El compromiso
Sinopsis de la película
Federico y Germán, dos grandes amigos, durante su juventud, se enfrentaron a la dictadura y lucharon en defensa de la libertad. Años después, Federico y su esposa se han hecho productores cinematográficos, pero no consiguen hallar un empresario que se interese por sus proyectos, entre ellos una historia de guerrilleros enamorados. Germán, por su parte, vive lejos de la ciudad, en El Refugio , y se dedica a pintar y a plasmar en sus cuadros el fallido intento revolucionarion y el dolor por la pérdida de su esposa.
Detalles de la película
- Titulo Original: El compromiso
- Año: 2011
- Duración: 100
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Sin temor a equivocarme creo que El Compromiso es una de las mejores propuestas del cine nacional, ojo dije propuestas, una cosa es proponer y otra ejecutar, y aquí falla la ejecución, hay que valorizar el aporte de Castillo al cine, creo que desde sus conocimientos el hombre ha intentado darle camino a un arte que apenas en estos años está tomando posición, Castillo saco del letargo de producción al país con aquella comedia (para decir un genero) de serieb llamada Asesinato en el Meneo, ahí empezaron a moverse, hay que darle eso al hombre lejos de entrar en detalle su destreza detrás de cámara. El compromiso me ha gustado desde la perspectiva de la historia de la revolución, de hecho me da gracia en cierto sentido porque estas secuencias en blanco y negro parecen dirigidas por otra persona, si las comparamos con las secuencias a color que detallan el presente, el conflicto dramático del personaje central interpretado por Rubén Pagura (sin duda uno de los mejores actores de teatro del país) es consistente pero nunca funciona en ejecución, porque a pesar del buen esfuerzo del actor, como público no siempre le creemos, de nuevo el guion es un gran problema en las producciones nacionales, hay diálogos tan inútiles como personajes secundarios olvidables, por favor y esto lo digo de la manera más amable, no usen mas a Rocio Carranza, ella para actuar no sirve. Rodrigo Duran Bunster al quien admire en aquel montaje de la compañía nacional de teatro llamado El vestidor, da muestras también de no tener la naturalidad requerida para el cine, y a veces maquetear mucho su trabajo, fuera de eso la fotografía hace lo suyo sin destacar mucho, y el filme va tomando más matices telenovelescos que otra cosa. Al final un buen intento, bien intencionado pero mal ejecutado en muchos aspectos técnicos, con todo y sus irregularidades el filme se permite dejar un par de secuencias que me parece son de lo mejor del cine nacional, no las diré para no llenar de spoiler pero una de ellas es muy erótica.
El argumento gira alrededor de Federico (Rubén Pagura), un hombre de cincuenta y tantos años que trabaja en una empresa publicitaria, su máximo deseo es filmar una película de amor con el contexto de la revolución latinoamericana y esa lucha ideológica propia de la Guerra fría entre el capitalismo y el comunismo como telón de fondo, como es de esperarse le es muy complicado conseguir el apoyo económico necesario.
Hasta aquí la producción está bien, maneja correctamente la idea del cine dentro del cine , además de esta representación de lucha de ideales no conseguidos, de una revolución fallida, de un hombre (ser humano) nuevo no creado, esa dualidad que representa el protagonista de continuar anhelando esto frente a su amigo Germán (Rodrigo Durán) que por el contrario, desea olvidar para no reabrir heridas que la batalla dejó y el tiempo ha cerrado.
Sin embargo, lo que sucede es que tras un giro abrupto en el argumento, Federico deberá centrar su vida en otra cosa más allá de la lucha de ideales o filmar su película, descontextualizando totalmente la obra y haciéndola perder fuerza. Hay un evidente problema de guion al no poder sostener el relato en lo que debería ser lo primordial, sintiéndose ese último lapso como de relleno y totalmente forzado el conflicto que se presenta.
Seduce la historia central pero no está bien manejada y en el producto final termina sintiéndose, se conceden algunas facilidades, muchos secundarios que roban pantalla, debido a que no hay un estudio detallado de ellos. En cuanto a los aspectos de la realización en sí, las recreaciones de los años 70 son bastante buenas siendo lo mejor del film, hay algunas escenas bien conseguidas. Por otro lado la utilización musical no me parece acertada, ni la forma en como se muestra el asunto de los anuncios, muy inocente, algunas actuaciones quedan debiendo aunque el experimentado Pagura lo hace bien llevando el peso del metraje.
El compromiso, con potencial pero que queda debiendo en la exploración de sus ideas principales, con una resolución sencilla que es complaciente y concede facilidades, pero que no es de extrañar debido al rumbo que toma el film, tanto así que le da su título.