Dark Souls
Sinopsis de la película
Un vengativo padre se embarca en un emocionante viaje oscuro de memoria perdida, conspiración y síntomas similares a los zombis. Encontrar la misteriosa oscuridad interior es la fuente del bizarro mundo que ha descubierto.
Detalles de la película
- Titulo Original: Mørke sjeler
- Año: 2010
- Duración: 95
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Opinión de la crítica
Película
3.8
51 valoraciones en total
Me doy de alta para escribir la crítica de esta película, pues por otros comentarios podría parecer un bodrio… pero a mí no me lo ha parecido. como otras películas de zombis, tiene un mensaje ecologista, pero algo más sutil. se usa el recurso del zombi como alegoría y el final no me decepcionó en absoluto (ver spoiler, aunque no desvelo mucho).
-argumento: no es más absurda que otras películas. si aceptamos que existen los zombis, aceptamos que el padre coraje entre en la fábrica y que los polis sean unos incompetentes.
-técnica: se nota el presupuesto ínfimo. actores regulares, escenas de acción justitas, maquillaje sencillo pero decente. cierto tufillo a telefilm.
Lo que empieza siendo una especie de slasher con un asesino con un arma muy peculiar, acaba convirtiéndose en una especie de drama con un padre coraje que parece sacado del diario de Patricia con holocausto zombie de por medio incluído. Esta insulsa película noruega empieza bien, o por lo menos empieza mucho mejor que acaba, porque el final (y con el final no me refiero a la sorpresa final, me refiero a todo el clímax, los últimos 20 minutos o así) es bastante más cutre de lo que la película parecía en principio.
Son muchas las cuestiones que se me pasan por la cabeza mientras veo la película de César Ducasse y Mathieu Peteul, como cual es la actitud de la policía, que no solo sobra como organización durante toda la película si no que confunde con su extraña forma de actuar y tratar un caso tan peculiar. Pero donde realmente me llevo las manos a la cabeza es con el clímax final. Que yo recuerde, la situación es tan esperpénticamente ridícula que intentar reproducirla con palabras es quedarse corto. Tenemos al padre que se infiltra como si fuera el mejor Sam Fisher dentro de la fábrica (o debería decir como el mejor agente 47, ya que se pone uniforme y todo), hasta que su plan (no sabemos muy bien cual, y creo que es mejor que el enigma prevalezca) llega a un callejón sin salida cuando el responsable de toda la historia zombie-chapapotil le ofrece de su apetitosa Coca Cola (véase Mal Gusto, Peter Jackson, 1987). A partir de ahí empieza una de las persecuciones más ridículas que yo recuerde en la gran pantalla, acentuadas por el no-fondo del pobre padre coraje que se ve perseguido por obreros con unas brocas bien largas. El cómo consigue escapar de ello, teniendo en cuenta que los de la fábrica parecen ninjas y él un barrilete, es todavía algo que no acabo de entender. Tampoco hemos de olvidar esas batallas bricomaníacas de taladros, que serían más divertidas si consistieran en ver quién puede atornillar antes una mesa camilla, aunque no perdamos de vista al tantas veces mencionado y entrañable padre coraje que decide entrar en la fábrica armado con una única palanca, como si se creyera Gordon Freeman.
Lo de los zombies de la chapapota ya es caso perdido, pero queda mucho menos ridículo que ese clímax más que cojo que destroza toda la película, que ya de por sí no era nada buena. Por lo menos los zombies chapapota le dan un tufillo a serie B.
No se si César Ducasse y Mathieu Peteul tenían en mente relacionar la idea inicial de Romero sobre los zombies y la sociedad de consumo con lo esclavizado que está el mundo con el petróleo, pero viendo como se desarrolla la película esa conclusión parece demasiado ambiciosa para una producción tan sumamente deficiente. No es que sea muy aburrida, pero es, directamente, una película muy mala.