El demonio vestido de azul
Sinopsis de la película
Los Ángeles, 1948. Ezekiel Easy Rawlins busca un trabajo honrado para poder sufragar los gastos de su casa. Acuciado por la falta de dinero, se ve obligado a aceptar el encargo de encontrar a una mujer blanca desaparecida hace pocos días. Sólo cuenta con una pista: la mujer en cuestión es muy aficionada a frecuentar los clubes nocturnos de jazz. Lo que en principio parece un trabajo fácil se convierte en una pesadilla al verse involucrado en dos violentos asesinatos que apuntan a una misteriosa mujer vestida de azul.
Detalles de la película
- Titulo Original: Devil in a Blue Dress
- Año: 1995
- Duración: 102
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Opinión de la crítica
Película
5.8
48 valoraciones en total
Me llama poderosamente la atención, la baja nota que tiene esta magnífica película ambientada en los años 40 y con una trama muy entretenida.
La ambientación es perfecta, muy detallada en todos sus aspectos. Los edificios y sus formas, la recreación de sus calles con sus puestos de ventas. Los maravillosos coches, los cuales vemos hoy día y nos hacen girar la cabeza. Esas señoritas muy coquetas en su forma de vestir, aunque solo fueran a tomar una copa a un bar y los hombres elegantemente vestidos con todos los complementos, incluido el tradicional sombrero. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce y también existe la otra parte que no lo pasa tan bien económicamente. Es ahí donde aparece el personaje de Denzel. La clase negra siempre ha sido marginada durante siglos, pero son privilegiados en algunas cosas y entre ellas, el poder entrar en locales nocturnos solo para gente de su raza… a escuchar blues. Una chica blanca salta las normas y de repente mucha gente está interesada en encontrarla. Por lo cual es reclutado nuestro amigo en plan de investigador. Aunque te paguen 100$ por nada, no sabrá en que problemas se acaba de meter. Será perseguido por la policía, por matones y su rastro será siempre acompañado por cadáveres.
El guión es magnífico, continuado por una gran dirección, la cual no deja al espectador que baje el listón en ningún momento del film. Con la gran incursión de unos magníficos secundarios que complementan con calidad el suplemento extra con otras historias. Tom Sizemore no es en mi opinión un gran actor, pero siempre está cumplidor. Denzel está magnífico como siempre, con esas pausas que le suele dar a sus personajes, lo cual los hace más interesantes. Pero por encima de todos destaco a un Don Cheadle espectacular en su papel del matón apodado ratón y amigo íntimo del protagonista. Por último Jennifer Beals pone el toque sensual femenino de la cinta. La ex-bailarina en flashdance.
El estilo de narración en voz en off al igual que vimos en L.A.CONFIDENTIAL ayudan considerablemente al espectador a no perderse en esta historia de tantos datos y personajes, y aún sin poseer una magnífica banda sonora, si tiene muchas melodías encantadoras de la época.
Siguiendo este interesantísimo ciclo Denzel Washington, descubro El demonio vestido de azul, una obra no redonda, pero salvable en muchos aspectos. Como en casi la totalidad de sus películas, el protagonismo recae en él, que sigue manteniendo su magnetismo con la cámara.
Interpreta, como es habitual, a un hombre fuerte, aunque en este caso con mala suerte. Ha estado en la guerra de Europa y es uno de los pocos hombres de raza negra que tiene su propia casa, aunque ha perdido el trabajo y está sin blanca, por lo que decide aceptar un trabajo aparentemente fácil y muy bien pagado con lo que hacer frente a su precaria situación económica, con la hipoteca martilleándole la cabeza.
Situada en Los Angeles de 1948, la ambientación y la recreación de la época están fenomenalmente logradas. Desprende sabor a clásico, con los clubs nocturnos, la música de jazz, la fotografía de claroscuros, siguiendo los cánones del cine negro. Desde la voz en off sabiamente utilizada (solo a modo introductorio y para encauzar la historia), la conseguida atmósfera de thriller, o la turbia trama. A propósito de este último aspecto, es la parte más deslizante y en ocasiones confusa, por una escasa descripción de los personajes que puede acusar el espectador en el seguimiento de la historia.
Dos años anterior a L.A. Confidential, una de las grandes referencias del género en la década de los 90, se sitúa en su estela, pero a bastante distancia.
Merece una revisión.
Por lo que se vé, hay gente que ha hecho su crítica a esta notable película como si de un simple Thriller se tratara. Tal vez se trate de un cierto desconocimiento sobre lo que es y lo que ha representado el Cine Negro. Por cierto, no me resisto a recomendar el gran libro de Noël Simsolo titulado El Cine Negro ( la auténtica biblia del Cine Negro).
El Cine Negro, entre otras cosas, se caracteriza por guiones complejos, desarrollados en ambientes sórdidos y protagonizados por personajes que luchan, además de contra enemigos exteriores, contra sus fantasmas interiores. Historias en las que nada es lo que parece y en donde la línea que delimita el bien del mal es difusa. Su época dorada comprende el período que va desde mediados de los 40 hasta finales de los 50.
Esta película es un muy digno y atípico (el protagonista es un hombre de color) ejemplo de Cine Negro hecho en los 90. Pienso que está claramente subvalorada, puesto que consigue atrapar la esencia de este género de forma notable. La historia es muy interesante y los actores, empezando por Denzel Washington, alcanzan un buen nivel en sus interpretaciones.
Atención: como pasa casi siempre, en versión original gana un 50%.
Ante el Cine Negro no caben medias tintas: o lo amas o….¡es que lo has probado poco!
Esta película tiene dos cartas a su favor. La primera se llama Denzel. La segunda: Washington. Así de simple.
Un joven Denzel Washington, (sólo en pequeños destellos de lo que este grandísimo actor ha logrado hacer en otros trabajos), interpreta a un afroamericano en paro que se ve en serios problemas económicos, (como en tantas otras intrigas), y ya se sabe, de ahí, a los asuntos turbulentos con gángsters despiadados y chicas en apuros va un paso. Eso es lo que nos plantea la película, aunque para ello teja con una cuestionable habilidad un enmarañado, que no entramado, argumento que sólo se desbroza en el desenlace de la historia con cierta celeridad.
No destaco ninguna actuación en particular, (salvo la de Denzel, que está correcta). Quizás despierte alguna sonrisa la breve aparición de Don Cheadle. Pero sólo quizás.
Si hago mención de la ambientación de la película, que está magníficamente conseguida. Refleja muy bien el colectivo afroamericano de los años 40, todo con un reglamentario ritmo de blues muy agradecido por un servidor.
Si te gusta Denzel Washington y ésta es la última película que te falta ver de él, adelante, se deja ver.
Vivir en los Ángeles a finales de los años cuarenta, sin empleo, con una hipóteca a pagar pueden resultar a ser un grave problema para el veterano de guerra Ezekiel (Denzel Washington) que frecuenta locales ilegales y acepta la oferta de un misterioso individuo llamado Albright (Tom Sizemore) que lo subcontrata para que encuentre a Daphne Monet (Jennifer Beals) la prometida del candidato a alcalde Todd Carter (Terry Kinney) y el hombre más poderoso de la ciudad. Rastreando pistas, Ezekiel se entera que la desaparecida frecuentaba los mismos ambientes que su amiga Coretta James (Lisa Nicole Carson), la primera de una serie de víctimas en que Ezekiel se convertirá en testigo indirecto y sospechoso principal. Un juego de mentiras y confusiones no serán impedimento para que Ezekiel investigue por su cuenta el paradero de Daphne.
El Demonio vestido de Azul es más que una interesante propuesta que homenajea al cine negro de los años cuarenta y cincuenta. Con un aire a lo James Ellroy (siniestras vueltas de tuerca al glamour clásico, con su dosis de violencia, mujeres fatales implicadas en asuntos sucios y matones policías) éste sórdido universo recreado por Carl Franklin funciona gracias al empleo de su banda sonora que recrea a la perfección una ambientación muy propia de los clásicos del género. Pero sin prejuicios, el protagonista es un hombre de color (gran papel de Washington) que vive en su mundo subterráneo, en la línea de la miseria, es víctima de su condición de raza, pero su implicación lo acaba de convirtiéndole en un inesperado héroe.
La película también supuso una de las primeras apariciones importantes de Don Cheadle (Boogie Nights, Hotel Rwanda), que interpreta a Ratón, un personaje matón que cuenta con un protagonismo importante en el pasado de su protagonista.