El embrujo de Shanghai
Sinopsis de la película
En la Barcelona de 1948, el relato de las vicisitudes de los maquis es lo único que anima el ambiente gris de la posguerra. La historia de uno de esos héroes míticos, que embarca rumbo a Shanghai para cumplir una arriesgada misión en la que están involucrados pistoleros, nazis y bellas mujeres, da sentido a la vida de dos adolescentes, Dani y Susana, hasta que la realidad les hace despertar del embrujo.
Detalles de la película
- Titulo Original: El embrujo de Shanghai
- Año: 2002
- Duración: 119
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Opinión de la crítica
Película
4.7
73 valoraciones en total
Una gran producción (para lo acostumbrado en el cine español) que dilapida sus medios en un retrato engolado de la Barcelona de posguerra. Falsa y aburrida.
La crítica que hace Ángel Fernández Santos a la película que lleva por título: El embrujo de Shanghai, es acertada, si se acepta el sentido general de lo que quiere decir. A la conclusión que llegó él, he llegado yo, aunque, si coincidentes en la falta de trama y coherencia argumental, no puedo estar de acuerdo en que valore más la fotografía que la dirección, como parece insinuar el señor Ángel.
Lo más importante de una obra cinematográfica (hágase hincapié en el concepto obra …) es que nos cuente bien una historia original que se siga con interés hasta el final. Para conseguir esto (no es suficiente que los fotogramas estén dignamente operados) es necesario que las secuencias sigan un orden lógico dentro del suspense, siendo esto lo que transforma en obra un conjunto de fotografías en movimiento que no nos dicen nada por sí mismas. Éstas adquieren valor cuando todas ellas avanzan coherentes, dando sentido al argumento, pues sin éste es casi imposible de entender lo que nos están contando.
Y este es el caso de El embrujo de Shanghai .
Por otro lado, para ser un buen director de cine no sólo se tiene que dominar la cámara, sino también el intelecto, permitiendo conjugar la técnica con el orden y la disposición de lo que se cuenta en el guión. Por desgracia, no se encara la parte intelectual en el cine español a la hora de filmar. Es por esto que las películas españolas, en general, no se terminan de ver.
observador111
Si recuerdo este filme es por lo mucho que me moví en el asiento durante su proyección, por el aburrimiento que me produjo y sobre todo por el cabreo que me provocó no sólo su visión, sino también el recordar las circunstancias en que se gestó y en evocar una película diferente, con toda seguridad mucho más interesante, si se hubiera permitido a Víctor Erice (elegido en primera instancia para ser el director del filme) llevar a cabo su proyecto. La película de Trueba no tiene ni pies ni cabeza, está mal producida, mal rodada, mal interpretada y mal… todo lo que se os ocurra. Se notan las prisas con las que Trueba (un talentoso director que ha rodado infinidad de mediocridades) tomó este proyecto después de que los productores (una vez más y repitiendo el acto tan tristemente conocido y perpetuado que condenará para siempre a la mediocridad al cine español y con él a los productores españoles, cutres donde los haya -y me refiero a los grandes productores) hubieran dado la patada a uno de los mejores directores europeos en activo . Para intuir o imaginarse cómo hubiera sido la película dirigida por Erice recomiendo que se lea el guión que ya había escrito (así de avanzada iba la colaboración del director vasco) y que fue publicado hace unos cuantos años. En resumen, este filme no es más que otro ejemplo más de cómo a veces, una producción bien respaldada económicamente (con una buena historia como base) se zampa literalmente el talento del cine español y margina a uno de los realizadores más competentes que ha dado el Estado Español en los últimos cuarenta años.
Lástima de producción, de ambientación y de reparto para este filme flojo, sin alma, definitivamente sin carácter y sin nervio narrativo. Es una pena que de una estupenda novela de Joan Marsé se saque este mediocre filme. Y Ariadna Gil por favor que no lloré más ante la cámara que no se la cree nadie.
Hce tiempo que la ví y lo único que recuerdo es que el adjetivo patética se me quedó grabado en la memoria. Podría añadir lamentable o triste pérdida de tiempo y dinero . Pero, ¿para qué decir más?