, el actual y conocido, el de los periódicos del día, asociado a sus heces habituales, la especulación inmobiliaria a la cabeza. Es fácil de explicar porque la película es nítida y desarmantemente actual.
Soberbio también, esta vez sí, (pues es un actor al que no es fácil echarle la brida), Vittorio Gassman quien repite su personaje lanzado de La escapada junto al más tímido Trintignant. La naturalidad asombrosa con que son presentados todos, sus soberbios diálogos, relaciones, miradas… así como los detalles innumerables en que se sumergen, (en la habitación conyugal, en una fiesta nocturna, en la calle…), dan a la primera parte del metraje un tono absolutamente magistral. Después, las constantes vitales se mantienen, pero el film se escinde en varios sketches un poco más independientes. No llega a ser un pero, ojo, pues la unidad se mantiene gracias a muchos detalles y, sobre todo, gracias a Gassman, pero ya no me gusta tanto, por más que nunca dejen de presentarse momentos absolutamente brillantes en su negro retorcimiento. Comento alguno en spoiler.
Al final, como siempre pasa con Risi, aparece el moralista y el sentimental. Pero esta vez es imposible no estar de acuerdo, inmersos como estamos en esa negrura materialista que ha provocado esta crisis, (que los economistas no atinan a prever ni explicar, cuando es tan sencillo como ir al cine) y la corrupción asociada a ella, tratada en la película con una mezcla extraña de ácido sulfúrico y piedad. Como en la maravillosa Una vida difícil Risi intenta abrir una ventana para ventilar el hedor, pero ha provocado antes tal pestilencia que ya el aire que entra tiene poco efecto.
A mí me parece muy buena.
Eso es lo que cree el personaje principal de El éxito (Vittorio Gassman). Harto de su vida mediocre y de soportar el contraste con los que viven en el lujo, se obsesiona por enriquecerse con una especulación de terrenos. Para lograr el dinero con que comprar una finca se rebaja a una humillación tras otra, bien sea seducir a una condesa fea, besar la mano de un cura o pedir prestado a un compañero de estudios que se ríe de él.
El guión de Ettore Scola se mueve en el estilo de La escapada , la obra maestra de Dino Risi, pero resulta de un desenlace poco convincente. Por desgracia la ambición de dinero no tiene por qué conducir a ninguna forma de soledad y frustración. Puede, más bien, ocurrir todo lo contrario: se queda solo y frustrado el pobre.
Pero en los años sesenta aún se tenía fe en virtudes ya desaparecidas, como la honradez y la humildad. Y se criticaban el egoísmo, la falta de escrúpulos y la ambición de poder, que es precisamente lo que se necesita para triunfar hoy en sociedad.
Este es uno de los films que giran en torno a la histriónica y atractiva personalidad de Gassman, un actor tan brillante que más que a un actor se parece a uno de esos políticos payasos que en nuestros días gesticulan en el parlamento. Existe sólo una diferencia. Y es que Gassman tiene gracia y esos mamarrachos no.
Empieza bien pero al cabo de una hora me resultó un poco reiterativa por la insistencia del personaje de Gassman en conseguir dinero de sus diferentes amistades. Buena interpretación de todos, pero principalmente del gestual e italianísimo Gassman que le da un plus a la historia. El final dramático salva un guión que estaba decayendo. Bien el mensaje aunque sabido pero bien planteado con momentos de humor, de humanidad, sensibilidad y crítica social.
Estupenda película de Dino Risi que refleja las miserias humanas de una forma, cruda pero con un sentido de la crítica y una ironía dignos de mención, además de reflejar a la perfección el clima de desarrollo y progreso económico de la Italia de los 60, dándonos detalles curiosos de las artimañas que usamos los humanos para coseguir las metas que nos proponemos en nuestras vidas. En fin una película MUY RECOMENDABLE, que lamento que no este en VHS o DVD para poderla comprar.
Estimable comedia de trasfondo dramático, a cuenta de un simpático y entrañable personaje que, no obstante, es patético en el fondo.
Vittorio Gassman lo encarna maravillosamente bien, con gran profusión de matices gestuales (sí, a la manera italiana, con muchos aspavientos manuales y así). Cae simpático por su gran humanidad, quizás demasiada, al encarnar meridianamente bien al ser humano ambicioso e infeliz, que no tiene más meta que la de medrar en la vida, aunque sea dejando lo más querido por el camino.
Un buen hombre, en el fondo, pero que siente que la sociedad no tiene suficiente con lo que él le da mediante su honrado trabajo.
La especulación inmobiliaria, la corrupción a todos los niveles, el deseo de medrar a toda costa, el sentimiento de infelicidad que embarga al hombre medio…son reflejados con el tamiz del humor. Un humor simpático, con muchísimos y excelentes diálogos, algunos gags visuales, y una puesta en escena ágil y rica en pequeños grandes detalles.
A ello ayuda la buena composición de todos y cada uno de sus intérpretes (muchos personajes con texto) y una sabia dirección de un realizador para mi desconocido.
Y aunque el fondo no pueda ser más triste y dramático, este, el drama, no aparece hasta el último tercio, donde la sonrisa se nos hiela, al ser reflejada en toda su desnudez la quimera de la consecución de ¿la felicidad?, por medio del éxito social. Un éxito que no es tal ya que para conseguirlo se abandona, si es preciso, toda la vida anterior y quienes formaron parte de ella.
Una película con algunas francas risas, muchísimas sonrisas y tristeza vital en el fondo.
Un drama en toda regla disfrazado de comedia, vamos.