El cuarto de Leo
Sinopsis de la película
Leo, un joven en pleno proceso de autoaceptación y definición sexual, se reencuentra con Caro, una ex compañera de escuela primaria que le gustaba cuando eran más pequeños, y que ahora vive su propia crisis personal. Ese reencuentro casual va a repercutir en los conflictos de cada uno, sin que ninguno de los dos sepa lo que realmente le pasa al otro.
Detalles de la película
- Titulo Original: El cuarto de Leo
- Año: 2009
- Duración: 92
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Opinión de la crítica
Película
6.1
22 valoraciones en total
Supongo que no es muy habitual encontrarse una película uruguaya en ninguna pantalla, ya sea de cine o televisión. En la última década recuerdo algún título, más o menos afortunado, que llegó a nuestros cines con moderada repercusión como las películas El baño del Papa de César Charlone o Gigante de Adrián Biniez. Pero si hay alguna película uruguaya que, sin duda, haya cautivado a crítica y público en los últimos años, esa ha sido Whisky de Juan Pablo Rebella y Pablo Stoll.
La película que acabo de ver, El cuarto de Leo, no se si llego a estrenarse comercialmente en España, pero desde luego no llega ni de lejos a la calidad de los títulos antes mencionados, especialmente el último. Y es que El cuarto de Leo es una película tan bienintencionada como corta de miras (en lo cinematográfico), que se ve con un muy moderado interés.
Leo en un chaval joven que comparte piso, tiene novia, y esta pleno proceso de pasar a la siguiente fase de su vida, esa en la que debe formalizar su relación y despegar definitivamente del influjo materno. Pero es que además Leo tiene otro problema, y es que tiene casi la seguridad de que le gustan los chicos. Esta es una historia a la que Leo tiene que hacer frente, y para ello deja a su novia, acude a un psicólogo y decide dar el paso de tener relaciones con otros hombres. Todo ello llevado con naturalidad y sin dramatismos innecesarios, lo que es una de las escasas virtudes de la película. En medio de todo este proceso Leo se reencuentra con una antigua compañera de instituto que también carga con sus propios problemas, y entre ellos se establece una relación no muy bien definida.
Y la verdad es que poquito más se puede añadir, ya que la película se limita a mostrar esto que he contado de la forma más sosa y anodina posible. Como he dicho antes, se agradece el que te cuenten la típica historia de una persona que trata de aclarar su identidad sexual sin excesos melodramáticos, pero esto no justifica que el director y guionista, el desconocido (para mí) Enrique Buchichio sea incapaz de insuflar un mínimo de energía, no ya a las olvidables imágenes, sino al monótono transcurrir del propio relato. Tal vez es que la película entera se deja contagiar por la gris personalidad del propio Leo, un chaval que en medio de todo lo que le está pasando apenas consigue transmitir la más mínima emoción.
Al final El cuarto de Leo es una película que acaba desaprovechando casi todas las oportunidades que tiene de hacer algo un poco más perdurable, dejando escapar historias colaterales, como la de la nueva amiga de Leo, o personajes peculiares como el de su compañero de piso. Así todo queda reducido a una inofensiva película con algun apunte aislado que no sirve para gran cosa.
Interesante drama de un joven gay reprimido que busca la respuesta a sus problemas en el Uruguay moderno. En su camino encuentra a una chica muy deprimida, a un psicológo que no siempre sabe lo que decir, a una madre comprensiva y a un joven que le insta a apostar por el amor.
La pelicula es cálida y entretenida, sobre todo gracias a la tierna banda sonora de canciones y al empático protagonista, pero cuenta con un guión que requiere revisión y un ritmo demasiado lento. Aun así es un film recomendable que invita a pensar y deja un buen sabor de boca.
Más cine en: http://laestaciondelfotogramaperdido.blogspot.com.es/
La película es muy fácil de ver ya que el problema de indefinición, o mejor, de la falta de aceptación total de la homosexualidad por parte de Leo, no se presenta como traumática, sino como una búsqueda del ideal, y, por lo tanto, no hay demasiado dramatismo, que por otra parte haría de la película algo ya visto antes. Quizás el recurso de las sesiones con un psicólogo sea algo endeble, pues si bien le permite al director contarnos más sobre Leo, no deja de ser un vulgar recurso a falta de ideas para contarnos lo mismo con imágenes. El guión es algo corto y el director suple esta carencia alargando los planos de manera que algunas escenas se hacen pesadas y ni siquiera la banda sonora, bastante buena, mitiga esa pesadez. Tiene un final demasiado abierto y aunque puede dejar en el espectador una actitud positiva, turba el que realmente no sepas darle explicación a todo y no conozcas el final de algunas relaciones de Leo. Destaca mucho la buena interpretación de Martín Rodríguez como Leo y muy en especial la de Rafael Soliwoda como Felipe, un compañero de piso, colgado todo el día, mirando la tele, pero que es el que conoce la realidad que hay a su alrededor.
Lamento mucho que películas con las que podemos empatizar, por ser éstas realizadas en nuestros países hermanos de Latinoamérica, sucumban al poder del vil dinero y del negocio, de tal manera que no hallen distribución comercial en España. Respeto mucho más una película independiente uruguaya, hecha con mucho esfuerzo con relación al dinero invertido, que los blockbusters made in Hollywood , monstruos cinematográficos cuyo único interés es el de excitar, efectos especiales mediante, los sentidos pero no el intelecto.
El Cuarto de Leo (proyectada en España en los festivales de San Sebastián y de Bilbao) supone para mí un esfuerzo de proyectar la vida del personaje principal y su crecimiento sentimental, frente a los demás personajes con los que se rodea, y eso tiene un gran mérito para los intérpretes y demás participantes en el filme. El actor que representa el papel de Leo es, según mi opinión, convincente en su recreación de la tormenta interior, que además (como bien saben muchos homosexuales) procura esconder por miedo al qué dirán. Quizá el mayor problema para mí sea un exceso en el metraje, con escenas en exceso alargadas y tiempos muertos innecesarios. No obstante, la recomiendo, y lamento otra vez que películas valientes como ésta no tengan exhibición comercial en nuestro país.
Drama liviano sin humor. Su principal valor radica en tratar ciertas crisis personales y en presentar opciones para hacerlas frente. Son problemas y situaciones que resultarán más o menos cercanas dependiendo de las experiencias del espectador, pero que se perciben como vigentes en los tiempos actuales. Por tanto, analiza unos temas que a cualquiera podrían interesar.
Carga todo el peso en unos actores que resultan muy convincentes y dan credibilidad a los temas tratados. Contra todo pronóstico, resultan más interesantes los personajes secundarios y sus problemas que el protagonista y el suyo, especial atención merece el propietario del piso que aporta una frescura muy necesaria.
El ritmo narrativo calmado y constante durante todo el metraje da cierta sensación de blandura y estancamiento, la blandura se amplifica por culpa de una música demasiado melosa.