El desafío: Frost contra Nixon
Sinopsis de la película
Adaptación de la obra teatral de Peter Morgan sobre la entrevista del periodista David Frost al presidente Nixon. Durante los tres años que siguieron a su salida de la Casa Blanca, Richard Nixon permaneció en silencio. Sin embargo, cuando en el verano de 1977 concedió una entrevista para hablar de su mandato y del caso Watergate, sorprendió a todos al escoger a David Frost. Incluso el equipo del periodista no estaba muy seguro del éxito de la entrevista ¿Podría Nixon eludir las preguntas acerca de su papel en uno de los casos más escandalosos en que se había visto implicada la Casablanca? ¿Podría Frost arrancar respuestas claras a un hombre que era un maestro de la evasiva y el subterfugio?
Detalles de la película
- Titulo Original: Frost/Nixon
- Año: 2008
- Duración: 122
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Opinión de la crítica
7
87 valoraciones en total
Sobre un estupendo guión del autor de The queen, Peter Morgan, se sustenta esta importante y destacada película, en la que Ron Howard filma muy correctamente consiguiendo una de sus mejores películas, aunque sin dejar un sello autoral que nunca ha tenido.
No me interesa en exceso el cine político, pero esto no es sólo cine político. Es el reflejo de la decadencia popular de un hombre poderoso (y con una excesiva conciencia de serlo),
incrementado por el enorme poder de los medios de comunicación, de los que se nos muestran los entresijos y el trabajo de documentación y la imprescindible búsqueda de financiación para rentabilizar los enormes gastos de producción que conlleva montar una entrevista de este cálibre, más cuando el tipo en cuestión, un Nixon excelentemente encarnado por Langella, se embolsa una suma desorbitada.
La película interesa en todo momento y se hace entretenida gracias a la extraordinaria labor de montaje y al aliciente de contemplar un gran duelo actoral por parte de ambos protagonistas, perfectamente acompañados por un muy buen equipo de secundarios, donde destacan Bacon, Rockwell y Vicky ¿o era Cristina?).
Mucho se ha hablado de la gran interpretación de Langella, y lo merece, porque ofrece uno de los grandes papales del año, que deberá ser reconocido con la nominación al Oscar, pero no le va en exceso a la zaga el también destacado trabajo ofrecido por Michael Sheen como conductor de la entrevista. Ambos protagonizan magistrales momentos en el reflejo de la tensión y sus intentos de desestabilización del adversario .
Los micros están apagados. La cámara espera. Hay tensión. Cinco, cuatro…
CH: ¿Esa gorra roja que lleva es prestada?
Tres…
RH: Sí.
Dos…
CH: Queda algo barriobajera ¿no?
Uno…
RH: ¿Cómo?… No creo.
Dentro
CH: Antes que nada y sabiendo que invierto el orden, me veo en la obligación de preguntar algo que todos los filmaffiniteros se estarán preguntando. ¿Por qué no quemó la película de El Grinch?
R. H: Bueno, verá. La política del estudio ya estaba antes de que llegara yo. El hacer dinero, el dar al público productos palomiteros con la única pretensión de hacer caja y llevarme premios. Entretener sin buscar calentar cabezas.
CH: Disculpe Sr. Howard, ¿me está Ud. diciendo que El Grinch es un producto de entretenimiento?
RH: 1, 3.755.609 de euros dicen que sí. Recuerde Sr. Chago, lo bonita que quedó Willow.
CH: Durante toda su carrera, Ud. ha abusado del público, le ha lanzada masivamente bombas estruendosas pero completamente vacías. Sus errores e inaptitud siempre han sido cubiertos por una abusiva publicidad y manos amigas. ¿Continuará por muchos años esta política?
RH: Creo que no recuerda que mi calidad está fuera de duda cuando en el año 2001 gané con A Beautiful mind los Oscars más importantes. Y hace menos tiempo, en una cena, el presidente Spielberg, sentado a mi lado, me comentaba lo bien que se lo había pasado con los marcianitos de Cocoon. Manifestó en más de una ocasión su admiración.
CH: Su admiración por el plagio encubierto querrá decir…
RH: ¡¡¡ahhh!!! Que gran anécdota la que ocurrió cuando en un viaje promocional a China, resulta que…
CH: Señor Howard, mejor será que me hable de su último trabajo porque si no, no me van a validar esta entrevista y tendré que pagarla de mi bolsillo.
RH: Piense Sr. Chago, que en el mundo del cine todo está relacionado. Para entender un postrero trabajo debería observar lo que vino detrás.
CH: Si es así no entro ni a la sala, fíjese Ud. lo que le digo. Es más, ¿qué le hizo cambiar de registro?
RH: El propio mercado ya avisa cuando debes crear algo diferente. El público se satura y siempre hay que cambiar para que te tomen en serio. De todas formas, no se preocupe que el año que viene ya estoy de vuelta con mis Ángeles y demonios.
CH. Mire, otra película que podía quemar… la de Amelie, digo. ¿Conocía esa habilidad de Frank Langella para mutarse?
RH: Conmigo los actores consiguen grandísimas interpretaciones. Una vez más, he provocado este milagro.
CH: ¡Qué humilde es Ud.! Tengo que reconocer en el poder de Langella en pantalla es abrumador. Aunque no es el favorito no me extrañaría que se le concedieran la estatuilla. Aunque su precedente (Hopkins) se quedara sin el Oscar, realizando también una soberbia caracterización. ¿Cree que es la candidatura con mayor probabilidad?
RH: Por supuesto que no. Todas tienen un 20% de probabilidades.
Entiendo a Vargtimmen cuando dice que esta película es bastante oscarizable. La cosa no es adaptar una obra de teatro, ni hacer un drama político, ni tampoco coger a Langella y dejarle que entregue una de las mejores interpretaciones del año. Con este mismo material, estoy seguro de que Russell Mulcahy, por ejemplo, no podría hacer algo ni parecido. No defiendo a Ron Howard por que lo poco que he visto suyo es bastante mediocre, pero cuando hay que reconocerle un mérito a un director, se hace y punto. Y Frost/Nixon es, como poco, digna de aplausos no sólo por su contenido sino por sus formas.
Para empezar por que dura dos horas y se pasan volando. A mi la política no me interesa y aún así, me pareció más que amena y entretenida. Su fantástico montaje hace que la cosa nunca se haga pesada y la intensidad que va adquiriendo el film a medida que avanza es abrumadora, llegando en la última media hora a convertirse en una montaña rusa que se queda siempre arriba y, ni siquiera con ese final discutible para algunos, consigue bajar el nivel. Esto se debe principalmente al duelo interpretativo que se crea entre Langella, que está descomunal interpretando a Nixon, y Michael Sheen en el papel del periodista David Frost. ¿Secundarios? Nada menos que Rebecca Hall, Kevin Bacon o Sam Rockwel. Casi nada, vaya.
Frost/Nixon es una película oscarizable, sí. Pero también entretenida, amena, emocionante, y no sólo está bien interpretada sino que a nivel de dirección es más que decente. De lo mejorcito del año, sin duda una película que estará más que presente en los Oscar. Y no por adaptar una obra de teatro, ni por no ser arriesgada: sino por que, más que le pese a algunos, realmente lo merece.
No me gusta nada la política.
Me gustan aún menos sus sucios manejos.
El Watergate está vistísimo.
La historia del presidente Nixon aún más.
El reportaje del que sé nos habla es demasiado conocido.
Todo hace ver que nos encontramos ante un coñazo del ocho.
Pero…..Pero……..
Sublime actuación de Frank Langella
Ritmo adecuado que nunca aburre
Tratamiento original de la historia
Secundarios de lujo
Metraje correcto y sin rellenos.
Muy buena película
Solo falla la flojísima actuación de Michael Sheen, tiene cara de lelo toda la peli, para mí un auténtico desastre.
Aquí, a mí gusto, hay un Oscar prácticamente asegurado para el señor Langella, se sale totalmente.
Sorprendente película, si antes de empezar me dicen que me iba a gustar, me mondo de risa.
Muy al contrario que otros usuarios, a mí el tema que se trata en el film me apasiona. Por muy sobado que esté, el escándalo del Watergate me fascina, al igual que la figura derruida de Nixon, al igual que la investigación de Carl Bernstein y Bob Woodward con la estimable colaboración de Garganta Profunda para destapar el escándalo. Soy un gran admirador de los films político-periodísticos, y esperaba con ganas esta película del simplón de Ron Howard.
El desafío: Frost contra Nixon es un film sencillo, sin grandes alardes, pero que se sostiene gracias a un grandioso Frank Langella. El film aguanta su peso en la confrontación del presentador David Frost (Michael Sheen) con el ex presidente Richard Nixon (Frank Langella). Sabemos que el film será bueno o no, por como avanza la entrevista. Sabemos que al final se ha de llegar a un momento cúspide en el que Nixon se deja llevar por sus emociones. Y esa confrontación finaliza con un gran sabor de boca gracias a una soberbia interpretación de Langella.
Es un film de dos horas sobre la preparación y la realización de una entrevista, y a pesar de eso es una película entretenida. Esto se le debemos a Ron Howard, quien no será un director extraordinario, pero sí sabe como entretener al espectador. No es la película del año y no creo que gane muchos premios, aunque sí estará en muchas quinielas el nombre de Langella.