El asesino de la isla

3 comentarios en «El asesino de la isla»

1. Slasher ochentero bastante desconocido que viene a cargo del mismo director que realizó películas como Asesinato en 8mm. 2 (2005) y Zombies (Wicked Little Things) (2006), y está protagonizada por F. J. Flynn (Los Malditos: Vampiros del Desierto, 2001) y Alan McRae (3 Pequeños Ninjas, 1992).
   
   En las primeras horas de una fría mañana, dos parejas se levantan y comienzan los preparativos para unas largas y esperadas vacaciones. Ninguno imagina que el terror los está esperando en la isla que han elegido para pasar las vacaciones. Solo uno de ellos conoce la existencia del asesino , creyendo hasta esa mañana, que solo vivía en las oscuras regiones de sus pesadillas.
   
   Con una atmósfera cargada de misticismo que inunda toda la película de principio a fin, El Asesino de la Isla es un slasher al que no le han favorecido los años, y aunque resulte típico ante tanto producto similar, consigue diferenciarse en parte del resto. El asesino en cuestión apenas se muestra en toda la película, utilizando, para mi gusto, en exceso, la camara subjetiva a la hora de contar unas muertes que son bastante resultonas en algunos casos. Las actuaciones no sobresalen ni para bien ni para mal, punto a favor dado el nivel que encontramos en algunas ocasiones en este subgénero, y el giro final que descoloca al espectador consigue añadir un plus a un guión típico a todas luces.
   
   El Asesino de la Isla es un slasher genérico y olvidado, que aunque no es uno de los grandes del subgénero como Pesadilla en Elm Street (Wes Craven, 1984), es un correcto pasatiempo para aquellos fans de las películas de asesinos.
   
   Nota personal 6/10

2. Me parece injusto que una pieza ochentera tan interesante como ésta haya caído en ese gran olvido. Se trata de una película extraña, bastante antecesora del magnífico film de Wes Craven Pesadilla en Elm Street salvando las distancias entre ambas, con una excelente y perturbadora atmósfera, buenísimas dosis de tensión y suspense, correctas actuaciones (sobre todo de la protagonista Sarah Kendall) y buenos asesinatos (aunque pocos) cargados de sangre y notables efectos.
   
   Su final resulta algo confuso y puede desencajar al espectador, pero por lo general es un muy buen slasher de la época de esplendor del género, los ochenta. MUY RECOMENDABLE.

3. Slasher que sigue las tradiciones del subgénero en la década de los ochenta, con un grupo de amigo que deciden pasar unas vacaciones en una isla en la que dos de los protagonistas, hermanos, se criaron de pequeños.
   
   La trama es bastante simple, con un asesino que ataca a los protagonistas y a los pocos habitantes del islote, mientras que introducen una subtrama en la que una de las protagonistas sufre una serie de pesadillas premonitorias .El primer problema con éste slasher es que carece de la fuerza de otros de la misma época, carece de un villano carismático ( debido precisamente a esa subtrama pesadillesca) y carece de suspense o tensión alguno.
   
   El segundo es que la subtrama no solo no aporta ninguna tensión sino que convierte a la película de menos de 90 minutos en una confusa, lenta y anodina mezcla de un terror violento y sangriento y un fantástico con una mujer con un subconsciente y unas experiencias con sus sueños que le hacen vivir unas experiencias terroríficas en las que adelanta acontecimientos violentos, mientras que sus amigos, incluido su propio hermano y marido, no dan crédito a sus advertencias desesperadas por salvar la vida a todos los habitantes el lugar.
   
   La puesta en escena es sencilla, vulgar, ocultando la figura que ataca a los protagonistas sin sacar ningún provecho dramático ni tenso. Los asesinatos y la violencia, siendo sangrientos, no logran ser impactantes ni atemorizantes, en ningún momento uno puede sentirse involucrado en la historia, tan simple y fina como una servilleta de papel. No importan los personajes, ni la identidad del asaltante, básicamente porque acerca de los primeros, si ellos mismos no reaccionan de ninguna manera cuando los ataques comienzan, es imposible involucrar al público, acerca del segundo, no pasamos ningún tiempo con ese personaje, no hay ningún contexto ni antecedente, ni realmente nada que nos haga interesarnos por él.
   
   Por tanto, teniendo en cuenta lo anterior, es absolutamente imposible que podamos reaccionar de ninguna manera ante un desenlace que pretende sorprender e introducir un giro final, heredero de la tradición iniciada por la magistral Carrie cinco años atrás, pero que se queda en el mismo lugar que toda la película en general, flotando en una sensación general de desencanto y apatía.