Edi
Sinopsis de la película
Edi, vagabundo de buen corazón y aficionado a la literatura, sobrevive vendiendo chatarra junto a su inseparable camarada Jureczek, en una Polonia contemporánea donde las diferencias sociales se han agigantado tras la caída del comunismo. Al aceptar la oferta de unos gangsters para impartir clases particulares a su hermana, una lolita de apariencia virginal, Edi se verá envuelto en un maldito embrollo que terminará por convertirle en improvisado padre adoptivo. Multipremiada producción polaca de 2003, galardonada con 18 premios y doce nominaciones.
Detalles de la película
- Titulo Original: Edi
- Año: 2002
- Duración: 97
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Opinión de la crítica
5.9
59 valoraciones en total
Ganadora de tropecientos premios internacionales, Edi narra la historia de un par de vagabundos (el que da título al film y su amigo Jureczek) y muestra cómo sobreviven en una Polonia post-comunista, debiendo lidiar con grandes problemas y afrontar la vida, pese a todo, con una sonrisa en la cara. Cuando a Edi le llega la oportunidad de ir a mejor impartiendo clases a una joven vinculada con una familia de gangsters, no lo duda y acepta… pero es sólo el inicio de sus problemas. Con un punto de partida curioso, lo mejor del multipremiado film de Piotr Trzaskalski es sin duda su tono, sorprendentemente liviano a pesar de que por la nacionalidad de la obra (Polonia) podría hacerse redundante, incluso tendencioso o reiterativo, dando continuamente vueltas sobre una misma idea.
Trzaskalski tiene claro en todo momento lo que quiere contar y cómo hacerlo, valiéndose para ello de unos personajes perfectamente dibujados -en el papel- y notablemente interpretados -en la práctica- por un reparto donde destacan, como no podía ser de otra forma, este par de vagabundos de gran corazón. Tampoco flojea la dirección, alternando momentos íntimos con otros más tradicionales de este tipo de cine. Pese a todo, el polaco cae en uno de los errores más comunes de estas propuestas, que no es sino relegar la carga emocional de la obra más al sonido que a la imagen, reforzando las escenas más potentes con melodías que no son en absoluto malas, pero que empleándose como eje para lograr crear esos sentimientos resultan, ciertamente, un poco molestas.
Pese a todo es un film que merece la pena y que, como la buena Tokyo Godfathers de Satoshi Kon, nos muestra a este tipo de personas como seres humanos y no despojos sociales, creando lazos con el espectador y conduciéndole -con mayor o menor suerte- hacia verdaderos momentos de gran interés.
Trzaskalski nos cuenta la historia de Edi (Henryk Golebiewski), un colector de chatarra que vive en una fábrica abandonada junto a su compañero tartamudo, Jureczek (Jacek Braciak). Cada mañana al amanecer, emprenden un viaje empujando su carreta a través de las calles de Lodz en busca de chatarra y resíduos que luego venden en la chatarrería. El poco dinero que ganan, lo gastan en alcohol en una taberna de mala muerte para escapar de los problemas diarios.
Un día, unos mafiosos locales comerciantes de vodka- conocidos como los Hermanos- emplean a Edi para que se haga cargo de la educación de Princesita- la hermana de 17 años de los Hermanos- ya que Edi es un hombre muy leído, y al ser feo, saben que no habrá tentación para la chica.
Sin embargo, la mala suerte cae sobre Edi cuando Princesita queda embarazada y Edi es acusado de haberla violado. Es entonces cuando comienza la verdad filosófica de un hombre que tiene que lidiar con las duras consecuencias y las sangrientas venganzas de los Hermanos enojados.
A pesar de las circunstancias, Edi no se queja sobre su mala suerte. Acepta su destino y trata de seguir adelante. El protagonista de Trzaskalski no siente odio, ya que incluso si se gana la vida recogiendo chatarra y notoriamente bebe todas sus ganancias, es un hombre muy sabio e inteligente. Con esto, podemos ver que el personaje es el ejemplo de que la posición social, la riqueza o la educación no necesariamente tienen una influencia sobre el tipo de personas que somos. Incluso es una evidencia de que un hombre de simple reflejo es más digno a ayudar, ya que gracias a su difícil vida, conoce su verdadero valor.
Trzaskalski también hace hincapié a la idea de que cada uno de nosotros, incluso un hombre borracho tumbado en la acera, es un misterio que puede esconder una sorprendente historia de la vida. Igual que Edi, un hombre pobre y sencillo, que ve en la literatura un momento de respiro que le ayuda a distanciarse de una vida que no marcha exáctamente como él desearía. Y como dice Edi en una escena- hablando sobre sus libros: ‘’Lo abres y lo lees, si no lo entiendes, lo lees otra vez. No cambia nada, sólamente uno mismo. Porque la vida va hacia delante, pero a los libros siempre puedes volver’’.
También hay que destacar la excepcional la fotografía del cinematógrafo, Krzysztof Ptak. Por un lado, con la mezcla de colores oscuros y tristes, anima al espectador a entrar en un mundo desolador de la vida cotidiana de la ciudad. Por otro lado, nos muestra el encanto idílico del pueblo, lleno de verdor, flores y colores vivos. Y sin olvidar, el frecuente uso de secuencias largas para mostrarnos las vidas de los chatarreros de una forma más realista y cercana al espectador.
‘’Edi’’ representa el mundo tal y como es, donde lo más importante es la persona como individuo. Su vida es importante, simplemente porque es su vida. Tanta gente que conocer, tantas historias que contar, tantas palabras importantes que expresar.
Al fin y al cabo, ‘Edi’ es un buen ejemplo de que una simple pero buena historia, un director inspirado, unas actuaciones sobresalientes, y no necesariamente un presupuesto alto, pueden dar vida a una pequeña joya del cine independiente – que permanecerá por mucho tiempo en nuestra memoria.