Dark Horse
Sinopsis de la película
Abe, un joven que vive aún con sus padres, se dedica a coleccionar juguetes. Trabaja en la empresa familiar y se aprovecha de la debilidad que su madre siente por él, tiene también un hermano médico con el que no se lleva bien. En una boda conoce a Miranda, una chica de carácter depresivo a la que impulsivamente propone matrimonio. Ella, al principio no muy entusiasmada con la idea, acaba aceptando, pero la situación no es lo que Abe esperaba. Por un lado, tendrá que aguantar a Mahmoud, antiguo novio de Miranda, con el que ella mantiene una relación cordial pero que a él no le gusta. Por otro, la relación con su padre empeora debido a sus continuas disputas.
Preestreno: Festival de Venecia 2011
Detalles de la película
- Titulo Original: Dark Horse
- Año: 2011
- Duración: 84
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Opinión de la crítica
5.5
21 valoraciones en total
La peli es un retrato mordaz, irónico y con gran dosis de humor negrísimo de una panda de perdedores absolutos, porque no hay ni un solo personaje que se libre. Todos arrastran una vida miserable, vacía, triste y sin sentido, envuelta en un precioso papel consumista. Los que la acusan de blanda, decir que he visto pocos discursos tan pesimista-nihilistas como el que da el protagonista a su madre sobre cómo ha sido vida: La verdad es que todo el mundo es horrible. La Humanidad es una gran cloaca…Todo se reduce a una buena comida, a un buen polvo… .
Lo que más me ha gustado son los diálogos, marca de la casa, que no dejan títere con cabeza y esa capacidad de Solondz de dibujar personajes tan deprimentes, sin concesión de ningún tipo y ese humor negro con el que sintonizo al primer instante.
Lo mejor: el humor negro.
Lo peor: decae un poco hacia el final.
La escena: la ya comentada de cómo ve la vida el personaje principal.
Tengo la teoría de que a Todd Solondz se le acabó la mala hostia tras rodar Palindromes en 2004. Y es normal porque aquella era una salvajada tan bella como extrema. Cinco años después volvió con Life During Wartime , una secuela libre de Happiness (hasta ahora su film más aclamado) que mantenía la identidad del director aunque no llegaba tan lejos como en el pasado. Dark Horse sigue en esta línea hasta el punto de que casi pareciera que el provocador que tiene dentro sólo se despierte en momentos aislados y que la filosofía Sundance se haya apoderado (aunque sólo un poco) de la mentalidad del director.
Dark Horse nos acerca a dos frikis más de este universo Solondziano , dos treintañeros que se encuentran en una boda ajena. Él es obeso, trabaja para su padre -por enchufe-, vive en casa de sus progenitores y se gasta dinerales en merchandising y juguetes. Ella es una mujer triste, con voz apagada y mirada perdida, que por alguna razón parece muerta en vida. En este universo puede pasar de todo… y así ocurre. Con un tono menos duro que en el resto de su cine, tirando más de un humor negro estándar pero jugando -como siempre- con los detalles (algunos gags funcionan desde la propia planificación de la escena, sin recalcarse en ningún momento), la película avanza mientras vemos cómo estos dos personajes interactúan con sus seres cercanos hasta que llegamos a la conclusión final, extensible al resto de la filmografía de Solondz: el director ama a la raza humana pero disfruta torturándola. Dark Horse no gustó en Venecia y la única forma de entenderlo es que no se acepte el estilo del director, porque aquí está todo su cine, más o menos light , pero el tono es más o menos el mismo de siempre. Divertidísima en algunos momentos, incluso funciona cuando el drama se apodera de la imagen y la cosa se atreve a girar hacia otra dirección. Un caballo oscuro, sí, pero ganador.
Una vez más, Todd Solondz me ha trastocado todo. Todo el mundo tiende a comparar Dark Horse con otros títulos del mismo director y, como todos sabéis, las comparaciones son odiosas. Mi consejo ya se intuye: No hagáis caso.
Veo en esta película todo el caracter y la ironía de Todd Solondz. Siempre he comparado las situaciones que recrea este director con los chistes de mal gusto: me hacen reír y me hacen sentir mal al mismo tiempo. Si lo que estáis buscando es esa sensación extraña y contradictoria, Todd os ofrece ochenta y cuatro minutos de varios nudos en la garganta exteriorizados, en mi caso, con una gran sonrisa.
Antes de continuar, quiero aclarar que hasta ahora no he visto ninguna otra película de Todd Solondz, así que a diferencia de todas las demás reseñas que he leído de esta película, no podre compararla con sus anteriores proyectos ni quejarme acerca de cómo no es tan perfecta ni tan atrevida como estas. Lo que sí sé es que en mi opinión Dark Horse es un largometraje que vale la pena ver.
Lo primero a destacar es la actuación de Jordan Gelbert como un hombre al cual le han dado cada ventaja posible en la vida solo para verse fracasar por su propia ineptitud, trabajando para su padre a quien detesta en un trabajo que odia y sabiendose terrible en este, viviendo con sus padres, sin relaciones sentimentales hacia ningún otro ser vivo, sin ningún objetivo definido en la vida y siendo básicamente un completo desastre. El mayor problema que le veo al film es que, a diferencia de la mayoría de las buenas comedias (porque sí, en una manera oscura y surreal, Dark Horse es una comedia), no encontramos a muchos otros grandes personajes aparte de él. El gran Lebowski no es grande tan solo por Jeffrey The Dude Lebowsky, Zoolander no es grande tan solo por Derek Zoolander, Fargo no es grandes tan solo por Ronald Luundergard, Forrest Gump no es grande tan solo por Forrest Gump, ningúna de las películas protagonizadas por Charlot son buenas tan solo por Charlot y puede seguir así por todo el día.
Si la película hubiera tenido secundarios más interesantes, podría haber llegado a ponerle un 9, pero eso no significa que el film deje de ser muy entretenida e interesante. En definitiva, pudo haber sido mejor, pero también funciona excelentemente como esta.
Todd Solondz anunciaba que en esta película iba a dejar de lado temas tan polémicos como la pederastia o el aborto que si se trataban en sus anteriores films. Pero yo no creo que Solondz se haya suavizado o que quiera hacer films en otra dirección. A pesar de los cambios, Solondz sigue siendo el mismo, y Dark Horse mantiene la tesis determinista de Palíndromos, pero sobre todo bebe de las ideas de Storytelling.
Para empezar el personaje de Selma Blair Miranda ya salía en Storytelling. Por otro lado, mientras en Storytelling hablaba de la creación artística y su intento de plasmar la realidad. En Dark Horse, nos cuenta los intentos de conocer nuestra propia realidad, siempre confundida entre nuestras propias interpretaciones, nuestras neurosis y por nuestra forma de ser. (Abe, el protagonista, culpa a sus padres de su mala posición en la vida. Solondz juega con eso. Aunque los padres tengan elementos disfuncionales que puedan perjudicar a Abe, sobre todo le sirve de justificación, por ejemplo su hermano si que ha triunfado en la vida). Todos somos Storytellers (contadores de historias) incluso de la nuestra.
Al igual que Storytelling, la narración se divide en dos partes aunque esta vez no herméticamente. La primera vemos como se desarrolla la vida de Abe y en la segunda tiene mayor importancia los sueños, pesadillas o alucinaciones de Abe. Para muchos críticos esta forma ha sido fallida. A mi me parece bastante lograda, juega bien con la incertidumbre del espectador, hace un gran uso de la elipsis y nos permite conocer mejor a los personajes.
El humor de Solondz tiene a su mejor aliado en la posición de la cámara. Distante e irónica, fueras de plano dramáticos y humorísticos (uno, clave en el film). Y travellings laterales que aumentan la incomodidad como por ejemplo cuando se conocen los padres de los novios.
El reparto esta muy conseguido, me alegra ver a Mia Farrow que realizo el film por la admiración de su hijo Ronan, también hijo de Woody Allen, por el cine de Solondz. Selma Blair lo hace fantástico y Jordan Gelber es perfecto para el papel.
Parece que Solondz ha dejado de tener la relevancia que parecía que podía alcanzar tras Happiness. Se ha convertido en un autor cada vez mas minoritario. Yo sigo siendo fiel a él, siempre tiene algo interesante que contar, cuida los detalles y la puesta en escena y sus discursos siempre son inteligentes y complejos. La metáfora del centro comercial de juguetes con el modo de vida americano esta lograda.