El despertar
Sinopsis de la película
Un arqueólogo y su ayudante, una bella joven, encuentran después de una intensa búsqueda, la tumba de la faraona Kara. Cuando la abren, la esposa del arqueólogo, que siente celos de la ayudante de su marido y se encuentra embarazada, da a luz prematuramente una niña, por lo que se teme que la maldición de la faraona caiga sobre la recién nacida.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Awakening
- Año: 1980
- Duración: 102
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Opinión de la crítica
Película
5.2
32 valoraciones en total
Año 1980 y Terror. Estos dos términos seguramente nos llevan a pensar en Slasher. Y más si observamos detenidamente uno de los cárteles comerciales con los que se promocionaba la ópera prima del director británico, Mike Newell. En dicho póster, una momia recubierta de vendajes y con una cara ciertamente grotesca parecía salir de su superficie para atacar al espectador. Sin embargo no es más que un reclamo publicitario con poco apego a la realidad, que vendía The Awakening (el Despertar, 1980) como lo que no era, quizá buscando la complicidad del público adolescente, un más que respetable target al que tener en cuenta.
Realmente, El despertar sigue casi como una caricatura a la saga iniciada por la película La profecía (que contaría con tres películas y un cuarto producto sin mucha relación con la trilogía original), de Richard Donner, estrenada el 1976. Sin duda el film de Newell bebe de manera casi ilícita (la influencia es totalmente innegable y parece por momentos mal digerida) de dicha película, y las coincidencias son notables. Básicamente lo podemos percibir en dos aspectos.
Uno de ellos es el tono apocalíptico con el que es presentado el despertar, que nos remite inmediatamente a la atmósfera y a las implicaciones argumentales de la Profecía. Al igual que en la película de Donner, el despertar tiene un gran peso en ubicar la historia en el pasado, sólo que la obra de Newell es lineal, y empieza con un flashback que nos alerta de que la historia se sitúa ocho años antes. Aún así, el efecto es realmente el mismo, el desencadenante del pasado es el causante de las condiciones actuales (en el caso de la profecía el nacimiento del anticristo, mientras que en el despertar es el retorno de la supuesta princesa Kara). En ambas la negación de los personajes principales de la terrible verdad (sí Charlton Heston no puede creerse que realmente todo haga indicar que la princesa momificada va a despertar de su eterno letargo, en la profecía Gregory Peck tarda en asumir que Damien es el anticristo) los llevará a una búsqueda de esta, a pesar de las negativas consecuencias que trae consigo. Además, el tono profético y apocalíptico aparece en las dos películas, que por otra parte comparten un final realmente amargo (a partir de la semilla del diablo de Polanski, rodada en el 1968, estaba más que claro y era perfectamente asumible que una película de terror podía terminar por cauces catastrofistas) que pone al mal en el auténtico eje del universo.
Pero las coincidencias no se acaban ahí. En la profecía las escenas más violentas sucedían de una manera realmente novedosa y que no se había visto con anterioridad en el cine (y que sagas como Destino final explotarían con toda la indecencia posible). Y es que parecía que el mal estaba detrás de todas las muertes, y que estas parecían sucederse por un azar trágico que aniquilaba a voluntad a las fuerzas del bien que se le oponían. Cualquiera que haya visto la profecía no dejará de recordar la mítica secuencia en que el Cura queda atravesado, o aquella viga que se clava en el ojo de uno de los protagonistas. En el despertar sucede exactamente lo mismo. Nuestros protagonistas positivos van cayendo uno a uno por unas fuerzas misteriosas que parecen inexplicables de manera científica, pero que demuestran la existencia del mal en todos los niveles.
Incluso aún podríamos hablar de los actores de ambas películas. Charlton Heston y Gregory Peck, actores de cine clásico, que al igual que los protagonistas que interpretan en sendos films, parecen desubicados en el cruel mundo moderno en el que se encuentran.
Por lo demás, el despertar es una película que pese a intentar construir una atmósfera cuidada, incluyendo planos y secuencias realizadas en Egipto con tal de dotar más caché a la película, no consigue emocionar más que en momentos contados.
Más que película de terror, habríamos de hablar de thriller de suspense con elementos fantásticos, que intenta avanzar in Crescendo pero que realmente evoluciona a trompicones. La primera parte de la película es una presentación de los hechos, quizá demasiado alargada, que tiene lugar en Egipto (aunque a veces el film simultanea el lugar de acción con Londres y a veces uno no sabe muy bien donde acaba) que nos presenta alguna secuencia de gran cine. Me refiero a la de la profanación del templo, sin duda una de las escenas más memorables de la película. Nuestro protagonista principal, interpretado por Charlton Heston, es un arqueólogo que tiene a su mujer totalmente abandonada, y que decide emprender la entrada a un templo que ha descubierto en sus exploraciones. Por cada piedra que Heston trata de arrancar, su mujer sufre una contracción más por el parto, en una clara referencia a que el trabajo Stajanovista de Heston está destrozando completamente su matrimonio. Esta combinación de montaje en paralelo es sin duda lo más destacable del film.
La segunda parte es mucho más rutinaria, y ciertamente sin misterio y por momentos desangelada. La intriga sigue por unos caminos mucho más cuestionables, y el final es totalmente previsible. Lo que había empezado como un buen viaje hacía el corazón de Egipto termina finalmente con una colección de tópicos que parece sufrir de indigestión por influencias.
http://neokunst.wordpress.com/2014/04/04/el-despertar-1980/
Un egiptólogo y su ayudante están dedicados a la investigación de una faraona egipcia llamada princesa Kara. Al realizar los trabajos de excavación en el Valle de los Brujos descubren lo que era la tumba de la princesa y, casi de manera sobrenatural, se van adentrando en los secretos de Kara. Un film curioso donde vemos a Heston en uno de sus últimos papeles importantes.
Buena banda sonora de Claude Bolling y estupenda fotografía del veterano Jack Cardiff.
Unas hermosas localizaciones y una bella fotografía, amén de una banda sonora apreciable, justifican la puesta en escena de esta cinta que recuerda ligeramente a La Profecía pero supone una vuelta de tuerca con respecto a La Momia. A pesar de ser algo previsible, la curiosidad queda satisfecha con las interpretaciones de Stephanie Zimbalist, Susannah York y un Heston en su línea.
Reencarnación, ocultismo y misterio para una historia que gira en torno a una reina maldita, un egiptólogo obsesionado con la arqueología y unos exteriores -y algún interior- que cobran vida. Los paisajes y las salas del Museo de El Cairo y del Británico son protagonistas en esta película y un motivo más para su visionado. Un viaje turístico en sí.
Película del rollo religioso y conspiraciones sobre Egipto.
La película empieza bien, con Charlton Heston (que parece un predicador evangelista) haciendo un descubrimiento sorprendente. Poco a poco, la película se va perdiendo en temas inverosímiles, más próximos a temas religiosos baratos, que a un verdadero arqueólogo experto en la materia. Decepcionante.
El despertar es una interesante película de misterio con ciertas dosis de terror en la línea de La profecía pero en tono menor. Algunas secuencias de muertes espeluznantes, una hermosa fotografía del gran Jack Cardiff (Rambo II, Los vikingos) que retrata con elegancia los hermosos parajes de Egipto, una estupenda interpretación de Charlton Heston, que consigue transmitir esa sensación de locura obsesiva con ese look a lo Moisés que luce en casi toda la película y una dirección de Mike Newell, que ya apuntaba maneras y que unos años más tarde se convertiría en uno de los mejores y más interesantes directores del Reino Unido, dan como resultado un estimable filme que merece la pena rescatar del olvido.