El desconocido
Sinopsis de la película
Carlos, ejecutivo de banca, comienza su rutinaria mañana llevando a sus hijos al colegio. Cuando arranca el coche, recibe una llamada anónima que le anuncia que tiene una bomba debajo del asiento y que dispone apenas de unas horas para reunir una elevada cantidad de dinero, si no lo consigue, su coche volará por los aires.
Detalles de la película
- Titulo Original: El desconocido
- Año: 2015
- Duración: 91
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Opinión de la crítica
Película
6.3
49 valoraciones en total
Pais
Directores
Actores
- Abel Valis
- Antonio Mourelos
- Armando García Fernández
- Braulio Vilches
- Camila Bossa
- Carlos B. Rodríguez
- Carolina Vázquez
- César Díaz Capilla
- Dani Currás
- Elvira Mínguez
- Emi Caínzos Sánchez
- Emma Cifuentes
- Fernando Cayo
- Fran Peleteiro
- Francisca Horcajo
- Gema Carballedo Vázquez
- Goya Toledo
- Iolanda Muíños
- Javier Gutiérrez
- Luis Tosar
- Luis Zahera
- Manuel Menárguez
- Marco Sanz
- María Mera
- Marisol Navajo
- Mateo González
- Paula del Río
- Pedro Alonso
- Ricardo de Barreiro
- Rubén de Marina
- Xavier Estévez
- Xosé Barato
Probablemente, ha sido uno de los estrenos españoles que más he esperado en este año, y quizás es por ello que esperaba un poquito más de él. También hay que ser conscientes que es el primer largometraje como director de Dani de la Torre, y que como primera película es un debut más que honroso, entrando por la puerta grande en el panorama cinematográfico español y de la manera más compleja: haciendo género, y aún más, acción, thriller. Ese que pocos realizadores españoles se atreven con él, en parte por la necesidad de presupuesto, y en parte por la impericia que casi todos los directores del panorama nacional demuestran a la hora de enfrentarse a la complejidad técnica y narrativa de hacer cine de estas características.
Bueno, pues de la Torre hace gala de un gran pulso a la hora de narrar la historia con una factura que en nada tiene que envidiar a una gran producción de Hollywood. Viendo El Desconocido se rememoran muchas, muchísimas películas norteamericanas donde alguien que oculta su identidad intenta extorsionar a alguien para conseguir fines -dinero, matar al presidente, cumplir una venganza personal, y así un larguísimo etcétera que ya hemos visto en innumerables ocasiones…- pero quizás la que más recuerdo en este sentido sea Última llamada en la que un publicista es extorsionado por un francotirador oculto que le obliga a mantenerse al teléfono en un cabina.
El gran problema de El desconocido es que, adoptando el tono y la forma de este tipo de cintas, es una heredera voluntariosa pero fallida de la fórmula. Más que nada porque para acertar con estas películas hace falta que todo funcione como una maquinaria de relojería bien engrasada, sin un fallo, sin un retraso, sin un desliz. Porque en cuanto falle algo, el castillo de naipes se empieza a desmoronar y el desequilibrio termina por destrozar el cómputo final de la película. Y mal que me pese, ay, esto es lo que pasa: el poderosísimo arranque del film, que ya hemos visto en el tráiler hasta la saciedad -por cierto, un tráiler demasiado explícito, incluso con spoiler, diría yo…- cuenta cómo el director de un banco recibe una llamada de un desconocido a su móvil advirtiéndole que en los asientos de su coche hay instalada una bomba y que no podrán levantarse de ellos, ni él ni sus hijos a los que lleva al colegio, hasta que no le ingresen en una cuenta una gran suma de dinero que según él, le debe el banco y el propio director… una premisa realmente sugerente a nivel narrativo, pero que paulatinamente se va deshinchando.
Me explico: hay demasiadas trampas de guión, elementos que están puestos en la estructura que no aportan nada, y que intentan justificar torpemente un desarrollo argumental que poco a poco va dejando de ser creíble. En el segundo acto, hay un impass que se extiende demasiado, resultando a todas luces pesado. Tan pesado que llega un momento en que se estanca y sólo hacia el final de la historia vuelve a tomar ritmo. Claro que el guión de Alberto Marini podría haber solucionado todos estos escollos, pero aún así, es una película interesante, con momentos muy logrados, y sobre todo con una narrativa y montaje ejemplares para el cine español. Tendría que haberse afinado más la maquinaria de este relato, para que todo encajara a la perfección, estuviera engrasado y como en un juego de esos en los que una bola tira un cable, el cable enciende una cerilla, la cerilla quema una cuerda que tira un bolo y el bolo arrastra un cordelito…, el guión funcionara bien, no es así por desgracia. Y la verdad es que me molesta muchísimo, porque la cinta tiene todos los elementos para ser un producto legítimo producto comercial que funcione, y que encima pueda lanzar un mensaje social (para mi gusto, demasiado obvio e incluso adoctrinador en un -tópico- determinado sentido…).
Como suele decirse, mejor cabeza de ratón que cola de león, y el director del film lo ha entendido a la perfección: en nuestro país, una película como ésta es rara avis y sobresale por encima de la producción, pero en Estados Unidos, donde parece estar el lugar natural para este tipo de historias, no sería más que un telefilm premium, ya que esto lo hemos visto hasta la saciedad e infinitamente mejor hecho, rodado y producido. No digo interpretado porque Luis Tosar no tiene nada que envidiarle ni a Denzel Washington -muy prolífico en este tipo de películas- ni a Colin Farrell -ya citado en el anterior film Última llamada -, Gerald Butler, Gary Oldman y toda la retahíla de actores que han protagonizado en USA este tipo de historias.
En cambio, y desde mi punto de vista, los secundarios podrían haber estado un poquito mejor dirigidos, especialmente los niños, que llegan a ser demasiado cargantes, o Javier Gutiérrez, que llega a rayar en la sobreactuación en varios momentos (y en el caso de Gutiérrez, un excelente actor que domina todos los registros, ya sean cómicos o dramáticos y que nos ha regalado desde hace años brillantísimas interpretaciones en cine y tv, es más culpa de la inexperiencia del director con los actores, que de otra cosa…).
No obstante, insisto, es un golpe de aire fresco en la producción española, que cada vez tiene mayor diversidad y oferta al público, y aunque sea por ese arranque y por la interpretación del inconmensurable Tosar, ya merece la pena pagar la entrada.
Dejando a un lado las evidentes similitudes con La última llamada de Schumacher, perfectamente atribuibles a la casualidad o a la simple coincidencia del marco narrativo, puede decirse que el comienzo de El desconocido es bastante bueno, incluso notable. Luis Tosar, se pone en la piel de un director de banco que sube a su coche con sus hijos, imbécil histérica e impulsiva e infantiloide estereotipo de crío respectivamente, cuyas interacciones rayan desde el primer minuto la inverosimilitud, para encontrarse con que están sentados sobre una bomba .
Partiendo desde aquí, Daniel de la Torre maneja bien la tensión sin caer en los tópicos y recurriendo a esas conversaciones en las que cuatro o cinco personas gritan a la vez y que nos transmiten casi la misma ansiedad que al protagonista, por otro lado, recurre a una estructura clásica de demostración de intenciones con personajes completamente accesorios para meternos en la trama mucho más forzadamente de lo que debería, pero lo dejamos pasar, porque de momento no nos toma por tontos.
La segunda mitad del segundo acto está cargada de un profundo dramatismo que los actores transmiten bien, pero una parte de ti ya empieza a notar que se repiten los mismo recursos, e incluso diálogos (sobre todo por parte del desconocido), por parte de los personajes, y las mismas situaciones que antes te mantenían mordiéndote las uñas, ahora te parece que se han desinflado. Pero aun así, la peli aguanta.
Y entonces entramos en la segunda mitad de la cinta.
Te preguntas cómo diablos va a continuar la trama durante mucho más tiempo, y si has visto más películas de este tipo con las que has tenido esta misma sensación, empezarás a temerte que sí: también a El desconocido van a sobrarle veinte minutos de metraje. Y efectivamente. No es que el segundo acto empiece mal, porque como mínimo tienes curiosidad, pero ya empieza a meter trucos de manual, como escenas pseudo-catárticas del protagonista ante un simple dato que, llamadme frío, no debe parecer tan relevante si estás sentado sobre una bomba con tus críos (a los que por cierto, a partir de los veinte minutos, empezarás a querer que los vuelen por los aires).
Aún así, sigues. Pero la cosa ya sólo va cuesta abajo.
De menos a más, empiezan a sucederse giros de guión absurdos, sin ninguna base real, y una película que había procurado no caer en el efectismo desde que empezó, se antoja ahora plagada de clichés inverosímiles que te hacen perder interés, por la sencilla razón de que cuando aparece el heroico todo vale , sabes que la cosa no saldrá como deba en concordancia al desarrollo de la historia, sino como el director o guionista quiera. Ante esto, sólo te queda relajarte e intentar pasártelo bien, porque pese a este intenso aunque olvidable descarrilamiento, El desconocido da para pasar un buen rato.
Poco voy a decir sobre el debut de Dani de la Torre, porque creo que es mejor verlo. Otros escribirán con mayor conocimiento de causa y analizarán más pormenorizadamente aspectos técnicos y artísticos. Seguramente algunos criticarán la película porque la consideren un plagio de productos made in Holywood , porque no peguen con la tradición cinematográfica hispánica, etc… Lo cierto es que los franceses llevan años haciendo thrillers policíacos muy notables y nadie se pone estupendo allende los Pirineos.
Se trata de una cinta compacta, que te mantiene de principio a fin pegado a la silla, que te deja sin aliento por momentos y que, a pesar de alguna que otra trampa del guión, no flojea. Los actores se salen, con Tosar a la cabeza, seguidos de Gutiérrez y Mínguez. Mención especial a los hijos del personaje de Tosar, que bordan sus actuaciones, cuando lo habitual es que sean las interpretaciones más flojas en este tipo de películas. Hay algún pero, como el inspector de Policía pelín estereotipado y un enfrentamiento algo inverosímil entre él y la jefa de artificieros que, en la vida real, no ocurriría (las cadenas de mando son rígidas y no ha lugar a enfrentamientos de este tipo, por lo menos no cuando hay 3 personas sentadas sobre una bomba).
Por encima del metraje sobrevuela una crítica al tema de las preferentes y demás estafas bancarias, y a más de un espectador le darán ganas de buscar en Google como hacer una bomba casera al salir del cine. Pero esto es lo de menos, una simple chispa que prende la mecha de la narración y sin la cual la película podría funcionar perfectamente.
Altamente recomendable para agnósticos del cine patrio. No es una película para devanarse los sesos, pero sí para apreciar una factura impecable, un ritmo trepidante llevado con nervio y unas interpretaciones meritorias.
Así da gusto pagar la entrada para ver cine español. Así, sí.
Seguimos en las mismas. El cine español saca pecho con una superproducción al más puro estilo hollywoodiense y la prensa le aplaude la hazaña de fotocopiar tan dignamente un producto que desde allá fabrican en serie. Contentémonos todos. El debutante Dani de la Torre, con el generoso talonario de Atresmedia, se ha marcado una fenomenal réplica de lo que su compatriota Rodrigo Cortés logró en 2010 con Buried. O de la tensa acción que Schumacher alcanzó en 2002 con Última llamada. O, remontándonos a la prehistoria cinematográfica, de la angustiosa cuenta atrás a la que sometieron a Sandra Bullock con Speed y su secuela. Enhorabuena a todos. Hoy podemos seguir diciendo que nuestro cine ya no tiene complejos.
Volvemos a las mismas. ¿El desconocido es a lo que aspiramos como seña de identidad, como manifestación cultural, incluso como producto comercial? Porque dudo mucho que, fuera de nuestras fronteras, los medios de comunicación valoren con tanto entusiasmo la fantástica evolución técnica y profesional de nuestra industria. Porque tanto esfuerzo económico y humano apenas sirve para transmitir un ápice de lo que demonios sea la marca España. Porque una vez terminada la gincana sobre ruedas de Luis Tosar uno se pregunta para qué tanto despliegue de medios, para qué tanto despilfarro, si contamos con centenares de propuestas similares al alcance de la mano.
Los productores, mientras, tratan de desmarcarse de la fuente original poniendo el acento en el mensaje de supuesta denuncia social sobre el que se fundamenta la increíble, la tan poco española, trama. Los medios afines, por otro lado, resaltarán la técnica, los grandes efectos visuales, sin duda dignos de elogio, pero se olvidarán de enumerados los incontables cabos sueltos, algunas dudosas interpretaciones, como las de Goya Toledo (cuánto tiene que agradecerle esta mujer a Amores perros) y, en definitiva, la sensación de dejà vú que impera durante todo el metraje. El desconocido es otro ejemplo de un cine más preocupado de alardear que de crear. De una filmografía caracterizada por algo tan nuestro como el complejo de inferioridad. Estamos en las mismas.
Cansada de que cuando sale una peli española de acción se ridiculice por plagiar americanadas, en este caso Speed, Última llamada y demás. No entiendo porque esas son válidas y esta no, la mayoria de las pelis americadas son iguales una y otra vez y no pasa nada, las salas siempre llenas.
Es una peli española de accion y está muy bien. Hay cosas predecibles y cosas que sorprenden. Luis Tosar espectacular, su hija igual y la jefa de aritificietos tambien.
No todo el cine español es Torrente ni sexo ni prostitutas, pero cuando se sale de ahí tampoco vale. Juzgad y opinad con el mismo rasero todas las pelis.