Dredd
Sinopsis de la película
En un futuro cercano, Norteamérica se ha convertido en un páramo asolado por la radiactividad. Una única y gran megalópolis se extiende a lo largo de la costa este: Mega City 1. Esta inmensa y violenta urbe cuenta con una población de más de 800 millones de personas, cada una de las cuales es un infractor en potencia. Los encargados de acabar con el caos e imponer el orden son unos individuos que actúan a la vez como agentes de la ley, jueces, jurados y verdugos. Al frente de ellos está Dredd (Karl Urban), una leyenda viva de la justicia que vive entregado por entero a hacer cumplir la ley. En una misión aparentemente rutinaria junto a Cassandra Anderson (Olivia Thrilby), una juez novata dotada de grandes habilidades psíquicas, se disponen a investigar un homicidio en un peligroso rascacielos de 200 pisos de altura, controlado por el clan de la despiadada Ma-Ma (Lena Headley). Pero al intentar arrestar a uno de los principales secuaces de Ma-Ma, ella cierra a cal y canto todo el edificio y ordena a sus hombres que capturen a los jueces. La lucha por la supervivencia, obligará a Dredd y Cassandra a actuar de manera implacable. Nueva adaptación del cómic homónimo ya llevado a la pantalla en 1995.
Detalles de la película
- Titulo Original: Dredd
- Año: 2012
- Duración: 95
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Opinión de la crítica
6
91 valoraciones en total
Tomando prestado -y atreviéndome a hacerlo- la exclamación que una amiga dijo mientras estaba viendo la película, titulo esta crítica con una evocadora referencia a un subgénero en si mismo que hizo las delicias de muchos cinéfilos (yo entre ellos, claro) durante muchas generaciones: la serie B (o sea, películas B ajo presupuesto).
Estoy convencido que todos ya nos hemos enterado de sobra que hay una revolución digital en el audiovisual en marcha. Mejor dicho, una revolución que ya ha llegado, producido y finalizado, cambiando el panorama para siempre en la producción, la grabación, edición y distribución. Para siempre jamás, vamos. Coppola (si, el maestro Coppola que dirigió El padrino , y que ahora se dedica a hacer vinos en California…) dijo durante el rodaje de Apocalypse Now (por cierto, no viene mal recordar que éste fue un proyecto que le robó a su entonces pupilo, George Lucas…) que llegaría un día en un que una niña con un pequeño aparatito podría hacer lo mismo que él hizo en esa película. Bueno, pues ese momento ya ha llegado. Y está aquí para quedarse.
Recapitulemos: si ahora todo el mundo tiene un ordenador en su casa, un móvil con grabación full HD y multitud de programas de edición digital de imagen, capaces de realizar todo tipo de efectos especiales con una calidad y nitidez igual a la de las grandes producciones de Hollywood ¿cuál es la diferencia entre una GRAN producción (A) y una pequeña producción (B)? Muy fácil: todo aquello que no se pueda simular digitalmente…. Pero ¿es que hay algo que no se puede simular digitalmente? Pues sí, y no. Cuando vemos Gladiator , Ridley Scott pudo recrear -aunque con trampas- el Coliseo Romano al completo, lleno de gente (eran planos parciales en panorámicas en movimiento, no había un plano completo lleno de gente…). Peter Jackson a millones de soldados de Sauron atacando ciudades defendidas por otros millones de soldados de Gandalf… pero eso rezuma a falsedad. Me explico: para que un efecto visual resulta de verdad ha de combinar gráficos digitales (en yanqui, CGI) y efectos visuales reales (trucos corpóreos, maquetas, figurantes, producción, escenarios, etc.). Cuando no se mezclan, y todo se queda en el ordenador… es donde ahora se nota la serie B. Por ejemplo, Los vengadores han contado con grandes gráficos digitales, pero también con figuración, escenarios, pantalla azul (aunque en realidad sea verde, para hacer mejor el chroma…) y así hasta llegar a un presupuesto de 220 millones de dólares. En cambio Dredd , ha costado 45 millones de dólares. Y eso, se nota.
Probablemente John Carpenter haría maravillas con esos 45 millones de dólares ( Vampiros , de 1998, le costó 20 millones) y los gráficos digitales de hoy día. Pero hay que reconocer que Pete Travis le ha sacado mucho lustre a esos 45 millones, creando una más que aceptable adaptación del cómic británico que en 1977 revolucionó a todos los aficionados por recrear tan salvajemente un futuro ucrónico donde la delincuencia había llegado a un grado tal que existía un cuerpo especial para la ley y el orden llamados los jueces y que a la vez eran policía, juez, jurado y verdugo. Del tirón. Y de estos bestias, el más bestia de todos, el más cruel, temible, salvaje, inmisericorde y brutal era Joseph Dredd. Vamos, que convertía al peor delincuente en una niña de colegio. Si vamos hasta 1995, aún recordamos la infame adaptación dirigida por Danny Cannon y protagonizada por Sylvester Stallone, que supuso uno de sus más sonados fracasos de taquilla (algo comprensible, aunque me encantan algunos detalles de esa película, como el robot antiguo, la familia de caníbales -famosa en el cómic-, etc.). Pues la que nos ocupa no tiene nada que ver. Una vuelta a la tuerca completa, para enfrentarnos con una historia oscura, salvaje y desgarradora donde las haya: en un futuro cercano, tras una guerra nuclear la tierra ha sido asolada y la humanidad sobrevive en enormes ciudades. En esas urbes de millones de habitantes, hay a su vez edificios que suponen casi ciudades enteras. Y dentro de ese opresivo, asfixiante y casi insostenible entorno, sólo los jueces mantienen un cierto grado de cordura. Bueno, pues ahí es donde Dredd y una recluta de la academia tendrán que acabar con la amenaza de Mamá, una poderosa narcotraficante que ha descubierto una droga llamada slo-mo (abreviatura de slow motion , o sea, cámara lenta en español) que reduce la percepción del tiempo en el cerebro hasta el 1%…
(SIGUE EN SPOILER SIN SPOILER POR FALTA DE ESPACIO)
El cómic Juez Dredd vuelve al cine de la mano del director inglés Pete Travis en 3D, después de la realizada por Danny Cannon en 1995, que contaba con Sylvester Stallone como protagonista.
En esta ocasión, la película es inglesa, basándose en la serie de historietas británica de ciencia ficción Juez Dredd, la cual fue creada por el guionista John Wagner y el dibujante Carlos Ezquerra para la revista 2000 AD en el año 1977.
Su protagonista, el Juez Joseph Dredd, es un agente de la ley de Megacity 1 (la cual engloba el terreno antes ocupado por las ciudades de Boston hasta Washington DC) en un futuro arrasado y cruel, en el cual los jueces son al mismo tiempo policía, juez, jurado y verdugo.
En esta nueva versión, es Karl Urban (Red) quien interpreta a Dredd, donde le acompaña la novata Cassanda Anderson, interpretada por la actriz Olivia Thirlby (vista en Juno), que se encuentra en fase de evaluación para ser Juez, siendo especial por poseer habilidades psíquicas únicas, debido a su mutación genética. Ambos deberán investigar un triple homicidio cometido en el edificio controlado por la delincuente Ma-Ma, interpretada por Lena Headey (300).
Antes que nada, me resulta necesario felicitar a todos los que han hecho posible la recreación de Megacity 1 con sólo 45 millones de presupuesto, debido a que consiguen recrear de forma espectacular la caótica y claustrofóbica megaciudad presentada en el cómic original.
Hay que agradecer que se haya realizado con mucho más respeto al cómic que la rodada en 1995, notándose esto en muchos aspectos, como el hecho de que El Juez Dredd no se quita el casco en toda la película, y no como Stallone, que sólo lo llevaba prácticamente en el cartel promocional. También se aprecia una recreación más realista de este mundo sucio y violento, con menos tecnología y más rudeza. Si en 1995, decidieron no excederse con la violencia para evitar una calificación sólo para adultos en los cines, aquí no lo hacen, mostrándonos una gran dosis de escenas violentas y sangrientas.
A pesar de que Urban me parece bastante limitado como actor, aquí actúa de forma correcta, siendo frío, inexpresivo y calculador (y se agradece que no se le caiga el labio como a Sly). La que falla en este duelo es Lena Headey, a la cual le queda demasiado grande el papel de villana principal de la cinta, debiendo limitarse en adelante a realizar papeles secundarios, como el de Cersei Lannister en Juego de tronos.
Sin embargo, Olivia Thirlby lo hace bastante bien, aunque la utilización de sus poderes psíquicos me recuerda poderosamente a Minority Report, de Steven Spielberg (2002).
Es digno de mención la mejoría en la dirección de Pete Travis, después del repetitivo y confuso trabajo realizado en la película En el punto de mira (2008), recibiendo mejores críticas en su posterior trabajo (Endgame, 2009). De todas formas, acaba por marear el abuso constante de tanta cámara lenta y bullet-time (en qué momento se les ocurriría inventarlo a los hermanos Wachowsky…) y cansando tanta bala seguida al milímetro.
En relación al uso del 3D, desconozco cómo será finalmente en las salas, pero el previo de 10 minutos que nos han ofrecido no arroja buenos síntomas, quedándose en un uso puramente comercial… Vamos, que como siga esto así, el próximo 3D que merecerá la pena ver será el que nos ofrezca James Cameron en Avatar 2.
En resumen, nos encontramos ante una película mucho mejor que la de Stallone (tampoco era difícil), con nada de comedia y payasadas de Rob Schneider, disfrutando de mucha más acción y violencia, alejándose de tramas enrevesadas y ofreciéndonos un argumento más realista y menos complejo, donde el Juez Dredd es uno más, lejos de la popularidad del anterior. El argumento es sencillo e intrigante: si dos jueces se quedasen atrapados en un edificio de 200 plantas infestado de delincuentes en cada una de ellas…¿Qué harían para sobrevivir?
Lo peor: Se echa de menos un villano más carismático y poderoso. El giro del tramo final es previsible e innecesario.
Lo mejor: Podemos disfrutar de una adaptación del cómic más sucia, realista y fiel. Nos encontramos con un Dredd más creíble y duro, sin piedad ni perdón. Todo ello nos garantiza disfrutar de una película de acción violenta, pero que no llegará a convertirse en una obra imprescindible del género.
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Violencia, drogas, justicia. Todo se reparte en este film de forma pura, sin cortes, sin aditivos ni transmutaciones. Crónica de un futuro ¿real?, el guión de Garland se despoja de florituras y al igual que en Trainspotting mezcla un tanto de realismo bastardo con ensoñaciones alucinójenas.
Desde el minuto nº1 vemos un día en la vida de Dredd, ése juez que fue demasiado humanizado en la piel de Stallone en aquella película que más que el personaje, importaba el lucimiento físico del actor de turno. Allí, despojado de armadura, armas y botiquines curativos. Aqui todo lo contrario: munición a tope, golpes, y firmeza.
Por una vez, segundas partes o remakes son mejores que el original.
Queremos otro volumen del juez Dredd. Queremos más evasión de calidad como ésta. Hoy, más que nunca, es necesario ganar una batalla a la cruda realidad.
Pués si, me ha parecido un peliculón. Y me quedo bien agusto diciéndolo. Estamos ante la película más infravalorada de lo que va de año, y presiento que los espectadores (repercutiendo en taquilla) no le concedan los elogios que merece y será un film que pasará sin pena ni gloria por nuestras pantallas y dejaremos que desaparezca sin tan siquiera verla.
Pero hablemos de cine, me ha gustado tanto que tengo ganas de volver a verla y el caso es que he salido del cine hace unas hora.
Es una película que nos gana visualmente desde el minuto uno y nos gana aún más con una historia directa y al grano, sin liarse en subtramas de relleno para aumentar la duración de la película y sin que se vuelva tediosa o aburrida. Todo lo contrario, la película no tiene ni un solo momento aburrido, no te dá ni un respiro, no te deja relajarte, siempre pasa algo interesante, siempre hay algo que ver….
Los actores sin ser excesivamente famosos o conocidos están fantasticos, sorprendiendome bastante Olivia Thirlby.
La película también cuenta con un arma de doble filo: es muy ochentera y de Serie B. Y además lo es a propósito. Ese toque le dá a la película un punto que la hace mucho más atractiva. Pero puede jugarle la mala pasada en el sentido de que le quite interés a futuros espectadores que piensen que no merezca la pena pagar una entrada para verla.
Es vital hablar de los dos puntos más fuertes de la película: el 3D y el sonido.
El 3D es el mejor que he visto nunca, el hecho de que sea todo digital ayuda a un 3D que es espectacular, inunda la pantalla y la sala de cine con unas imágenes increibles. Las escenas a cámara lenta le hacen un gran favor a éste tipo de imágenes, dando una profundidad y realismo asombroso.
El sonido es alucinante, te deja sin palabras, todo ello acompañado con una música que hace que te metas en la película y que sientas que estás en Peach Trees, nos acompaña todas las escenas, encajando en cada una de ellas con la música ideal.
En definitiva, una gran película, que desde mi punto de vista hace que todo lo visto éste año por el mundo Marvel me parezca estúpido, rancio y repetitivo. Es más me ha parecido bastante mejor que la otra gran película ochentera y de Serie B del año, como és Los Mercenarios 2 .
También me deja un dato importante: si con 40 millones de presupuesto se puede hacer una película de acción, fiel al cómic y con un derroche digital y de 3D, ¿por qué hay grandes producciones de Hollywood como Los Vengadores , The amazing Spiderman o Battleship , que teniendo un guion normalito y efectos buenos, tienen un presupuesto de 200 millones? Estoy de acuerdo en que grandes directores y actores cuestan dinero, pero hay algo que no me cuadra.
Resumiendo, una gran película de acción, con unos efectos brutales y un 3D y sonido que son de lo mejor que he visto nunca, el guion sin ser nada del otro mundo tiene mas chicha de lo esperado. Es una gran adaptación del cómic y deja a la película de Stallone del 95 (de éste mismo personaje) en algo ridículo.
-Lo mejor: practicamente todo, el 3D, el sonido, la música, los efectos, la historia, los personajes….
-Lo peor: que su poca campaña publicitaria y su exceso de cine de Serie B le va a lastrar mucho, tanto en taquilla como en acogida de los espectadores, es decir: infravalorada.
P.D: le pongo un 8 porque es muy buena, pero dentro de su género es de 10. Dentro de lo que es el cine de cómics es de lo mejor.
P.D2: merece mucho la pena verla en el cine y si es posible en 3D.
Dredd empieza con un prólogo sublime que nos describe a la perfección qué es Mega City Uno: Una megalópolis que ocupa toda la Costa Este de Estados Unidos con alrededor de 800 millones de habitantes y una tasa de paro del 90%, en la que los criminales mandan y los jueces son la única fuerza del orden. Los llamados Jueces poseen los poderes de juez, jurado y verdugo.
Sin tiempo de asumir lo escuchado, el film no escatima ni un segundo en pasar a la acción, mostrándonos brutalidad y crueldad en una breve persecución. Unos primeros minutos para dejar claro al espectador que Dredd no va a andarse con chiquitas, y que la violencia lícita va a ser lo que va a predominar y que sobretodo, nada tiene que ver con aquel film protagonizado por Sylvester Stallone en 1995.
El Juez Dredd (Karl Urban) es el último hombre capaz de desafiar a los criminales e impartir la ley, haciendo que ésta se cumpla. Tras ser informado de un crimen atroz en el barrio marginal vertical controlado por Ma-Ma (Lena Headey), se dirigirá hacia allí con Cassandra Anderson (Olivia Thirlby), una novata que ha sido asignada con Dredd para ser evaluada. Pocos jueces son los que se atreven a adentrarse en ese recinto de 200 pisos, controlados en su totalidad por Ma-Ma, dueña y señora de la nueva droga que se está extendiendo en la ciudad: el Slo-Mo, una sustancia que hace experimentar la realidad alterándola una fracción de su velocidad normal. En otras palabras, se tiene la sensación de ver las cosas a cámara lenta. Ma-Ma que no permitirá que su imperio sea destruido, emprenderá una brutal guerra contra Dredd y su acompañante novata.
Me mostraba dubitativo ante como sería el trabajo de Karl Urban (El mito de Bourne, 2004) ejerciendo de Juez Dredd debido a que sus interpretaciones han sido muy irregulares. Ahora puedo decir con firmeza y garantía, que Urban encarna al mejor Juez Dredd que he visto por el momento. Posee la mezcla correcta de rudeza, violencia y habilidad necesaria (sigo preguntándome a día de hoy cómo pone la boca de esa forma tan rara). Tarea laboriosa y digna la de Urban que sin que el espectador pueda percibir del todo lo que siente -debido a que solo se le ve media facción de la cara-, ha sido capaz de trasmitir casi todo. Olivia Thirlby (Juno, 2007) da vida a Cassandra Anderson, la juez novata con capacidades telépatas. La actriz da la talla mejor de lo que me esperaba, siendo una agradable y poco molesta compañera de Urban y estando casi a su nivel. Muy correcta. Lena Headey (300, 2007) es Ma-Ma, ex prostituta y dueña del negocio del Slo-Mo que no pestañeará ni un ápice si ha de despellejar a alguien para dejar claro quién manda en dicho territorio. Correcta interpretación de Heady. Por último, destaco la presencia de Wood Harris (conocido por su rol de Avon Barksdale en la serie The Wire, 2002-2008) interpretando al secuaz Key, mano derecha de Ma-Ma y conocedor de ciertos asuntos de ésta.
Uno de los aspectos que me ha agradado de Dredd es ver que se ha centrado en uno de los varios aspectos que posee, es decir, el film no se centrará en darnos explicaciones de cómo se ha llegado a ese punto en el que el caos rige y los jueces imparten justicia o por qué el extrarradio es radioactivo. Quizás (y espero) se reservan mostrar otros aspectos para una posible trilogía en la que entre otras cosas, podamos descubrir un poco más quién es Dredd. También es verdad que tampoco nos hace falta saber más detalles sobre su personaje si su función la cumple a la perfección. Imparte la ley y quien no la cumple es sentenciado a muerte. Para entonces hay que conformarse con la porción que se nos explica aquí y en la que se mete de lleno en los bajos fondos, donde se hacina la mayor parte de la población y en la que casi es palpable su atmósfera mugrienta y deplorable.
Respecto a si el film de Pete Travis (En el punto de mira, 2008) posee una suficiente veracidad con las historietas británicas realizadas por 2000 AD, tengo que decir que personalmente no puedo dar una opinión concluyente porque nunca he leído ninguna de las mismas, lo cual no quiere decir que no haya seguido nunca la evolución del personaje y desconozca de lo que va. Yo creo que los que admiran al Juez Dredd se sentirán satisfechos con lo realizado o por lo menos con un buen sabor de boca mejor que el film de 1995.
En definitiva, Dredd es un film perfectamente confeccionado en el que no falta nada y cuando digo nada me refiero a que tiene la violencia necesaria para poder ser censurada en algunos países. Tiene a Karl Urban encarnando a un infranqueable juez se mire desde donde se mire, el cual te hace pensar una vez acabado el film y tras haber visto semejante dosis de violencia, la siguiente cuestión: ¿Es Dredd el bueno de la película? Yo ya se la respuesta y quizás en ese aspecto recae el mérito del film.