Donde habita el peligro
Sinopsis de la película
Una noche, el joven médico Jeff Cameron (Robert Mitchum) conoce a Margo (Faith Domergue), una paciente que ha ingresado en el hospital después de un intento de suicidio. Enseguida se enamoran y empiezan a verse, pero, de repente, se ven involucrados en un asesinato y deciden huir a México para eludir la acción de la Justicia.
Detalles de la película
- Titulo Original: Where Danger Lives
- Año: 1950
- Duración: 84
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Opinión de la crítica
Película
6.8
44 valoraciones en total
Cualquier excusa es buena para meter en la boca del lobo al protagonista de cualquier película, sea creíble o no, por el bien de la historia y en beneficio del espectador. A Robert Mitchum parece que las cosas no le pueden ir mejor, porque realmente su vida es envidiable, con un trabajo y una carrera prometedora, contándoles cuentos a niños enfermos, con mucho trabajo en el hospital pero admirado y querido. Una vida ejemplar, pero aburrida para quienes lo que quieren ver es problemas, así que quienes llegan aquí por la atracción que ejerce el cine negro aplaudirán la aparición de la femme fatale al hospital en el que hasta entonces todo le iba bien al pobre Jeff.
¿Dónde te metes entonces, con lo bien que te iban las cosas?, se inicia pues la verdadera película que todos esperan con esa irrupción femenina. Una serie de casualidades y fatalidades, unas más afortunadas que otras, empujarán a Mitchum por caminos cada vez más peligrosos. En esta ocasión la parte que tiene de road movie es mucho más interesante que la trama en sí, que no deja de ser la de un hombre que aparenta ser listo y avispado pero que queda desde el principio muy claro que se está equivocando.
No es un desastre, es breve y se ve con la misma velocidad que cae un rayo, pero comparadas con tantas y tantas otras películas de cine negro, mucho más buenas e ingeniosas, creo que Donde habita el peligro queda muy lejos de ser una gran película. Sería de necios negar que tiene cierto interés, pero tampoco nos vayamos de la olla, es una película justita, curiosa, poco más que para pasar el rato.
Film de cine negro realizado por John Farrow (1904-1963). El guión, de Charles Bennett (Los inconquistables, De Mille, 1947) desarrolla un argumento de Leo Rosen. Se rueda en los RKO Studios (Hollywood), con un presupuso de serie B. Producido por Irving Cummings Jr. e Irving Allen para RKO, se estrena el 14-VII-1950 (EEUU).
La acción dramática tiene lugar en San Francisco (CA) y en el camino por carretera desde esta ciudad a la localidad de Nogales (AZ), fronteriza con Méjico. El joven médico Jeff Cameron (Mitchum) vive entregado a su trabajo en un hospital de San Francisco, tiene relaciones formales con la enfermera de quirófano Julie Dorn (O’Sullivan) y lleva una vida ordenada y convencional. Cuando ingresa en el Centro una bella muchacha, Margo Lennington (Domerge), a causa de un intento de suicidio, queda fascinado por ella y sumergido en un mundo de deslumbramiento y ofuscación, que se ve agravado y potenciado por los golpes que recibe del marido de ella, Frederick (Rains), en la cabeza con un atizador de chimenea y la conmoción cerebral que le sobreviene. Jeff es físicamente fuerte y de complexión atlética, pero psicológicamente vulnerable. Margo padece problemas de equilibrio y estabilidad emocional y psicológica. Julie es afectuosa, sacrificada y competente. Mantiene con Jeff una relación estable y desea casarse con él.
El film suma drama, cine negro, romance, thriller y elementos de película de carretera (road movie). Fue concebido por Howard Hughes como medio para promocionar a la actriz novel Faith Domerge (1924-99), con la que había mantenido un idilio (1941-43) que él deseaba retomar. Debutó en la gran pantalla en 1941 y su primer papel protagonista lo tuvo en el largometraje (Vendetta, Ferrer, 1950) que se estrenó después del que comentamos.
La cinta se divide en dos partes diferenciadas. En San Francisco se hace el planteamiento de la historia, cuyo desarrollo tiene lugar a lo largo del recorrido en coche por carretera. Destaca la creación de una atmósfera extraña, obsesiva y perturbadora, que gradualmente se torna oscura, densa e irrespirable. Los personajes con los que la pareja se encuentra a lo largo del viaje son siniestros, extravagantes y se comportan de manera que destila irrealidad. La combinación de los mismos compone un retrato inquietante y ácidamente crítico de la sociedad americana, que se ve poblada de borrachines, estafadores, egoístas, codiciosos, tramposos, ladrones, oportunistas, etc. El entorno social añade a la atmósfera opresiva elementos de pesadilla, ensoñación, delirio, amenaza y salvajismo.
El doctor Cameron es una persona sensible y su sensibilidad le lleva adonde habita el peligro. John Farrow cumple con su trabajo, no tiene la culpa que donde habite el peligro sea más una escapada de la policía a trompicones, que un peligroso asunto entre criminales al más viejo estilo del cine negro.
Aquí el hampa no es el criminal, es esa gentuza que habita entre el pueblo que se pasa de lista, esos vividores del cuento y oportunistas que están siempre dispuestos a aprovecharse de los demás. El problema es el de un argumento en el que la angustia, y el dolor, supera a la intriga. Pero bueno, ello no es problema para poder ver a Robert Mitchum una vez más, aunque algunos prefiramos verle en plenas facultades, con su clásicos comentarios irónicos y su pinta de pasante de todo.
El caso es que podremos averiguar dónde habita el peligro…
Las relaciones cinematográficas de Robert Mitchum con el sector sanitario merecerían un estudio singularizado y un ciclo en el que estarían con toda seguridad Odio y Orgullo (médico), Cara de Ángel (enfermero) y Donde habita el peligro (doctor). No hay duda que a Mitchum le sientan como anillo al dedo estos papeles de seductor Doctor Kildare en los que resulta totalmente creíble y que interpreta con su buen hacer característico.
Muchos de los papeles de Mitchum para la RKO parecían cortados por el mismo patrón y en muchos aspectos Where danger lives (WDL) recuerda a Cara de Ángel de Preminger, si bien el director vienés gana por KO técnico y desde el primer asalto a John Farrow, realizador interesante pero a cien mil leguas, submarinas o no, del anterior. Ese Mitchum seducido al punto del atontamiento y absolutamente atrapado en la tela de araña de Jean Simmons tuvo su precedente en lo que sucede con esta otra araña igualmente venenosa, Faith Domergue, cuyos talentos artísticos superan a los de la Simmons en exhuberancia pero no en candidez y cara de no haber roto un plato.
Pero nuestro Robert sigue siendo el mismo cándido, si bien en WDL puede aducir en su defensa las jaquecas consecuencia del trastazo en la cabeza infringido por un Claude Rains violento y salido de madre, circunstancia a la que no nos tiene acostumbrado este gentleman de la escena. Y hablando de candidez, no lo es menos la de Maureen O,Sullivan, entrañable y recordada Jane (ya saben… Yo Tarzán, tú Jane ), en un papel breve y con mas perdones que un confesionario.
Un film que se deja ver, incluso con momentos interesantes, pero sobre todo dispuesto para lucimiento de la amiguita de Howard Hawks (Faith Domergue). Menos mal que anda por ahí Robert Mitchum y eso es garantía, señores…
Entretenido cine negro de destino y fatalidad, con un buen Robert Mitchum de nuevo en un papel sanitario ( Cara de ángel ) compartiendo cartel con Faith Domergue, una actriz que no consiguió hacer una gran carrera, y que trabajó bastante en cintas de ciencia ficción y horror de serie B. El argumento es el clásico de bonachón atrapado en un amor chungo, que deriva en una huida en su inicio un poco disparatada, y sólo achacable al estado de conmoción mental de nuestro héros. La película deriva a una especie de road-movie en la cual (en un estilo similar a Los amantes de la noche ), van encontrando en su camino una serie de personajes pintorescos y de escasa moral que componen un fresco no muy favorecedor de la sociedad americana. El final resulta un poco forzado y facilón y no me gusta mucho, pero bueno. No pasará a la historia, pero no está mal.