Cuando los mundos chocan
Sinopsis de la película
Una estrella gigante está a punto de chocar con la Tierra, lo que inevitablemente provocaría el fin del mundo. El Gobierno rehúsa escuchar a los científicos, pero un grupo de empresarios financia la construcción de una nave espacial con el fin de transportar a un número limitado de personas a otro planeta para crear allí una nueva civilización. A medida que se aproxima el fin, tendrán que luchar no sólo contra el tiempo, sino también contra el pánico de los que están condenados a quedarse en la Tierra.
Detalles de la película
- Titulo Original: When Worlds Collide
- Año: 1951
- Duración: 83
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Opinión de la crítica
Película
6.1
48 valoraciones en total
Esta, junto a otras muchas películas de CF de los 50-60, fueron mi modo de introducción a ese mundo inalcanzable que la Ciencia Ficción nos ofrece. Evidentemente, casi 60 años después de su estreno vemos sus carencias, pero hace 30 años, con la inocencia de un niño, todo era una maravilla.
Para aquellos que añoran la imaginación (y la candidez) de las películas de ficción de hace 5 décadas aquí tienen una película divertida. Para los que busquen efectos especiales y cine moderno mejor que vean Armaggedon.
Aún no he visto el 2012 de Emmerich, pero me atrevería a decir que ha plagiado esta peliculita de Rudolph Maté.
Una película llena de agujeros de lógica, un tono entre ligero y erradamente mesiánico, una love story sin brío…
Los científicos de un observatorio han descubierto una terrible amenaza que hace peligrar nuestra existencia. En pocos meses una estrella errante que se dirige directamente hacia nosotros, impactará con la Tierra, provocando la destrucción por completo y sin remedio de nuestro planeta. Tras exponer los hechos en una reunión internacional, proponen como única opción de supervivencia, la construcción de naves espaciales, que sean capaces de transportar, aunque de forma limitada, a humanos y animales, al planeta más próximo.
Buena película de la época y muy entretenida para cualquier amante de la ciencia ficción. La gran mayoría de las grandes producciones más recientes de este género, le rinden honores a este gran clásico, que a pesar de su antiguedad, supera a cualquier cinta de Roland Emmerich, que sin contar con un descomunal despliegue de presupuesto y efectos por ordenador, como las actuales, obtuvo un Oscar por sus espectaculares efectos visuales. Buen equilibrio entre el drama y la aventura, culminado de forma inolvidable, que después del paso del tiempo sigue guardando para mi, un hueco entre las mejores.
When Worlds Collide es una intensa, entretenida, romántica y muy dinámica historia de ciencia ficción apocalíptica.
La trama nos cuenta cómo se avecina el fin del mundo debido a que una estrella gigante chocará de lleno con el planeta Tierra. Así comienza una acuciante cuenta regresiva, donde vamos viendo cómo surge el plan de salvación de crear una nave espacial que permita a un grupo reducido y selecto ir a poblar un planeta vecino (sí, es inevitable la referencia al Arca de Noé, pues inclusive en el filme se cita en varias oportunidades ese relato bíblico).
Obviamente que la cinta plantea acción y entretenimiento, desplegada con magníficos efectos especiales, los cuales inclusive son oscarizados. El trabajo con maquetas y los trucajes visuales están bien conseguidos para una cinta de limitado presupuesto que data de 1951.
La fotografía a color también es un elemento técnico destacado en este filme, inclusive la película también estuvo nominada al Oscar en esa categoría. Por tanto la factura técnico-visual del filme es uno de los elementos más distinguidos para mencionar.
Pero más allá de ser una película intensa y emotiva, también nos va mostrando el aspecto psicológico y de conciencia del ser humano ante situaciones extremas. Por tanto el director nos pasea por conceptos tales como el egoísmo, la solidaridad, el sacrificio desinteresado, el anteponer el beneficio común antes que los intereses personales, etc. Como vemos, es un filme con bastantes discursos ideológicos, mayoritariamente éticos.
Las actuaciones son solventes, aunque sólo se ajustan a las exigencias de un guión de una cinta de género que no requiere demasiado. Debo destacar a Barbara Rush, aunque sólo por su belleza, ya que como actriz su desempeño queda de normalito para abajo.
Otro tema a destacar son algunos diálogos, de los cuales destaco: Desperdicien cualquier cosa menos el tiempo, es el material más escaso.
Como elemento negativo hay que mencionar que como cinta de ciencia ficción es inverosímil en sus planteos. Se nota que está hecha sólo para entretener y para hacer reflexionar, pero analizada desde el punto de vista científico es una fantochada.
También noto bastante descuidado el tema de la excesiva bondad de algunos personajes. Ello hace que la cinta por allí sea un tanto ingenua y grotesca en algunas situaciones.
Nota exacta: 6.50
Es cierto que será imitada mucho con los años y que la realidad de la inminente desaparición de la humanidad que afrontan unos cuantos machotes tendrá, a partir de esta genuina película de Rudolph Maté, una cantidad inmensa de simulaciones parciales. Con lo primero que me quedo es que no es una película para olvidar, afrontar una inaplazable desaparición del planeta en el que parasita el ser humano es un problema grave, así que la idea como poco es elogiosa. A eso yo le sumo la virtud de que se trate de una película breve, de apenas 80 minutos: lamentablemente se trata de un rasgo que no ha sido imitado.
Pero hay cosas por las que no paso y que duelen bastante. Lo primero que me ha llamado la atención es el futuro blanco blanquísimo que deciden los técnicos, el azar o como sea que suceda, y es que ni negros, ni orientales aparecen entre los 40 ó 50 dichosos humanos que se encargarán de seguir adelante en el nuevo planeta al que huyen. En la década de los 50 otra cosa hubiera sido un escándalo supongo pero la verdad, entrado en el S.XXI no puedo hacer otra cosa que quejarme. De los aspectos técnicos no suelo rajar, cuando más de medio siglo nos separan de las películas que juzgamos hay que ser todo lo benevolente que se pueda, hablamos de maneras de hacer cine que no podemos comparar. La actualidad y los años 50 son en este aspecto mundos diferentes, pero no puedo hacer otra cosa quejarme en voz alta por el muro pintado en la escena final de la llegada al planeta. No, eso sí que no, estoy convencido que ciertos prohombres del cine mudo hubieran ofrecido mejores soluciones.
Así que los mundo chocan, vale, aceptamos que en ciencia-ficción todo es posible y puedo pasar por alto las explicaciones relacionadas con las causas de ese choque, lo absurdo del día D, pero todo lo demás posiblemente no sea para tanto. Eso sí, olvidaba mencionarlo, me ha encantado ver a un tío quemando billetes para encenderse cigarrillos, grande, muy grande…