Devs (Miniserie de TV)
Sinopsis de la película
Miniserie de TV (2020). 8 episodios. Una ingeniera informática investiga los secretos del departamento de desarrollo de su empresa, puesto que cree que es responsable de la desaparición de su novio.
Detalles de la película
- Titulo Original: Devs
- Año: 2020
- Duración: 50
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Opinión de la crítica
Película
7.1
72 valoraciones en total
Lo cierto es que los primeros cinco capítulos (la serie se compone de ocho) me parecieron buenos por el devenir del thriller, en el que se enmarcan el desarrollo de la protagonista, así como las cuestiones relativas al universo y al proyecto tecnológico que ha desarrollado el antagonista principal.
Mis expectativas eran altas, y a medida que avanzaban los capítulos seis, siete y ocho se me iban desinflando, con la correspondiente decepción, por cuanto las decisiones de los personajes son algo extrañas y no están bien fundamentadas, porque las cuestiones existenciales empiezan a acrecentar sin justificar ninguna de ellas, generándose agujeros de guion, haciendo previsible la resolución de la trama del thriller, y porque el dilema se termina situando entre el determismo o libre albedrío, dejando de lado la profundidad sobre la existencia de los de multiversos al variar al final las supuestas cualidades del proyecto tecnológico.
De estar entre una serie buena (7) o notable (8), y esperando que la resolución de esos capítulos finales pudieran hacerla llegar a ser incluso una muy buena serie (9), las decisiones de los personajes y los giros sobre lo desarrollado en el párrafo anterior me llevan a calificarla como una serie interesante (6), por el thriller y el tema de ciencia ficción. Aun así no la recomiendo, y me voy a desahogar en spoilers.
El polifacético creador británico Alex Garland, tras dos largometrajes como director, ‘Ex Machina’ (2015) y ‘Aniquilación’ (2018), ambos estupendos, escribe y dirige ‘Devs’, miniserie de ocho episodios que estrena HBO. De nuevo, el hilo conductor de la propuesta se ubica en ese terreno tan indefinido que conforman las posibilidades abiertas por el avance tecnológico. Tema candente, provoca reacciones encontradas. Lo atrayente e inspirador ante las potencialidades que brinda en todos los órdenes, convive con lo inquietante. Al miedo instintivo frente a lo desconocido, se une la ambiguedad ética resultante de intentar gestionar parámetros que nos desbordan.
La supremacía cuántica es a ‘Devs’ lo que en anteriores trabajos del director era la inteligencia artificial. Garland maneja algunos conceptos cuánticos que chocan contra la percepción que tenemos de las cosas (y que derrumbaron la física clásica): incertidumbre, dualidad determinista-aleatorio, superposición. Lo introduce en el guión no como extravagancia artificiosa. Le sirve para apuntalar una atmósfera perturbadora, desasosegante.
Amaya es una compañía tecnológica en la que trabaja la pareja formada por Lily (Sonoya Mizuno) y Sergei (Karl Gusman). La brillantez del segundo le proporciona un ascenso dentro de la empresa. Su destino es una división envuelta en el secretismo, dónde sólo los que allí se desempeñan conocen sus entresijos. La desaparición de Sergei, disfrazada de absurdo suicidio, hacen que su compañera comience a investigar.
El resultado natural de albergar algo exclusivo, ostentar aquello que te puede situar en un plano de superioridad, abre la puerta al sentimiento humano de la envidia. En el contexto de la serie, toma la forma de espionaje industrial. Éste, junto a otras motivaciones de caracter más íntimo y personal, estructuran la trama de ‘Devs’. Veo una narración fluida, con formas de buen escritor. Una sci-fi muy personal, diferente, que pisa terrenos variados en su afán por ir más allá de la mera distracción.
‘Devs’ despliega imágenes magnéticas. Todo un narcótico visual que juega con el contraste en los colores, y al que secunda una música envolvente. Atrapa de inmediato. Es lo mejor que he contemplado en televisión desde ‘Chernobyl’, que también albergaba una escenografía de gran poderío.
Apuesta segura, no se la pierdan.
Escrito por Juan Pablo Martínez Corchano para https://rockandfilms.es/
La serie te envuelve y te inunda de intriga desde sus inicios. Una narrativa preciosista. Cocinada a fuego lento, con unos ingredientes potentes e intensos, que la nutren de sabores de la más alta gastronomía. Una delicia para los más exigentes paladares.
La belleza y la elegancia personificada en una película de 8 horas. Pero, ¿qué es DEVS? A continuación lo intentaré descifrar…
No hagáis como hice yo. No os dejéis llevar por las ocho estrellitas de puntuación que ostenta Devs. Hace unos días no sabía qué serie mirar, así que vine aquí, a Filmaffinity, para informarme de qué oferta había. Ojeé un poco el repertorio de series de este 2020 con la intención de decidirme por una, y observé que Devs obtenía críticas muy positivas, además de las citadas estrellas. Pues vamos a verla, pensé. Qué puede salir mal. Y la verdad es que la serie empieza transmitiendo un cierto suspense. Una pareja trabaja en una compañía tecnológica algo opaca cuyo símbolo corporativo es una enorme muñeca que sobresale de entre los árboles y los montes. Un día, ocurre algo extraño: el novio de la protagonista desaparece. Y ella decide buscar respuestas.
El problema es que el interés y la intriga iniciales decaen rápidamente con el paso de los capítulos, dando lugar a una historia tediosa, lenta, incapaz de aportar emoción. El guión no da para tanto metraje, y eso queda de manifiesto en varios capítulos en los que pasa entre poco y nada. Las interpretaciones no son nada del otro mundo, y el desarrollo de los personajes es insuficiente. En resumen, una serie que te deja con la misma sensación con la que uno siente al beber agua sin tener sed.
Lo mejor: los primeros capítulos, la muñeca gigante y las imágenes de San Francisco.
Lo peor: el lentísimo ritmo en algunos capítulos y la falta de emoción en general
Un fantasma recorre las artes, el fantasma del MINIMALISMO. En algún momento del siglo pasado alguien decidió declararle la guerra al horror vacui y se propuso minimizar la densidad de detalles por imagen de todo el arte. Fue quizás Kandisky quién le dio contenido a la falta de contenido, aquel que propuso que la forma es un fin en si mismo y no necesita de nada más. Un triangulo es un triangulo es un triangulo. En arquitectura lejos quedaron los barrocos recargados, una habitación vacía de todo lo superfluo se convirtió en el mayor lujo. Cubos sobre cubos, ventanas en lugar de cuadros, esa clase de estilo. La máxima del mundo moderno se puede resumir en: consigue que algo funcione y luego quita todas las piezas que puedas mientras siga funcionando :
Alex Garland ya se adentró en las aguas del minimalismo extremo en Ex Machina, donde la casa del personaje de Oscar Isaac es el concepto llevado a su límite. En su siguiente película, Aniquilación, todo lo contrario. El mundo fantástico que nos propone es increíblemente denso, la pantalla de la televisión llena de detalles y colores hasta los bordes. Con DEVS, Garland vuelve a su estética minimalista pero la lleva incluso más lejos que en Ex Machina. Se puede ver el patrón. Garland usa esta estética estéril y muerta para mostrar el lado humano de sus historias, sus humanos son siempre personas que intentan gobernar lo incontrolable de alguna manera. Sus personas siempre intentan trascender su propia humanidad y Garland los rodea de paredes vacías y ángulos rectos para representar su frialdad y lo banal de sus propósitos. Su voluntad de entender la maravilla, y con esto quiero decir controlarla, siempre es contestada. Esta supernaturaleza que busca defenderse es mostrada con una gran riqueza de detalles, pensemos en el cuerpo del Alicia Vikander en Ex Machina o la naturaleza extraterrestre de Aniquilación, o en sus trabajos como guionista, pensemos en la superficie del Sol en Sunshine.
En DEVS vemos la firma de Garland claramente. La atmósfera minimalista tanto visual como narrativamente puede resultar asfixiante y en cierto sentido lo es. Aquí no vemos directamente el colorido, detallado mundo sobrenatural que los personajes humanos tratan de subyugar. Todo es metálico, todo es plano, todos los ángulos tienen 90 grados. Está rodada demasiado bien, todos los planos son simétricos o medidos para cumplir las proporciones exactas. Los personajes son unos sosos que a veces parecen más robots que los robots que Garland ha escrito para otras películas. Incluso el vagabundo ocupa ordenadamente el lugar que le ha sido asignado, un hueco que parece hecho a medida para él. Todo encaja y todo parece muerto. Sin embargo la supernaturaleza de Garland está presente aquí también.
Me ha gustado la serie pero también me parece demasiado difusa y en general poco densa. Entendería que a alguien no le gustase. Es una serie impecable, para bien y para mal. Quirúrgica casi. Demasiado medida y con un tempo demasiado pausado. Me parece que la idea detrás de la serie es mejor que la serie en si, en mi opinión. Como siempre tiene momentos de auténtica genialidad, tanto en lo visual como lo narrativo, pero quizás entré a esta serie con expectativas demasiado altas. No es mala en ningún aspecto, al contrario. Es muy buena pero tenía potencial para ser aún mucho mejor.