Doble cuerpo
Sinopsis de la película
Jake, un actor de películas de terror, descubre a su mujer con su amante. Tras abandonarla, se instala en una lujoso apartamento que le ha dejado un compañero. Desde allí ve cómo cada noche una mujer desconocida monta un pequeño y morboso espéctaculo en su vivienda…
Detalles de la película
- Titulo Original: Body Double
- Año: 1984
- Duración: 110
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Opinión de la crítica
Película
6.4
23 valoraciones en total
Doble cuerpo no tiene ni pies ni cabeza. Es una obra de una desverguenza y desfachatez como pocas veces se ha filmado. Su amoralidad,cuestionable gusto y mala uva impregnan practicamente todos los fotogramas de la película desde el comienzo hasta el final. Y a pesar de todo esto Doble Cuerpo no solo es la mejor y más desenfrenada película de Brian de Palma si no una uténtica obra maestra del cine americano de los 80.
De un sentido autoparódico arrollador y descacharrante, una estética visual tan bizarra como demoledora y una falta de prejuicios sorprendente esta gloriosa película viene a demostar las posiblidades de un gran autor trabajando en absoluta libertad y permitiendose determinadas licencias que a cualquier otro le hubiesen costado su carrera y consiguiendo el más dificil tovadía , osea que su innumerables defectos devengan en virtudes absolutas gracias a su desprejuiciada realización y a una historia que hace del ridículo, el kitsch y la estética hortera un auténtico ejercicio de estilo. La banda sonora de Pino Donaggio ayuda y mucho a elevar tan ya de por si alto listón.
Totalmente recomendable para espectadores priápicos sin prejuicios y para amantes del cutrecine surrealista . No tiene desperdicio. Tampoco ninguna lógica, pero ¿a quien le importa eso?.
De Palma es un genio.
Aquí, coge Vértigo, La ventana indiscreta, una pizca de Crimen perfecto, lo pasa por el rodillo del erotismo de la época (Melanie casi sin operar, existió aquella época) y le añade escenas en la playa con estética de Vacaciones en el mar. Todo ello espolvoreado con un sentido del humor peculiar (o al menos a mí me lo parece, porque no puedo llegar a tomar la película en serio), un malvado copiado de cualquier producción serie Z de las que proliferaban en la época y un actor protagonista que nunca debió de haber pasado de meritorio en culebrones.
Lo agita bien y …
Pues la verdad, si nos olvidamos del homenaje / fraude (elijan lo que crean oportuno) a Hitchcock y la juzgamos por sí misma … Resulta entretenida, o al menos a mí me lo parece. Reconózcanlo, se pasa el rato y se echan unas risas (porque nunca te la tomas en serio, desde luego, si lo haces no terminas de verla).
Y aunque el erotismo que pudo encerrar ha quedado terriblemente desfasado y los actores podrían participar en Ana y los 7, siempre nos queda el rodaje de la escena de la película porno . Ver a todos hacer el gamba a ritmo de Frankie goes to Hollywood merece la pena si hemos pasado hace bastante la treintena. ¿O no?
A todos los buenos aficionados al cine, e incluso a los malos, se les puede considerar mirones . A todos nos gusta mirar a la vecina o al vecino de enfrente, sobre todo si lo hacemos escondidos y sin que nadie descubra nuestros ojos llenos de deseo o curiosidad, y sobre todo si la vecina de enfrente es tan atractiva como la elegida por el voyeur Brian de Palma para engancharnos a su película y obligarnos a seguir mirando sus imágenes llenas de colorido y promesas lúbricas. Como por ejemplo, cuando Craig Wasson babea con la boca abierta y el ojo pegado al telescopio que desde una impresionante y curiosa casa con forma de nave espacial apunta al apartamento de una mujer de cuerpo imponente, y cuando durante un instante a nosotros, espectadores, se nos impide seguir vigilando el número que monta la mujer cada noche al desnudarse, sin querer deseamos volver al plano anterior que muestra a la mujer semidesnuda, para así seguir mirándola, recuperando la visión del apartamento que durante un momento hemos perdido de vista.
Y si es ese el caso, convertidos ya en mirones, podemos identificarnos y entender facilmente a este divertido y algo torpe actor fracasado, que se dedica a mirar a través de la lente del telescopio igual que nosotros miramos la ficción cinemátografica que contiene la escena.
Las similitudes temáticas con La ventana indiscreta de Hitchcock o con otros de sus films son obvias, pero a mí personalmente el cine de Brian de Palma siempre me ha parecido interesantisimo y genial. ¿Qué esta obra no es muy seria? ¿Qué el guión en ocasiones se desmadra o se vuelve surrealista? Eso es lo que más me gusta a mí precisamente de esta película. Su imperfección me gusta. Y que reflexiona sobre la puesta en escena y los trucajes cinematográficos, sobre las falsas apariencias, sobre el mundo del cine porno o más ampliamente del cine en general, que es terrorífica y al mismo tiempo divertida, ¡que Melanie Griffith entonces era preciosa!…
Brian De Palma es lo que se ha venido llamando un director posmoderno, una especie de Tarantino adelantado a su tiempo (si De Palma apareciera ahora sería harina de otro costal), un director que bebe de multitud de fuentes y luego pasa por el tamiz de su ingenio las lecciones aprendidas. Y este Doble Cuerpo es un buen ejemplo de ello. Una película imponente, un cinta que toma elementos de Vértigo y La ventana indiscreta y consigue llevar al espectador a una nueva dimensión.
Cine en estado puro, una película que define muy bien la actividad voyerística del cine. Realmente los espectadores somos mirones y a más de uno nos gustaría ver a Deborah Shelton haciendo el striptease junto a la ventana de su dormitorio.
Por cierto, siempre quedará para el recuerdo esa mítica bajada de escaleras de Craig Wasson a ritmo del Relax de Frankie goes to Hollywood.
Muy recomendable.
Es más que sabido la admiración de Brian DePalma por Hitchcock, en gran parte de sus películas los homenajes hacia éste son más evidentes y sobretodo nada disimulados (Vestida para matar, Impacto, En nombre de Caín…), su utilización del plano secuencia y su estilo propio hablan por sí solas. Doble cuerpo es una versión DePalma de Vértigo y La ventana indiscreta con el erotismo propio del director y del que carecía Hitchcock. Si el vértigo era el punto débil de James Stewart la claustrofobia lo será para Craig Wasson en este film que por contener referencias cinéfilas las tiene incluso con La matanza de Texas. Pero lo más fascinante de esta película es el tono, el pulso narrativo que toma DePalma una vez el protagonista está dentro de los hechos y toma parte de ellos, convirtiendo la película en una paranoia esquizofrénica en la que cualquier cosa puede suceder. A pesar del tiempo transcurrido, la película no ha envejecido mal, continúa teniendo fresca la aportación del director, a pesar de extraer (con inteligencia) el buen hacer de Hitchcock y ponerlo en práctica de una manera diferente pero acertada. DePalma no tiene problemas ni escrúpulos a la hora de parodiar a su protagonista, de abordar de temas como el sexo y la pornografía sin concesiones y convertir a un pobre hombre en el héroe de la función. Una película con el estilo propio y diferente de su autor que sin ser una obra maestra nos deja una interesante propuesta de reseñas que juntas forman una curiosa película.